ACLARACIÓN INICIAL:
Puede dar la impresión (puestos a pensar) de que lo que sigue está escrito por un misógino. Si es así doy fe de que, en todo caso, se trata de un misógino SELECTIVO y ..... de paso, cachondo. Y doy fe también de que no se puede ir por la vida odiando a tanta gente - más del 50% de la población - sin ser realmente un idiota o, cuando menos, un "pobre" infeliz.
Detengámonos un momento en esto, porfa. Resulta que la Real Academia Española de la Lengua (RAE) define misoginia como la "aversión u odio a las mujeres" ya provenga ese sentimiento de un hombre o una mujer. Pero es curioso, si bien muchos utilizan el término misandría como antónimo de misoginia , la verdad es que la RAE aún no contempla esta palabra (que es anglosajona), ni siquiera este sentimiento. Y como un aporte más a la confusión general, hay quienes responden que el antónimo de misoginia es la androginia, pero este último termino se refiere a "un organismo que tiene características tanto masculinas como femeninas". Lo mas parecido al odio que puede experimentar una mujer por los hombres debe ser la androfobia que es, según la RAE también, "la aversión o temor patológico al sexo masculino" sin distinguir sexos tampoco. Pero no es odio, es aversión o temor. Podemos concluir, por tanto, que el odio de la mujer hacia el hombre, en España, si existe, no tiene nombre ......... que te manda a paseo y listo.
Bueno, pasemos a lo serio jijijiji
EFECTOS COLATERALES DE LA VIDA EN PAREJA
Como todos sabemos de alguna manera, vivir en pareja presenta ventajas e inconvenientes. Ya sabemos que tiene un lado bueno y .......... "x" malos. El lado bueno es, precisamente, el que se suele coger tu pareja en vuestra cama. Los "x" lados malos son mas difíciles de perfilar. A ver si puedo ir desgranándolos (sin la orgullosa presunción de realizar un máster ni de sentar cátedra), aunque todos tenemos vividas circunstancias únicas y especiales que determinan nuestra valoración al respecto.
La vida en pareja, como un día oí o leí, es como una ciudad amurallada. Los que están dentro quieren salir de vez en cuando, y los que están fuera quieren tomarla con el mínimo esfuerzo o coste. Ocurre algo parecido a como cuando somos jóvenes y creemos, infundada o equivocadamente, que la otra pandilla se lo pasa mejor. No es cierto, lo sabemos, ......... pero se nos pasa por la cabeza alguna vez. Pues bien, los casados también suelen creer (no siempre, claro) que los solteros tienen una vida de ensueño y viceversa. Probablemente, todos estemos equivocados si pensásemos así. La cosa, como casi todo en la vida, va por barrios. Y nadie tiene una pócima mágica en esto.
Pero vayamos al tema en cuestión, los efectos colaterales de la vida en pareja. Y permitidme que lo haga desde mi condición de varón heterosexual; no me creo con la autoridad suficiente para hacerlo desde otra perspectiva, que las hay, por supuesto..... pero no es la mía.
Voy al grano. El primero de los efectos que se me ocurre se manifiesta en el menú. Ah ¿y por qué?. Pues porque cuando un varón (heterosexual, ya no lo repito mas) empieza a convivir con "su" hembra, una de las cosas que le desaparecen, casi al instante y para siempre, es el llamado (su) primer plato. Desaparece como por arte de birlibirloque (se escribe así, me he enterado bien; e incluso, esta expresión la he añadido a otra de mis entradas de este blog llamado El origen de las expresiones - clickar para ver). Y desaparece de tu vida para no volver. ¡¡¡ A tomar por saco 20 siglos de tradición gastronómica en España !!! (en Cádiz 30 siglos - perdón por el apunte histórico, pero no puedo evitarlo) ¡¡¡A la basura la estructura organizativa de una comida casera heredada de madres y abuelas!!!. El primer plato se convierte en una "cosita" en el medio de la mesa, para "compartir" por supuesto, y generalmente de color verde. Vamos a ver ...... Cierto que debemos cuidar nuestra linea; en mi caso, mi "tipito mono" (eufemismo que utilizo para describir mi esbelta figura). Pero ¿es necesario renunciar al aporte proteico adicional que proporciona el primer plato? Pues parece que si. Hay una solución a este problema, no se alarmen varones del mundo, y que pasa por: "si quieres primer plato, te lo curras tu".
Otro de los efectos colaterales, y ciñendonos estrictamente a lo que es el menú , es que no te vas a comer ya un postre entero mientras dure tu vida en pareja. Nunca, eh. Olvídate de disfrutar en solitario de tu postre porque, en pareja el postre, también y sobre todo, se comparte. Y eso aunque te hayas pedido una fresa o una uva (así, en singular). Es bonito compartir, pero llevarlo a estos extremos ¿construye o destruye la relación?. Si a esto le sumamos que, probablemente, la habrás oído decir: "No, ....... si yo de postre no quiero nada", la situación se complica porque te descuadra, confunde o desubica.
Si además, como viene siendo habitual en los meses preveraniegos o postnavideños, tu pareja se te pone a dieta, entramos en lo que podemos denominar "lumping alimentario adicional intolerante". No sé exactamente si esto está estudiado, pero debería; solo sé que no le conviene a mi escaso tejido adiposo y lo formulo por existente y pertinaz. Y ¿por qué aquello de intolerante? Porque su dieta, sea la que sea, pasa ser tu dieta. Y ¿por que lo debes hacer? Por aquello de compartir, ¿que te creías?, y que ellas perciben como AMOR (a ellas, no a la dieta mediterránea). Ella confeccionará un menú hipocalórico y lo pegará en la nevera. A partir de ese momento, amigo, estas perdido; ese panfleto va ser para ti la Constitución, inviolable. Lo mejor que te puede pasar es que, por lo menos, se lo curre y lo coloree con rotuladores. Así, te podrá resultar mas atractivo. Llenará el panfleto con conceptos ininteligibles para tu intelecto tales como kéfir, tofu, sushi, nuggets, glicol, aduki, moon, sashimi, fletán, muesli, eggplant (esto último es berenjena en ingles, pero como es igual de raro, lo pongo), etc .... Tengo la sospecha, y con el paso de los meses la seguridad, de que estos "alimentos" no deben estar muy buenos que digamos cuando ni se molestan en traducir sus nombres.
De la misma manera que si ella decide adelgazar, lo haces tú también de forma solidaria o, por lo que podría llamarse empatía emocional, si ella decide dejar de fumar puedes tener claro que se acabó el cigarrito de después (de la comida .... y de lo otro). Lo mas probable, incluso, es que tú y solo tú lo consigas del todo. Ella probablemente se quedará a medio camino y, con la cantidad de bodas que se programan en primavera, volverá a caer en el vicio en alguna de ellas al calor de la fiesta, arrastrándote a ti en ello. Mientras tanto, tendrás que acostumbrarte a fumar en la terraza porque "tu" casa se acaba de convertir en una zona libre de humos.
Y si ella decide durante vuestra estancia vacacional hacerse una sesión de fotos inolvidable, ten por seguro que te vas a pasar los días con la cámara fotográfica colgada del cuello y las cervicales maltrechas. Luego le ensañará las fotos a sus familiares y amigos y, como solo sale ella, te preguntaran que donde estabas, que si te habías quedado en casa de "rodriguez".
Mención especial y aparte es necesaria para referirse al nuevo lenguaje de palabras y signos que debes aprender. Mas vale que te hagas con un ejemplar del Diccionario de la Pareja y te leas profusamente el apartado chica-chico (el chico-chica lo puedes obviar, ese no cambia casi nada con el cambio de situación). ¿Y por qué?. Porque las frases construidas por ella no "necesariamente" significan lo que parece que significan.
Por ejemplo, si te dicen: "Contenta me tienes". Pues no tires cohetes o te marques una fiesta, no muestres alegría, ¿estas loco?; esa frase no significa lo que parece que significa. Hay que leer entre lineas y, sobre todo, en sus pupilas atendiendo a la entonación. ¿Eres de los que se creyó el cuento de que los hombres y las mujeres somos iguales?. Pues no hay nada más lejos de la realidad, en esto desde luego que no, definitivamente no. Los hombres y las mujeres nos comunicamos en distintos lenguajes. Nos venimos entendiendo, vale, pero usamos distintas formas de lenguaje oral y por signos. Pareciera que fuéramos de planetas diferentes, como dijera John Gray: "los hombres somos de Marte y las mujeres de Venus", por cierto que buen libro. Siguiendo con los ejemplos, si una mujer con la que convives te dice: "Cariño (y esto lo dicen para llamar tu atención, ni caso; no lo entendamos al pie de la letra), ¿el sofá no estaría mejor al otro lado del salón?". No te esta preguntando, no. Te lo traduzco: "
Y es que las mujeres, en general, utilizan con frecuencia lo que se llama discurso indirecto. Que no es más que el uso de la inteligencia y la suspicacia femeninas aplicada a la mediación, la manipulación, el control domestico de la situación y ........... a salirse con la suya, vaya. Esto parece que tiene una explicación lógica y es que a ellas les preocupa que el decir las cosas de manera directa suene muy evidente, agresivo o manipulador, que se les vea el plumero. Y ¿por qué les preocupa esto? porque le temen al rechazo, les rompe los esquemas. A la negativa, el desacuerdo o la confrontación insulsa, no están acostumbradas; no las traen de serie.
Cierto que este tipo de comunicación indirecta les funciona de maravilla entre ellas; emisor y receptor sintonizan la misma radio y, parece, que se entienden. Pero cuando lo aplican con nosotros presenta dificultades que, con el tiempo, aprenden/mos a solventar. Y es que hay un pequeño gran problema, los hombres usamos el discurso directo. Nosotros decimos los que pensamos sin filtros, no nos preocupan los desacuerdos o confrontaciones; es mas entre hombres amamos la competencia y estamos preparados para ella desde el primer partido de futbito que jugamos. Siempre estamos midiendo nuestras capacidades y somos, esencialmente, prácticos. Es por ello que comunicarnos de forma directa es algo natural para nosotros, y damos todo por hecho. No nos damos cuenta que los hombres y las mujeres no somos iguales. Incluso estaría por aseverar que tardamos muchísimo mas que ellas en darnos cuenta. Nos han convencido y vendido (últimamente impuesto - Ley de Cupos) ese cuento de la igualdad durante tantos años que esa es, probablemente, la razón por la que tú y yo hayamos hecho el idiota algo mas de un par de veces. Te suenan de algo las frases: “Las mujeres nunca van al grano, al meollo de la cuestion”, “Las mujeres siempre hablan con indirectas”, “¡Quien entiende a las mujeres!”. Pues la verdad es que para entenderlas hay que saber traducirlas. Se tarda, eh; pero con un poco de interés por nuestra parte se consigue. Yo espero conseguirlo antes de llegar a la senectud o chochez.
A continuación expongo algunas frases con su traducción y alguna que otra recomendación personal (mojándome innecesariamente, lo sé; pero comprometido que es uno). No te las tomes como de manual porque su significado muchas veces varía de acuerdo al contexto, a la mujer concreta que te "toque", a si estamos en esos "dichosos días" o no, a si ha habido últimamente comunicación con familiares y amigas, etc ... o vete tú a saber. Solo es necesario usar un poco el sentido común, ese que es el menos común de los sentidos de tal manera que pocos lo conocen. Por lo tanto, a veces conviene usar la navegación manual y dejar aparcado el piloto automático por unos instantes.
“No tengo con quien ir” traducción: Pasa por mí o ven conmigo. [Creo que esta frase no necesita mayor explicación]
“¡Ay que frío hace!” traducción: Necesito que me des tu abrigo (y pases frió tú, como buen caballero deberías entenderlo) [Recomendación: No hagas el tonto, dale una prenda de las que lleves puesta y, ya puestos, abrázala por si va a ser eso]
“Mis padres quieren conocerte” traducción: Vamos a llevar la relación a un nivel más serio (posible lazo) [Recomendación: Corre amigo no te detengas… Jajaja. Bromas aparte, prepárate para conocerlos y recuerda "No hay una segunda oportunidad para una primera impresión; lo que hagas, digas, incluso pienses, te puede marcar toda una vida"]
“Cinco minutos” traducción: depende del contexto [Seguramente has oído hablar de la teoría de la relatividad de Einstein; pues cuando hablamos de mujeres el tiempo es SI que es relativo. En el caso de que la mujer se esté arreglando 5 minutos significa como poco media hora. Así que si este es tu caso ahora, tranquilo puedes terminar de leer el post, compartirlo en el facebook y twitter, tomar nota e imprimirlo. Uno nunca sabe cuándo puede hacer falta información tan valiosa como esta. Pero amigo, si ella te dio 5 minutos para terminar lo que estás haciendo, debes de tener en cuenta que 5 minutos son sólo 5 minutos -o menos- y si te pasas te lo va a reprochar]
“No me pasa nada” traducción: Cuidado - ojo - danger ¡¡¡significa que pasa de todo, menos nada!!! y puede que algo gordo [Es típico que, como hombres que somos, confundamos esta frase ya que cuando nosotros decimos que no nos pasa “nada” es porque realmente no nos pasa nada. Por eso, si una mujer dice que no le pasa nada, podemos caer en la tentación de creerlo y dejarla sola o en paz. Crasso error, amigo. Precisamente lo que quieren es que le dediques (toda tu) atención, o empezará el drama. Recomendación: Ahórrate preguntas y ponte a su disposición; si es algo serio que tenga que ver contigo ya te lo dirá, ...... y quédate con la copla]
“No estoy gritando” traducción: Si, te estoy gritando porque creo que esto es importante y estoy en mi derecho. [De seguro pasaste algo por alto, pero ella no; lo considera importante y se puso histérica. Recomendación: preocúpate y pon interés en solucionarlo. La mejor forma de callar a una mujer es hacerla sentir única en tu vida]
“Vale”, “Ok”, “Listo” traducción: No tengo ganas de discutir. [Estas son las palabras que las mujeres más utilizan para finalizar una discusión cuando han decidido que ellas tienen la razón y no merece la pena convencerte o, todo lo contrario, se han dado cuenta que no tienen la razón pero tu no debes saberlo. Recomendación: Debes callarte también, dejar ahí la conversación y procurar, en otro momento y situación, retomarla con mejores perspectivas de entendimiento]
“No hay problema”, "No, no me molesta" traducción: Si estas frases se pronuncian con cierto tono (cada mujer le pone el suyo) y van en plan de cabreo significa: Adelante, hazlo y atente a las consecuencias. [Estas frases debes planteartelas como los órdagos en el mus y no significa para nada que la mujer te esté dando permiso, mas bien al contrario. Recomendación: Piensa bien lo que vas a hacer a partir de ese momento y, una vez decidido, hazlo con determinación. Los titubeos no son buenos en estas situaciones pues sumarias las consecuencias negativas de la duda a las del arrojo insensato]
"Ayyy" (gran suspiro) traducción: Un suspiro alto y claro significa que ella piensa que eres un idiota y se pregunta por que está perdiendo el tiempo discutiendo contigo. [Quien te haya dicho que discutir con las mujeres hasta el punto de partir la cuerda es una buena idea porque a ellas les va la marcha, te ha engañado amigo, y ese suspiro muchas veces precede a una firme determinación por su parte o, al menos, a un cambio de rumbo]
“¿Ah, si? Muy bien” traducción: significa que ella meditará cuidadosamente antes de decidir cómo y cuándo pagaras por tu osadía. [Ya se le pasara claro, pero después que hacerte pagar el plato, y avisado quedas para las siguientes "¿Ah, si ...."]
“Gracias” "Perdona" "Lo siento" traducción: expresiones aun desconocidas [La mujer promedio (si es la "tuya") pronuncia estas palabras raras veces a lo largo del año. No obstante, si alguna vez las oyes de su boca, no hagas muchas preguntas ni te desmayes; sólo dale las gracias. Nota: si lo que dice es “muchas gracias”, "perdona, no volverá a ocurrir" o "lo siento de verdad", pellízcate bien fuerte]
“Da igual”, “Haz lo que quieras”, “Como digas”, “Es lo mismo” traducción: es la forma femenina de mandarte al infierno [Es un grupo de expresiones muy parecidas a “No hay problema”, "No, no me molesta" Ya hemos dicho anteriormente que no es una buena idea andar discutiendo nimiedades, así que si no es nada importante, evítate (y evítale) los malos ratos]
“Tranquilo, lo he entendido”, “No te preocupes, déjalo así”, “No te preocupes que yo lo hago” traducción: significa que, aunque la mujer ha dicho al hombre en repetidas ocasiones que haga algo o le ha "aconsejado" como debe hacer algo, finalmente lo está haciendo ella misma por lo cual no esta muy contenta que digamos y convendría poner metros de por medio [Esto más tarde empujará al hombre a preguntar "¿Qué pasa?" y la respuesta de la mujer, seguro será “Nada” explicado anteriormente]
“¿De verás?” “No me digas” traducción: No te ha creído nada [Cuando una mujer te pregunta algo y das una explicación que no considera creíble (aunque en verdad lo sea) ten por seguro que seguirá indagando y que va a estar pendiente de futuros acontecimientos]
"¿Quién es esa?" traducción: ¿Quién es esa P#&@ y que es lo que quiere (tiene) contigo? [Esta no es sólo una simple pregunta fruto de una inusitada e inocente curiosidad. (Casi) todas las típicas escenitas de celos empiezan por ahí, así que mucho cuidado con lo que contestas]
“Si mi amor” traducción: fin de la discusión [Las mujeres suelen utilizarla cuando quieren hacerte creer que tienes la razón, pero en realidad dicen eso para terminar una charla que ya no las interesa y quedarse tranquilas de que te fuiste estúpidamente contento]
“El amor no existe, es una mentira” traducción: Hazme creer en el amor [¿En serio crees que esa chica que se leyó y vio no sé cuantas películas de crepúsculo y similares no cree en el amor?… ¡¡¡Pero si lo tiene instalado en su ADN!!!]
Sé que no son todas las frases que podemos escuchar de labios de tu pareja y se me ha de pasar alguna, claro, pero estas si que son significativas de la psicología femenina. Insisto, no hay manual. Cada uno debe ir aprendiendo (y desaprendiendo, según el caso)
En definitiva. Que así te pasas todo el rato casi sin notarlo, traduciendo frases, moviendo muebles, haciendo fotos, fumando en la terraza, compartiendo postres, .... para terminar haciendo lo que hacen todas las parejas. A saber: ir a por el/la niñ@. Y esto es otra "sugerencia" que se suelen marcar las féminas: "Cariño, ¿no deberíamos ir a por el niño?" Traduzco: "
Para ser honestos, también nosotros provocamos efectos colaterales en nuestra vida en pareja. Justo es reconocerlo. Como cuando en los días festivos, sobre todo, y sin razón previa aparente le decimos a nuestra pareja; "Hoy cocino yo". Que traducido significa: "Hoy (me voy a pasar toda la mañana en la cocina haciendo ruido y usando todo lo que vea, porque conozco un plato que solo) cocino yo (de tal manera que te va a resultar mejor reformar la cocina que limpiarla)". O como cuando, si somos amantes de la naturaleza, le decimos a nuestra pareja: "Hoy vamos a comer al campo". Como idea está bien, pero por favor, no hagamos que nuestra pareja se levante a las cinco de la mañana para ir al campo. ¿Que necesidad hay?. Porque, como todos sabemos, cuando una pareja vive bajo el mismo techo y decide ir al campo, se produce el consabido reparto "equitativo" de tareas. Es decir: el conduce ....... y ella prepara la ensalada, la tortilla, los filetes empanados, las natillas (para compartir, recordad) mientras nosotros le decimos: "Jo, vaya si tardas para arreglarte, hija. Yo estoy listo desde hace una hora ya". Los mas malintencionados incluso, para tener un día redondo, provocan una discusión de ultima hora (con el tiempo aprenden donde esta la llaga y ahí es donde meten el dedo) para poder volver de la comilona escuchando los resultados de la jornada de fútbol en la radio, con ella callada mirando por la ventanilla y sin ganas de conversación. Se las saben todas.
No quiero parecer tremendista y haceros pensar que la vida en pareja no tiene cosas buenas. Las relaciones de pareja tienen efectos secundarios, como (casi) todo en la vida. Pero también los tiene el vino y mira si nos gusta una copita de vez en cuando. Tampoco hay que desdeñar otra ventaja que muchas veces se pasa por alto. No hay nada mejor que terminar una dura jornada de trabajo, volver ilusionado a casa a disfrutar de lo que se viene llamando desde tiempos troglodíticos el "descanso del guerrero" y comprobar como tu mujer, que suele estar esperándote en casa para proseguir juntos la jornada (eufemismo de llevarte la agenda), ............................ AUN NO HA LLEGADO. Eso, que saben todos aunque nadie tiene narices de reconocerlo, no tiene precio.
MAYORES ERRORES DE LOS HOMBRES CON LAS MUJERES
- Comportarse como un “chico bueno”. Recordemos, a las mujeres les gustan los "chicos malos", a los que ellas, metafóricamente describen como "con un puntito canalla". Los consideran mas divertidos; todos sabemos que no es verdad pero ellas, al menos al principio, los prefieren.
- Esperar siempre la aprobación o permiso de ella. Atención, esto es clave, pues el sexo femenino no ve con buenos ojos que el hombre esté a merced de la última palabra de la mujer; digamos que "les va la marcha". Es mas, una mujer no considerará que te conoce mínimamente hasta que no te ha montado un pollo de mil pares de narices y ha evaluado tu reacción posterior. Así que cuando llegue la primera dichosa situación de conflicto, piensa que no es una bronca (la primera), no; es una evaluación. Ten cuidado porque te la juegas.
- Desconocer como funciona la atracción para las mujeres. Siempre olvidamos que ellas son diferentes a nosotros, sobre todo en este apartado. Tendemos a pensar que ellas también le dan muchísima importancia al físico, y es verdad; pero sería un craso error considerarlo la única variable que consideran. En ellas el atractivo masculino radica en tantos puntos que ni ellas mismas saben muy bien en que cosas. Momento estelar es el día que eres presentado en sociedad a sus amigas de toda la vida. Si después de ese momento, ella no se siente envidiada por sus amigas (aunque sea mentira), mal lo llevas. Si pasas la reválida, desde luego hay algo que no suele fallar: si la haces reír todos los días, ya tienes mucho ganado.
- Darle todo el poder a la mujer. Si crees que ella se sentirá bien con alguien que se deja pisotear por su pareja estás gravemente perdido amigo, y el único sentimiento que florecerá en ese momento será el de la lástima de ella hacia ti. Gracias a este sentimiento se han logrado grandes cosas (sobre todo al inicio de la relación), cierto, pero conviene no instalarse en él. Cuestión distinta es el apartado domestico. Ahí si que las gusta mandar y, desengáñate, terminaran mandando te pongas como te pongas. Tienen muchisimo mas tesón y muchisima menos paciencia que cualquier varón.
- Tratar de comprar su afecto con regalos. Además de que tu cartera será la perjudicada, provocará en ella una sensación de rutina e insatisfacción que no tendrá limites; una especie de "mono". Por muchos regalos y prevendas que realices, nunca calmarás su sed. Ahora, eso si, no olvides cumpleaños, Sanvalentines, aniversarios, etc. Esto ultimo si que no lo perdonan.
- Abrirte sentimentalmente muy temprano en la relación. Aunque este factor si llega a funcionar positivamente algunas veces, hay otro lado de la moneda, y es que vas a proporcionarle demasiados datos al "enemigo". Hay que gestionar y dosificar muy bien la información emocional mas profunda de tu disco duro (el otro tipo de información muéstrala sin reparos, si lo va a averiguar rápidamente; es como un deporte para ellas). Dado que a una mujer nunca lograrás entenderla del todo ( es mas, y hasta ellas mismas se autosorprenden casi a diario con una faceta suya desconocida), no conviene mostrar todas las cartas desde el principio. Ellas, además de poder usar dicha información maquiavélicamente incluso años después, prefieren aprender algo nuevo de ti cada día, prefieren que te hagas el interesante. Llevan a rajatabla aquello de que "las sorprendan".
- Desconocer lo que hacer exactamente en cada situación con una chica. Las mujeres, excepto en la primera cita, siempre saben lo que estamos pensando (o creen saberlo, lo cual es casi mas peligroso) y por eso van un paso por adelante de nosotros. Esto nos exige tener preparado lo que haremos en cada movimiento, claro sin dejar de lado ese punto de espontaneidad que tanto les encanta. Lo que hagas, aunque te equivoques, hazlo con convicción. No te valdrá de mucho, pero al menos la confundirás con tu seguridad unos instantes.
- Pensar que las apariencias y el dinero lo son todo para ellas. Esta es la tópica idea errónea con la que solemos afrontar una relación y debe desaparecer lo más pronto de tu cabeza. Es una idea un tanto casposa, caduca y trasnochada. La personalidad juega un papel muy importante aquí; dificilmente enamoraras a una mujer sin que aparezcan en la relación conceptos como la admiración, el respeto y la confianza. Y la mejor forma de hacérselo notar es usar correctamente el lenguaje (también el corporal). Recuerda lo que ya te decían los abuelos: a una mujer se la conquista por el oído, por la vista también lógicamente, pero fundamentalmente por el oído.
- Olvidar que le encanta que la convenzas de que te gusta sobremanera. Si hasta a las menos atractivas les gusta escuchar un piropo, imagínate a tu pareja (que por definición no debería resultarte fea). Deben sentirse apetitosas las 24 horas. No solo deben sentirse apetitosas, quieren escucharlo de tu boca. Parte de esa necesidad lo satisfacen ellas mismas con perfumes, vestuario, potingues, peluquería, maquillaje, etc pero otra parte forma parte de tu responsabilidad. No es necesario que pongas una alarma en el móvil que te lo recuerde (no quedaría natural ni espontáneo) pero trata de decirle bondades cada vez que se lo merezcan y ....... sinceramente.
- No pedir ayuda o consejo en lo emocional. Los varones solemos sobrellevar la relación en solitario y en eso nos ganan por goleada. Cualquiera de sus amigas saben casi lo mismo de ti que tu madre o ella misma. No dudes en acudir a un buen amigo o familiar si algo te preocupa. Conviene que sea varón, eso si; si acudes a una mujer, ten en cuenta que ellas son muy corporativas y terminarías la consulta con mas dudas si cabe.
- No saberte mover entre los extremos. Lo que las mujeres quieren, es un hombre comodín (no confundir con comodón). Aquel que lea su pensamiento antes de abrir la boca. Alguien que con mirarlas sepa si se encuentra bien o mal, alegres o tristes, con ganas de charlar o simplemente de permanecer en silencio pero que nunca les preguntes (¿o si?. Bueno, arriésgate). Quieren un hombre que les dé la contra en las cosas poco importantes, pero que les dé la razón en todas las cuestiones importantes. Quieren un hombre que lleve la delantera de la relación, pero que siempre parezcan ser concientes que la llevan porque ellas así lo han decidido. Quieren un caballero, que no tenga miedo de soltar un "carajo" cuando haga falta, pero sensibles y considerados. Quieren un hombre valiente, que sepa defenderlas, pero no un machito que salte encima de todo aquel que las mira libidinosamente. Quieren a un hombre celoso, pero no enfermo mental. Un hombre liberal que jamás les prohiba salir con sus amigas, pero que siempre se ofrezca a acompañarlas. Esto, probablemente, es lo mas difícil de conseguir. Lo válido hoy en una situación concreta puede resultar equivocada mañana en la misma situación.
CÓMO HACER A UN HOMBRE Y/O A UNA MUJER FELICES:
CÓMO HACER FELIZ A UN HOMBRE:
1. Hacer el amor con él
2. Dejarlo en paz de vez en cuando
puede que se me haya olvidado algo, pero creo que he sido exhaustivo. Algunos hombres son, incluso, mas simples y les basta con uno de los dos puntos.
CÓMO HACER FELIZ A UNA MUJER:
En realidad no es demasiado difícil, ya que para hacer feliz a una mujer, un hombre sólo necesita ser:
1. un amigo
2. un compañero
3. un amante
4. un hermano
5. un padre
6. un maestro
7. un chef
8. un electricista
9. un fontanero
10. un mecánico
11. un carpintero
12. un decorador
13. un estilista
14. un sexólogo
15. un ginecólogo
16. un psicólogo
17. un exterminador de plagas
18. un psiquiatra
19. un curandero
20. un buen oyente
21. un organizador
22. un buen padre
23. muy limpio
24. simpático
25. atlético
26. ardoroso
27. atento
28. galante
29. inteligente
30. gracioso
31. creativo
32. tierno
33. fuerte
34. comprensivo
35. tolerante
36. prudente
37. ambicioso
38. capaz
39. valiente
40. determinado
41. sincero
42. divertido
43. apasionado
Sin olvidarnos de:
44. dar cumplidos regularmente
45. ir de compras con ella
46. ser honesto
47. darle seguridad
48. no estresarla
49. no mirar otras mujeres
Y, AL MISMO TIEMPO, TAMBIÉN DEBE:
50. prestarle mucha atención
51. otorgarle un montón de tiempo,
sobre todo tiempo para sí misma
52. darle mucho espacio, nunca
teledirigirla aunque ella lo haga contigo.
PERO SOBRE TODO ES MUY
IMPORTANTE:
53. nunca olvidar
* cumpleaños
* aniversarios
* día de San Valentín
* acuerdos que establece (importantes o no).
AH, TODO ESTO SE FACILITA MUCHO SI ERES MUY, MUY, MUY SOLVENTE
la ciencia lo confirma:
una mujer y un hombre heterosexuales no pueden ser “solo amigos”, y si es así ............... es por culpa de él
Definitivamente, la ciencia se ha puesto al servicio de temas "importantisimos" para el ser humano y un estudio científico ha analizado la "verdadera" amistad entre un hombre y una mujer heterosexuales, encontrando, sorpresivamente, que esta relación es experimentada de manera muy distinta por uno y otro (fititú que cosa):
mientras que para los hombres la atracción sexual siempre es una constante, las mujeres prefieren pensar en la tranquilizadora idea de que esa relación es poco o nada sexual.
La amistad inocente entre un hombre y una mujer heterosexuales (y por inocente quiero decir sin ningún tipo de intención o búsqueda sexual de uno para otro), comportamiento que popular y tradicionalmente se viene considerando irreal, imposible, una coexistencia pacífica y platónica que, cuando se da, solo es porque en el fondo se oculta un intenso deseo sexual reprimido por ambas partes.
Sea como fuere, este dilema fue analizado recientemente por un grupo de científicos de la Universidad de Wisconsin (siempre me gustó el nombre de este estado, "guisconsin"; como el de "aiogua", el de "guallomin" o el de "aidajo", me parecen de risa) en Estados Unidos, para saber qué de cierto hay en todo esto. El estudio consistió en reunir a 88 parejas de estudiantes universitarios con hormonas sanas y en plena forma (es decir saltarinas), hacerles una serie de preguntas malintencionadas pero clarificadoras tanto por separado como frente a frente sobre los sentimientos románticos que pudieran o no haber tenido hacia el otr@ con quien acudieron al laboratorio, respuestas que después fueron clasificadas, para no aburrir, en tres categorías: Ninguna atracción, Moderadamente atraíd@ y Extremadamente atraíd@, diferenciando también entre atracción, estima y deseo.
Asimismo, se realizó un historial tan completo como fuera posible de la interacción cotidiana que cada participante había tenido con el otr@, las circunstancias en que est@s se habían conocido (trabajo, escuela, infancia, etc.), el tiempo que había durado su amistad, las emociones involucradas en la relación y otras variables que ofrecieran un cuadro completo sobre el asunto.
De acuerdo con los resultados obtenidos, lo más interesante fue que hombres y mujeres somos para esto, como para otras tantas cosas,completamente diferentes; esto es, hombres y mujeres actuan/amos, piensan/amos y se interelacionan/amos de forma diferente (si no pongo el "/amos" parece que yo soy un bicho raro, extraterrestre, hermafrodita, o que se yo - pero tranquilos; no lo pondré mas para no marear). Como era de esperar, son los hombres quienes sienten mucha más atracción hacia sus amigas. La testosterona estaba siempre presente y era difícil obviarla; los estrógenos, sin embargo, no siempre acudían a la cita (o si acudían, les dolía la cabeza). La hipófisis masculina (me he enterao, es la que controla estas cosas y curiosamente se encuentra en la cabeza, la de pensar) está siempre en marcha, mientras que la femenina (que también se encuentra en la cabeza) se toma su tiempo. Igualmente son los hombres quienes tienden mas a pensar que sus amigas también se sienten atraídas hacia ellos, un malentendido que, al parecer, es endémico en nosotros.
Paradójicamente, las mujeres en general se encuentran el punto exactamente opuesto: sienten poca o ninguna atracción por sus amigos hombres y suponen que esta falta de atracción es mutua, cándidas ellas. Por otro lado, parece ser que a los hombres les fastidia mucho más el estatus de “solo amigos”, inmediatamente quieren pasar al "amigos con derecho", pareja, etc y a ser posible, sin pasar por lo de "pagafantas".
“Los hombres consistentemente sobrevaluan el nivel de atracción sentido por sus amigas mujeres y las mujeres consistentemente subestiman el nivel de atracción sentido por sus amigos hombres”. Es decir el hombre actúa (casi) siempre como si de un macho "alfa" se tratara y la mujer como si "pasara por allí". Esto hace que lo que para una mujer es simple y cotidiano, para el hombre es complejo y excepcional. ¿La mujer simple y el hombre complejo?. Esto es nuevo ¿no?, pues parece que para esto si.
Este estudio muestra la diferencia con que un mismo hecho o circunstancia (en este caso una relación personal sin mas) es experimentado por quienes lo protagonizan: con platonismo en ambas partes, solo que en el hombre desde la esperanza de que “algo pueda suceder”, de que "esto es así aquí y ahora pero mas adelante y en otras circustancias .........." y en la mujer desde el ideal (tranquilizante, se autoconvencen ellas) de que ahí "nada puede suceder" y si sucede es porque algo en ella habrá cambiado.
[Scientific American]
Definitivamente, y aunque aquí lo trate de explicar en clave de humor y con mis propias palabras, existen estudios científicos que demuestran que NO SON IGUALES.
Ya sé, podría remitiros al enlace donde se explica esto desde un punto de vista "razonable" (farragoso, también; los interesados podéis verlo aquí) y hubiera terminado, pero me gustaría explicarlo más coloquialmente y, espero que se note, con el sentido del humor que, supuestamente, me debió acompañar en mi único viaje con la cigüeña.
Y para ello, me gustaría empezar por el cerebro de los hombres. DEJADME QUE SEA DESCORTÉS, es sólo un instante y pasaré enseguida al cerebro de las mujeres, lo prometo o aseguro (no sé jurar).
El cerebro de los hombres es verdaderamente singular, único. El cerebro de los hombres está hecho de pequeñas cajas. Y tenemos, DEJADME también QUE HABLE EN PRIMERA PERSONA al referirme a él, una caja para cada cosa. Tenemos una caja para el coche, otra para el hogar, otra para el trabajo, otra para nuestros hobbies, otra para cada uno de los que nos rodean, e incluso ....una para la madre de nuestra pareja en algún lugar del sótano de nuestro cerebro. Tenemos cajas por todos lados, muchas veces acompañadas de puro desorden. Y si, tenemos muchas cajas, ....pero sólo una regla de almacenamiento: que las cajas no se toquen entre si. Cuando los hombres tratamos un tema en particular, vamos a la caja adecuada, la sacamos, la abrimos, y discutimos sólo sobre lo que se encuentra en esa caja. De ninguna otra cosa. Luego, cuando terminamos, cerramos otra vez la caja, y la ponemos con mucho cuidado más o menos donde estaba para procurar que siga ahí, sin tocar a ninguna otra de nuestras cajas.
Pero el cerebro de las mujeres es muy distinto al de los hombres. Aquí, para evitar malentendidos, debo añadir que ni mejor ni peor, pero ciertamente distinto. El cerebro de las mujeres es una caja, y sólo una, que contiene una enorme cantidad de cables. ¡¡¡¿Cables?!!!. Si, cables, y todo esta conectado entre si ... todo con todo. El trabajo está conectado con el hogar, el hogar con el coche, el coche a los niños, los niños a tu madre (su suegra), tu madre con una señal de peligro .... y así, sucesivamente.
¿Y que conecta todas esas cosas? ¿Los cables? Noooo, eso seria demasiado simple y siguiéndolos podríamos llegar a entenderlas. No, eso no puede ser, los cables están ahí como de pega, para que no parezca que la única caja de la que disponen está vacía. Lo que verdaderamente conecta todo con todo en la cabeza de una mujer es una energía especial, de la que ellas disponen "apuntapala", y a la que se le viene llamando "EMOCIONES". Esto es la causa, por ejemplo, de que las mujeres sean capaces, y tiendan inexorablemente, a recordarlo todo, absolutamente todo (por mucho tiempo que haya pasado desde que ocurrieran los hechos). Porque si tomas un evento, y lo conectas a una emoción, se conservara en la memoria para siempre.
Lo mismo podría ocurrir con el cerebro de los hombres, lo que pasa es que este fenómeno, el de unir un hecho en concreto con una emoción determinada, no es tan habitual en nosotros. A veces, es un fenómeno desconocido para algunos. Porque, seamos sinceros y francos, nada nos importa demasiado. Demasiado lo que es demasiado, nunca. No entremos, por favor, en si afortunada o desgraciadamente. Lo cierto es que (casi) todo y a (casi) todos nos la refanfinfla, según de qué cosa se trate.
Pero hay una diferencia esencial entre el cerebro de los hombres y de las mujeres, algo que la mayoría de las mujeres ni siquiera sospecha pero que, sin embargo, odian sobremanera sin saber el motivo. Y AHÍ VA LA NOTICIA: el hombre dispone de una caja especial, tal vez su favorita y que, para vuestra sorpresa, ¡¡¡no contiene nada, absolutamente nada!!!. De hecho (sabedlo chicas, imagino que no me guardareis el secreto pero que le vamos a hacer), es una de las que más usamos y que más nos reconforta. La podemos llamar "La Caja de la Nada", la "Nothing Box" para los científicos, la "Boîte de la Rien" para los más cursis. Esta caja es la causante de que a veces hagamos cosas típicas de hombres, sencillitas, como por ejemplo, pescar (actividad poco energética donde las haya), o andar como zombies durante horas detrás de vosotras en vuestras compras, o ver la tele sin saber muy bien lo que miramos hasta que se cruza un bonito culo femenino por la pantalla, .... Puede parecer aburrido, pero nos encanta.
Podemos estar con el mando a distancia de la tele accionándolo continuamente sin pararnos en ningún programa, haciendo zaping salvaje. Y claro, .....esto enerva a las mujeres.
- ¡¡¡Paraaaaa!!!, es imposible que estés mirando algo
- ¿Eiiiin?
- ¡¡Y mucho menos que yo pueda seguirte!!
- Ya, pero es que no estoy mirando nada
- Aiiiiins, me voy (algunas añaden "y tú te vienes conmigo, hala vamos")
Hace algunos años, la Universidad de Pennsylvania (otras más cercanas como la de Carlos III en Madrid, también, y que analizó a 949 paisanos nuestros de 8 a 42 años), hizo un estudio y descubrió que los hombres tienen la rara habilidad de poder no pensar en nada, nada de nada, absolutamente en nada, .... y aun así, respirar (algunos incluso pestañean o se tocan los coj...). Pero sin estar muertos, vaya. Las mujeres no pueden hacerlo (o no quieren, no se sabe aun muy bien). Lo cierto es que su mente nunca se detiene, nunca descansa. Ademas, no disponen de la famosa "Nothing Box". Y esa diferencia, bastante de las veces, las vuelve locas. Nada enloquece más a una mujer, nada la irrita más, que ser testigos de un hombre practicando su actividad favorita: el no hacer nada.
Algunas mujeres dicen: "Jo, .... ¡¡cómo me gustaría entrar en esa caja que tienen los hombres y arreglar el asunto de una vez por todas!! Y entrarían si, pero ¿que dirían?: "¿Sabes que?, que a esta caja le faltan algunas fotos, .... y aquí estaría muy requetebién una mesita, unas cortinas y unas flores".
También tenemos formas distintas, mujeres y hombres, de manejar o gestionar nuestros respectivos estrés. Cuando un hombre está estresado, lo que mas le apetece es ir a su famosa y querida Caja de la Nada, su balsamo reparador. Cuando un hombre se encuentra manejando esta caja, en estado vegetativo, suele recibir una pregunta de su pareja:
- ¿En qué estás pensando?
- En nada
Esto suele descolocar a la par que irritar (por desconcertante) a la mujer que le apremia:
- ¡¡¿Como puedes estar pensando en nada?!!. En algo debes pensar, ¿no?
- Pues no, no estoy pensando en nada
- mmmm, eso es imposible, eres un caso raro de narices
Sin embargo, cuando la mujer está estresada, tiende a contarlo. Si no lo hiciera, su cerebro, sencillamente, explotaría. Y eso nunca se ha dado, ¿verdad?. ¿Y por qué nunca se ha dado? (Ni siquiera se dio esa leyenda urbana que afirmaba que las tetas de la Obregon estallaron a no sé cuantos pies de altura por la presión atmosférica, figuraos ésto). Pues si no estallan sus cabezas es porque lo cuentan, abiertamente o dando sólo pistas, que esa es otra. Mejor que los que la rodeen en ese momento se den cuenta, pero si no es así no importa, ya se encarga ella de proclamarlo a los cuatro vientos y que se note. Tal vez por eso, existen dos cosas que le molestan a la mujer cuando está estresada:
1).- Que la pregunten por qué está estresada
2).- Que no la pregunten por qué está estresada
Y tal vez por eso también, los hombres nos vemos obligados a interesarnos por los problemas de las mujeres que figuran en nuestro ámbito de responsabilidad cuando advertimos/nos advierten de que tienen algun problema. ¿Interesarte por los de la vecina del cuarto?. Nooooo, ¡¡¿estáis locos?!!. Eso mejor dejárselo al vecino del cuarto, no fastidiéis. Cada cual con su responsabilidad, que cada palo aguante su vela.
Los hombres suelen contarle sus problemas a otro hombre de su confianza, aunque nunca problemas de alcoba (esto ultimo, a su Caja de la Nada si procediera). Pero las mujeres son menos selectivas para esto, y cuentan con multitud de "asesores" aunque, que les haga caso a alguno de ellos, ya es otro cantar. Chicos, me lo ha dicho un pajarito, y estoy por creerle: cuando os sintáis obligados a ayudar a una mujer con sus problemas, limitaros a escucharla. Entrenad si es necesario, pero sólo limitaros a escucharla. Puede que, siguiendo una lógica lógica (valga la aplastante redundancia), creáis que debéis hacer algo .... pero uooo, uooo, uooo, ERROR, crasso error. Tened en cuenta que no quieren tu consejo, ni siquiera tu ayuda o que hagas algo, sólo quieren que te calles y escuches (si puede ser, con cara de atención mejor, que lo notan).
PD/ Supongo que, a la hora de leer estas reflexiones (que hay que leer, dicho sea de paso y como expliqué al principio, con sentido del humor; al menos, con sentido del humor se han querido escribir), se ha producido un doble alineamiento, dos bandos con muy parecido numero de efectivos. No me preocupa la adhesión de los hombres, adhesión que doy por cierta o al menos supuesta, lo que me preocupa es la (presunta y posible) animadversión de (algunas de) las mujeres. Sed comprensivas y magnánimas conmigo, porfa. Si en el fondo (algun@s sabéis que) soy majete ...
CEREBROS DE HOMBRES Y MUJERES
Definitivamente, y aunque aquí lo trate de explicar en clave de humor y con mis propias palabras, existen estudios científicos que demuestran que NO SON IGUALES.
Ya sé, podría remitiros al enlace donde se explica esto desde un punto de vista "razonable" (farragoso, también; los interesados podéis verlo aquí) y hubiera terminado, pero me gustaría explicarlo más coloquialmente y, espero que se note, con el sentido del humor que, supuestamente, me debió acompañar en mi único viaje con la cigüeña.
Y para ello, me gustaría empezar por el cerebro de los hombres. DEJADME QUE SEA DESCORTÉS, es sólo un instante y pasaré enseguida al cerebro de las mujeres, lo prometo o aseguro (no sé jurar).
El cerebro de los hombres es verdaderamente singular, único. El cerebro de los hombres está hecho de pequeñas cajas. Y tenemos, DEJADME también QUE HABLE EN PRIMERA PERSONA al referirme a él, una caja para cada cosa. Tenemos una caja para el coche, otra para el hogar, otra para el trabajo, otra para nuestros hobbies, otra para cada uno de los que nos rodean, e incluso ....una para la madre de nuestra pareja en algún lugar del sótano de nuestro cerebro. Tenemos cajas por todos lados, muchas veces acompañadas de puro desorden. Y si, tenemos muchas cajas, ....pero sólo una regla de almacenamiento: que las cajas no se toquen entre si. Cuando los hombres tratamos un tema en particular, vamos a la caja adecuada, la sacamos, la abrimos, y discutimos sólo sobre lo que se encuentra en esa caja. De ninguna otra cosa. Luego, cuando terminamos, cerramos otra vez la caja, y la ponemos con mucho cuidado más o menos donde estaba para procurar que siga ahí, sin tocar a ninguna otra de nuestras cajas.
Pero el cerebro de las mujeres es muy distinto al de los hombres. Aquí, para evitar malentendidos, debo añadir que ni mejor ni peor, pero ciertamente distinto. El cerebro de las mujeres es una caja, y sólo una, que contiene una enorme cantidad de cables. ¡¡¡¿Cables?!!!. Si, cables, y todo esta conectado entre si ... todo con todo. El trabajo está conectado con el hogar, el hogar con el coche, el coche a los niños, los niños a tu madre (su suegra), tu madre con una señal de peligro .... y así, sucesivamente.
¿Y que conecta todas esas cosas? ¿Los cables? Noooo, eso seria demasiado simple y siguiéndolos podríamos llegar a entenderlas. No, eso no puede ser, los cables están ahí como de pega, para que no parezca que la única caja de la que disponen está vacía. Lo que verdaderamente conecta todo con todo en la cabeza de una mujer es una energía especial, de la que ellas disponen "apuntapala", y a la que se le viene llamando "EMOCIONES". Esto es la causa, por ejemplo, de que las mujeres sean capaces, y tiendan inexorablemente, a recordarlo todo, absolutamente todo (por mucho tiempo que haya pasado desde que ocurrieran los hechos). Porque si tomas un evento, y lo conectas a una emoción, se conservara en la memoria para siempre.
Lo mismo podría ocurrir con el cerebro de los hombres, lo que pasa es que este fenómeno, el de unir un hecho en concreto con una emoción determinada, no es tan habitual en nosotros. A veces, es un fenómeno desconocido para algunos. Porque, seamos sinceros y francos, nada nos importa demasiado. Demasiado lo que es demasiado, nunca. No entremos, por favor, en si afortunada o desgraciadamente. Lo cierto es que (casi) todo y a (casi) todos nos la refanfinfla, según de qué cosa se trate.
Pero hay una diferencia esencial entre el cerebro de los hombres y de las mujeres, algo que la mayoría de las mujeres ni siquiera sospecha pero que, sin embargo, odian sobremanera sin saber el motivo. Y AHÍ VA LA NOTICIA: el hombre dispone de una caja especial, tal vez su favorita y que, para vuestra sorpresa, ¡¡¡no contiene nada, absolutamente nada!!!. De hecho (sabedlo chicas, imagino que no me guardareis el secreto pero que le vamos a hacer), es una de las que más usamos y que más nos reconforta. La podemos llamar "La Caja de la Nada", la "Nothing Box" para los científicos, la "Boîte de la Rien" para los más cursis. Esta caja es la causante de que a veces hagamos cosas típicas de hombres, sencillitas, como por ejemplo, pescar (actividad poco energética donde las haya), o andar como zombies durante horas detrás de vosotras en vuestras compras, o ver la tele sin saber muy bien lo que miramos hasta que se cruza un bonito culo femenino por la pantalla, .... Puede parecer aburrido, pero nos encanta.
Podemos estar con el mando a distancia de la tele accionándolo continuamente sin pararnos en ningún programa, haciendo zaping salvaje. Y claro, .....esto enerva a las mujeres.
- ¡¡¡Paraaaaa!!!, es imposible que estés mirando algo
- ¿Eiiiin?
- ¡¡Y mucho menos que yo pueda seguirte!!
- Ya, pero es que no estoy mirando nada
- Aiiiiins, me voy (algunas añaden "y tú te vienes conmigo, hala vamos")
Hace algunos años, la Universidad de Pennsylvania (otras más cercanas como la de Carlos III en Madrid, también, y que analizó a 949 paisanos nuestros de 8 a 42 años), hizo un estudio y descubrió que los hombres tienen la rara habilidad de poder no pensar en nada, nada de nada, absolutamente en nada, .... y aun así, respirar (algunos incluso pestañean o se tocan los coj...). Pero sin estar muertos, vaya. Las mujeres no pueden hacerlo (o no quieren, no se sabe aun muy bien). Lo cierto es que su mente nunca se detiene, nunca descansa. Ademas, no disponen de la famosa "Nothing Box". Y esa diferencia, bastante de las veces, las vuelve locas. Nada enloquece más a una mujer, nada la irrita más, que ser testigos de un hombre practicando su actividad favorita: el no hacer nada.
Algunas mujeres dicen: "Jo, .... ¡¡cómo me gustaría entrar en esa caja que tienen los hombres y arreglar el asunto de una vez por todas!! Y entrarían si, pero ¿que dirían?: "¿Sabes que?, que a esta caja le faltan algunas fotos, .... y aquí estaría muy requetebién una mesita, unas cortinas y unas flores".
También tenemos formas distintas, mujeres y hombres, de manejar o gestionar nuestros respectivos estrés. Cuando un hombre está estresado, lo que mas le apetece es ir a su famosa y querida Caja de la Nada, su balsamo reparador. Cuando un hombre se encuentra manejando esta caja, en estado vegetativo, suele recibir una pregunta de su pareja:
- ¿En qué estás pensando?
- En nada
Esto suele descolocar a la par que irritar (por desconcertante) a la mujer que le apremia:
- ¡¡¿Como puedes estar pensando en nada?!!. En algo debes pensar, ¿no?
- Pues no, no estoy pensando en nada
- mmmm, eso es imposible, eres un caso raro de narices
Sin embargo, cuando la mujer está estresada, tiende a contarlo. Si no lo hiciera, su cerebro, sencillamente, explotaría. Y eso nunca se ha dado, ¿verdad?. ¿Y por qué nunca se ha dado? (Ni siquiera se dio esa leyenda urbana que afirmaba que las tetas de la Obregon estallaron a no sé cuantos pies de altura por la presión atmosférica, figuraos ésto). Pues si no estallan sus cabezas es porque lo cuentan, abiertamente o dando sólo pistas, que esa es otra. Mejor que los que la rodeen en ese momento se den cuenta, pero si no es así no importa, ya se encarga ella de proclamarlo a los cuatro vientos y que se note. Tal vez por eso, existen dos cosas que le molestan a la mujer cuando está estresada:
1).- Que la pregunten por qué está estresada
2).- Que no la pregunten por qué está estresada
Y tal vez por eso también, los hombres nos vemos obligados a interesarnos por los problemas de las mujeres que figuran en nuestro ámbito de responsabilidad cuando advertimos/nos advierten de que tienen algun problema. ¿Interesarte por los de la vecina del cuarto?. Nooooo, ¡¡¿estáis locos?!!. Eso mejor dejárselo al vecino del cuarto, no fastidiéis. Cada cual con su responsabilidad, que cada palo aguante su vela.
Los hombres suelen contarle sus problemas a otro hombre de su confianza, aunque nunca problemas de alcoba (esto ultimo, a su Caja de la Nada si procediera). Pero las mujeres son menos selectivas para esto, y cuentan con multitud de "asesores" aunque, que les haga caso a alguno de ellos, ya es otro cantar. Chicos, me lo ha dicho un pajarito, y estoy por creerle: cuando os sintáis obligados a ayudar a una mujer con sus problemas, limitaros a escucharla. Entrenad si es necesario, pero sólo limitaros a escucharla. Puede que, siguiendo una lógica lógica (valga la aplastante redundancia), creáis que debéis hacer algo .... pero uooo, uooo, uooo, ERROR, crasso error. Tened en cuenta que no quieren tu consejo, ni siquiera tu ayuda o que hagas algo, sólo quieren que te calles y escuches (si puede ser, con cara de atención mejor, que lo notan).
PD/ Supongo que, a la hora de leer estas reflexiones (que hay que leer, dicho sea de paso y como expliqué al principio, con sentido del humor; al menos, con sentido del humor se han querido escribir), se ha producido un doble alineamiento, dos bandos con muy parecido numero de efectivos. No me preocupa la adhesión de los hombres, adhesión que doy por cierta o al menos supuesta, lo que me preocupa es la (presunta y posible) animadversión de (algunas de) las mujeres. Sed comprensivas y magnánimas conmigo, porfa. Si en el fondo (algun@s sabéis que) soy majete ...
TIPOS DE POLLAS
TIPOS DE COÑOS
Canción "Coños" de El Chivi
LAS DIEZ RAZONES POR LAS CUALES ES A VECES PREFERIBLE UNA CERVEZA A CIERTAS MUJERES (repito ciertas mujeres):
1. Con una cerveza no tienes que fingir que te ha gustado.
2. Con una cerveza no hace falta preocuparse de si el tamaño sí es importante.
3. La tripa que te deja la cerveza no tiene efectos secundarios ni hay que peinarlos para ir al colegio.
4. Siempre será mejor una cerveza amarga que una mujer amargada.
5. A la cerveza no hay que calentarla previamente; es mas, se toma fría.
6. Puedes cambiar de marca de cerveza las veces que te dé la gana sin que nadie te hable de fidelidades.
7. Los gases de la cerveza son siempre naturales y saben estar en su sitio.
8. Con una cerveza puedes estar seguro de que si le quitas la etiqueta a la botella, al cristal no le va a salir ningún michelín.
9. Después de la primera cerveza, la segunda cerveza no cansa nada, ni la tercera, ni la cuarta, ni la quinta…
10. Y por último, siempre será mejor una lata de cerveza que una lata de mujer.
El Top 10 de las “mentiras” sexuales
1) Masturbarse con mucha frecuencia provoca acné.
Durante décadas, los padres y educadores intentaron reprimir la libre expresión sexual de los más jóvenes con todo tipo de mentiras. La masturbación, al ser la práctica más socorrida y fácil de consumar, fue también la más difamada. Se llegó a decir que si alguien se hacía demasiadas pajas podía sufrir, entre otras cosas, epilepsia, ceguera, pérdidas de memoria, torcedura de pene, degeneración nerviosa, demencia, infertilidad, impotencia, mongolismo, epilepsia y, ya en casos de onanismo extremo, incluso la muerte. Algunas abuelas, llegaban a decir: “No te toques, Fulanito, que te van a salir pelos en las palmas de las manos”. Por supuesto, es todo mentira y ya no hay nadie que se crea estas falacias.
2) Los hombres son más infieles que las mujeres.
Todo lo contrario: las mujeres son más infieles que los hombres, sólo que mienten mejor y son muchísimo más discretas. Un hombre no se sabe callar y, en cuanto echa una cana al aire, corre al bar a relatar la faena ante los amigotes. Pero, como dice Gisela Runte en su libro ¿Por qué somos infieles las mujeres?, los cuernos de mujer “son bastante más frecuentes de lo que imaginamos”.
3) Si no hay eyaculación, no hay embarazo.
¿Cuántos seres humanos deben su atormentada existencia a esta paparrucha sexual? Podemos presumir que muchos, puñados. La idea de que se puede penetrar a una mujer sin preservativo y sacar el pene poco antes del orgasmo para eyacular fuera y evitar un embarazo (la popular y socorrida “marcha atrás”) es muy temeraria y carece de base científica. La terrible verdad es que si no hay condones a mano, vas a tener que bajar a la farmacia de guardia a por un paquete, y vas a tener que embutir tu pene en él para no arriesgarte a un embarazo no deseado. Porque, sintiéndolo mucho, el líquido preeyaculatorio que el pene segrega cuando se pone en acción (con objeto de limpiar la uretra de los ácidos de la orina) contiene espermatozoides capaces de fecundar óvulos.
4) Los negros tienen más potencia sexual que los blancos.
Esta leyenda urbana se deriva de un hecho impepinable: es muy cierto que, por regla general, los varones de raza negra poseen miembros viriles de mayor tamaño que los hombres de otras etnias (del mismo modo que las mujeres de color poseen vaginas más profundas y elásticas). Lo que es mentira podrida es que sean más potentes. O, al menos, no existe a día de hoy ningún estudio científico que avale esta descabellada teoría. Es más, cualquier sexólogo con dos dedos de frente sabe que cuanto mayor es el tamaño de un pene, más difícil es conseguir una buena erección, ya que el corazón debe bombear más sangre a los cuerpos cavernosos.
5) Si una mujer no sangra en su primera relación sexual, es que no es virgen.
En los campamentos gitanos más tradicionales, aún existe la figura de la “ajuntaora”, una señora que cobra unos 600 euros por comprobar, en vísperas de una boda, si una gitanilla es virgen o no. Para ello le hace la prueba del pañuelo, introduciéndolo en las profundidades de la vagina de la novia. Si sale “manchado con tres rosas” (de sangre), la chica es virgen; si sale limpio, no lo es.
6) Los hombres con nariz grande ligan más y están mejor dotados.
Para nada. Una cosa es que ser narizón no sea obstáculo para que un hombre resulte atractivo a una mujer, y otra muy distinta que un señor ligue más por tener “la muerte del loro”. El mito se ha desmontado en una reciente encuesta realizada por Sexole.com, en la que se mostró a miles de chicas una fotografía de la prominente nariz de Javier Bardem y otra de una napia mucho más pequeña perteneciente a un hombre anónimo: el 90% de las encuestadas escogió la segunda.
7) Viagra es un afrodisíaco.
Las millonarias ventas de pastillas contra la disfunción eréctil (ya sea Viagra, Cialis o Levitra) y su gran éxito en el mercado negro, son síntoma inequívoco de la inmerecida fama del sildenafil: muchos hombres lo toman como una panacea que les hará disfrutar de una excitación sexual muy intensa a lo largo de mucho tiempo cuando, en realidad, lo único que hace Viagra es actuar sobre los cuerpos cavernosos del pene, inhibiendo una enzima llamada fosfodiesterasa V para bloquear la erección y mantener la virilidad a tope por más tiempo.
8) Pensar en personas desagradables o cosas aburridas es un remedio contra la eyaculación precoz.
Para nada, y no hay más que hacer la prueba. Estar en la cama penetrando a una diosa y pensar en las imágenes de un accidente de tráfico, en la cara de la suegra o en la última reunión de trabajo, no sólo impide al individuo perder la concentración y disfrutar menos del acto sexual que está perpetrando sino que puede surtir el efecto contrario y hacer que el eyaculador precoz se corra todavía más rápido que de costumbre.
9) Los espermatozoides de cada testículo producen hijos de diferente sexo.
Mucho se ha especulado sobre los trucos del almendruco para elegir el sexo de un bebé: unos decían que el misionero traía niños y si se ponía la mujer encima traía niñas, otros que si se copulaba con luna llena, sería niña, y si había cuarto menguante o creciente, sería niño.. En Oaxaca (México) las viejas aseguran que si la mujer hace el amor mojada con agua, nacerá una niña. O que si se come mucha carne nacerá niño y si se come mucho chocolate será niña. Pero, sin duda, la teoría más disparatada es la que dice que cada testículo alberga espermatozoides de un sexo diferente.
10) El semen engorda.
Esta paparrucha tiene, al menos, una base real: las muchas vitaminas, proteínas y aminoácidos que contiene el semen. Ciertamente, los espermatozoides flotan en una sanísima mezcla de fructosa, aminoácidos, calcio, sodio, potasio, ácido cítrico y fósforo, entre otras sustancias que componen el semen humano. Pero la cantidad de nutrientes que contiene el semen no son suficientes, ni de lejos, para alimentar a una persona.
Fuente:joediaz
RIKI LÓPEZ - EL BUSTO ES MIO
Mi novia suspiraba por poderse operar
lo que tiran mas que dos carretas
Estaba acomplejada desde la pubertad
En la pandi la llamaban "la planeta"
Y aunque a mi me bastaran así,
en aras de verla feliz
para San Valentín, me lucí
Le regalé la operación
Medio kilo en cada teta
Total casi un millón
de la antiguas pesetas
,
con la agravante
que le da a mi acción más mérito:
como buen currante
tuve que pedir un crédito
Y así fue como mi Mari
cambió de sonrisa
y de talla de sostén
Pasó de cero a cien
más deprisa que un ferrari.
También aumento su vida social
Tanto que en un mes
y sin motivo de queja
me viene con un "tenemos que hablar"
Me sienta en el sofá
y me suelta que me deja,
que necesita soledad
pa' que su mente se equilibre,
que me quiere pero no esta enamora'
que se va, que prefiere ser libre
Mentira que a la semana me entero
que está viviendo en Tetuan con un tal Casio
Mira que casualidad, el monitor de su gimnasio
Cornudo y apaleao,
me vi sin ella y sin saber
donde poner los brazos
Con cara de portero goleao
Aun me faltaban por pagar veintidós plazos
La llamé y le dije no hay derecho
esto no es justo
tiene delito y a los pechos me remito
Señorita que yo estoy pagando el busto
con el que otro pasa gusto
y me replica: santa rita, santa rita...
Es una mala mujer
Lo sé desde que no está a mi lado
Es una mala mujer,
y yo un hombre despechado
SI FOLLARAMOS MAS, JODERIAMOS MENOS
Nunca había entendido porqué las necesidades sexuales de los hombres y las mujeres son tan diferentes entre si... Nunca había entendido todas esas idioteces de que las mujeres son de Venus y los hombres de Marte. Y nunca había entendido porqué los hombres piensan con la cabeza y las mujeres con el corazón.
Pero....... una noche, mi pareja y yo nos fuimos a la cama. Y bueno, empezamos a acariciarnos, besarnos, etc. La cuestión era que ya estaba listo y en ese momento, me dice:
- Ahora no tengo ganas mi amor, sólo quiero que me abraces!.
Eso me lo dice con una cara de cínica ... Yo dije:
- ¿¿¿¿¿¿¿QUEEEEEEEE????????
Entonces me dijo las palabras mágicas de toda mujer:
- No sabes conectarte con mis necesidades emocionales como mujer.
¡NO JJOODDAAAAAASSSSSSSSSS! Al final, el asunto era que esa noche no iba a haber amor práctico, sólo teórico. Y yo decidí que tampoco iba a haber pelea, guarde los
aceites afrodisíacos, apagué las velas, quité el CD de Pablo Alborán (en esos momentos casi siempre me venía funcionando), apagué el equipo de
sonido, etc, etc ... Me dí una buena ducha con agua helada a ver si podía
calmar a la "bestia" y me puse a ver 'Discovery Channel', a todo volumen para no
dejar dormir a la hija de ......... mi suegra. Después de un rato me quedé dormido.....
Al día siguiente fuimos de compras a unos grandes almacenes. Me fui a ver
unos relojes mientras ella se probaba tres modelitos carísimos de marca. Como mujer que es, al final no lograba decidirse por uno u otro, y le dije que se llevara los tres. Flipó (claro). Entonces me dijo que necesitaba unos zapatos que le hicieran juego!; le contesté que me parecía bien. Luego fuimos a la sección de ropa sport, de donde salimos con unas chamarras con plumas y una bolsa de deportes, todo de marca también. ¡Estaba tan emocionada! ¡¡¡Yo creo que pensaba que me había vuelto loco.!!!
Incluso creo que me estaba poniendo a prueba cuando me pidió una faldita muy corta para jugar tenis (¡¡si no sabe cuantos puntos tiene un juego y mucho menos coger la raqueta!!). Pero bueno, yo estaba "magnanimo" ...... Entró en 'shock' cuando le dije:
- Cómprate todo lo que quieras, cielo.
Ella estaba casi excitada sexualmente después de todo ésto; entonces dijo la palabra mágica de toda mujer:
- Ven cariño, mi vida, mi sol... (y otras chorradas que dicen las mujeres con voz aterciopelada como de coletilla), vamos a la caja a pagar.
Fue aquí cuando, de repente faltando sólo una persona para pagar le dije:
- Mi amor, sabes que ..... Que creo que ahora no tengo ganas de comprar todo ésto.
De verdad, ojalá le hubierais visto la cara. Se quedó pálida cuando le dije:
- Tan solo quiero que me abraces.
Empezó a poner cara de que se iba a desmayar, se le paralizó la parte
izquierda del cuerpo, le dio un tic nervioso en el ojo derecho y le
dije:
- No sabes conectarte con mis necesidades financieras como hombre.
*Mandárselo a todos los hombres para que se partan de risa
*Mandárselo a las mujeres para que sepan lo que se siente (y de paso, les caiga antipático)
Definitivamente y en general, ¡¡si la gente follara más, jodería menos!!
PRECISIONES "VARONILES"
Siempre oímos hablar de "Las Reglas" del lado femenino, algunas de las cuales se repiten hasta la saciedad, haciendo creer a los hombres que son poco menos que idiotas, ya que necesitan de la reiteración. Y, claro, luego vienen los tan manidos mantras eternos: "Si es que no te enteras", "No me escuchas", "Me dices que si y luego haces lo que te da la gana", "Pues (tal o cual) tiene a su mujer como una reina", .......
Pero ahora expondré nuestras precisiones, las de los varones heterosexuales occidentales, que no nuestras reglas (no solemos usar de eso ni entre nosotros); y que son precisiones, insisto, del lado masculino y heterosexual de la sociedad española y de nuestro entorno. Lo siento, no puedo hablar de las relaciones de pareja en Timor oriental y lugares parecidos por no estar muy familiarizado con las costumbres en esos países.
Y no las numero a propósito para no dar lugar a equivoco; cualquiera de ellas es importante en si misma, no hay orden de importancia. A saber:
-. Los hombres no sabemos leer la mente, máxime cuando esa mente es compleja. Somos mucho mas pragmáticos que todo eso. Si significa si, no significa no, bien significa bien, mal sig ...............
-. Sabemos la diferencia entre arriba y abajo, sobre todo los que crecimos con Barrio Sésamo. No es tan difícil de entender. Nosotros necesitamos la tapa del váter arriba, las mujeres la necesitan abajo. Hasta ahí todo bien; si esta levantada, pues se baja; y si esta bajada, pues se sube. Nunca se oirá a un varón quejarse de encontrarla bajada.
-. Llorar en una discusión es chantaje. Y además es trampa, porque los hombres jamas utilizarían esa arma emocional en un razonamiento.
-. Se debe utilizar el lenguaje claramente, aprovechando que el castellano es una de las lenguas mas ricas en vocablos. ¡¡¡Las sugerencias sutiles, engañosas o subliminales no funcionan (casi) nunca!!!
-. "Si" y "no", concretamente eso, si y no ........ son respuestas debidamente aceptables para (casi) cualquier pregunta. "No se", "puede" o "tal vez" se deben utilizar lo menos posible para un mayor entendimiento mutuo.
-. Lo que no entendemos hoy, mañana es, incluso, menos entendible.
-. Intentar la “domesticación”. Tomad buena nota, porque esto es, con diferencia, lo que más les irrita a los hombres y la causa de que terminen alejandose de sus parejas: cambiarle, modelar su conducta para que se adapte a lo "correcto", intentar que abandone sus sueños, hobbies o sus amistades, que deje de ser él mismo en suma, no es aconsejable ni, mucho menos, inteligente. Eso suele pagarse tarde o temprano muy caro, porque o bien se le anula como persona y se obtiene un perfecto idiota (aunque en apariencia parezca complacido), o bien huirá y asegurará no volver jamás a estar con una mujer así. Si esa presunta "domesticación" se produce con éxito, también la mujer saldrá perdiendo: en vez de un compañero tendrá a su lado a un robot incapaz de pensar por si mismo, con lo que de aburrido ello conlleva … o se quedará sola y aún se preguntará por qué, con todo lo que hizo por él (antesala de la famosa mujer "despechada").
-. Todo lo dicho o hecho (mucho menos pensado) hace meses es inadmisible como argumento presente. De hecho, todo lo comentado o efectuado en un momento concreto debería prescribir y resultar nulo pasado una semana, por pura reciprocidad.
-. Si una mujer piensa que esta gorda, es probablemente porque lo esté. No nos preguntéis; y si lo hacéis, arriesgaros a que no os mintamos.
-. Si algo que dice o hace un hombre puede interpretarse de dos formas, y una de ellas entristece, decepciona o directamente enoja, no os quedéis con esa necesariamente; no siempre hacemos o decimos cosas de esa forma que tanto dolor os provoca, puede que haya motivos mas banales.
-. La mente del hombre está preparada para aceptar peticiones, por supuesto. Sin embargo, como en el caso de la de la mujer, el intelecto y la propia dignidad del varón tolera menos las indicaciones acerca de como, cuando y donde efectuar tales peticiones. Si una mujer ya sabe que, como, cuando, donde y por que hacer cualquier cosa, debería hacerlo ella misma. Es, básicamente, como actuaria un hombre.
-. Si un varón tiene picores, ....... lógicamente, va y se rasca. Tan simple como eso; que no haya quejas respecto de dónde y cuantas veces nos rascamos.
-. Si un hombre pregunta que es lo que esta mal, y le dicen que "nada", actúa como si efectivamente nada malo pasara. Sé que puede resultar simple, pero es así. Es mas, puede tener indicios claros de que le están mintiendo, pero prefiere no discutir por ello.
-. Los varones españoles no tienen, en general, vocación de asesores de imagen. Cualquier cosa que se ponga su pareja estará bien si también lo está para ella. De verdad !!!
-. Las princesas solo son validas en los cuentos. A todas las mujeres les gusta que las hagan sentir superespeciales (algún día esto mismo deberíamos reivindicarlo el otro 50% de la población). Y desde luego si el varón quiere conquistarla o ya está enamorado de ella, tendrá detalles románticos. Pero cuidado, no es necesario tensar la cuerda y pretender que él (y el mundo en general) las trate como si fuera un bicho raro, más importante que todo en la vida o incapaz de hacer nada solita. ¡El papel de superhéroe acaba cansando!
-. Cuidado con las obsesiones enfermizas. Desde luego, cualquier varón agradecerá y valorará que su pareja se ocupe de las tareas domésticas. Algunas veces, incluso, no podrá evitar que lo haga en exclusiva. Quizás por la rutina diaria, es posible que ni se dé cuenta de quien lo hace todo y, con ello, le facilita la vida. Pero la cosa cambia cuando ese afán domestico se convierte en manía (de la limpieza, del orden, ....). El varón podrá preguntarse amargamente dónde se ha ido aquella chica divertida, tolerante, comprensiva, sensual, despreocupada, sexy… de hace unos años.
-. Confundir esposa y madre (mucho peor esposa y amiga). Cuidado con esa tendencia tan femenina de querer "cuidar" de todos los que las rodean. Marcar horarios, cambiar la ropa, preparar la comida para que se alimente de forma sana, etc puede no contribuir a la convivencia. Depende del quien y del cuando, desde luego. Se puede hacer con la mejor voluntad pero, quien recibe esos dispendios, puede comenzar a sentirse como un niño y a ver a su pareja como una madre (con la consiguiente comparación). Si la vida sexual se va al garete, ya podemos señalar una posible causa.
-. Un varón siempre opinara que su pareja tiene demasiada ropa, zapatos, bolsos, complementos ...... aunque no se pronuncie al respecto por no tocar las narices.
-. No solo existen dos estados de forma: delgado y obeso. Redondo, rellenito, con tripa cervecera ...... también son formas!!!
-. Gracias por leer esto. Todo un detalle si tenemos en cuenta que, la mayoría de las veces, nos dejáis con la palabra en al boca. Si, ya se, puede que duerma en el sofá esta noche. ¿Pero sabes un secreto?, no importa; es como ir de camping y, además, en esos momentos solemos aprovechar para ver ese partido de fútbol o esa película que a vosotras no os gusta ..... y a rascarnos ahí precisamente.
VIDEO DE COMO LO VEN ELLAS Y COMO LO VES TÚ
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Un chico enamorado decide sorprender a su pareja con un original mensaje de amor. Nada puede salirle mal.
Un cortometraje de humor, para reír y echarse unas risas.
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¡¡¡¿¿Que por qué las mujeres, por lo general, viven más que los hombres??!!!. Pues aquí 22 posibles motivos
¿Que por qué se rompen las parejas?
Pues las razones suelen ser sencillas, y las soluciones (si las hay) también
La monotonía, los conflictos, las inseguridades... nos separan. Hay amores que llegan a su fin. Sin embargo, se puede obtener una segunda oportunidad con algo de colaboración por ambas partes
Patricia Ramírez
25 MAY 2014 para El País
Los datos que arrojan las estadísticas de 2012, y posiblemente 2013 siga en la misma línea, son demoledores: entre nulidades, separaciones y divorcios, se rompieron en España más de 110.000 parejas. Es la cifra más alta desde 2008. Sin duda, la mayoría de parejas desea que el amor sea eterno. Cuando se dice que el amor es ciego nos referimos a que este estado de enamoramiento nos dice que el nivel de plenitud que en ese momento estamos experimentando nos va a durar siempre, que el amor será capaz de superarlo todo, y en ese estado ingenuo, terminaremos contrayendo matrimonio o compartiendo vida. Pero ni es oro todo lo que reluce, ni el amor se mantiene de por vida, a veces ni con el mejor de los abonos.
¿Por qué se rompen tantas parejas? Muchos dirán que se han perdido los valores, o que las parejas de hoy día no aguantan la mínima; otros, que las personas se han vuelto egoístas y piensan solo en ellas, que el acceso a las redes sociales permite conocer y estar en contacto con cientos de personas que son potenciales nuevas parejas, que la incorporación de la mujer al mercado laboral le permite tomar decisiones gracias a su independencia económica, que las personas quieren vivir felices y no solo soportarse, y un largo etcétera. Hay cientos de motivos, y todos respetables.
Pero lo cierto es que la mayoría de las rupturas llegan por el simple motivo de no querer seguir compartiendo la vida con el otro. Nadie necesita justificarse. La sociedad ha evolucionado y nuestro estado de bienestar también. La pareja es alguien con quien se convive, y cuando se deja de sentir junto a él/ella, por el motivo que sea, también se deja de ser feliz muchas horas al día.
En demasiadas ocasiones, cuando una pareja acude a terapia suele ser tarde, porque lo habitual es ir a un profesional ante la inminencia de una separación, cuando se piensa que esta puede ser la última oportunidad. Normalmente una de las partes continúa enamorada y desearía seguir conviviendo. La otra hace tiempo que se ha planteado que la relación ya no funciona y accede a dar este paso, antes de romper definitivamente, por los años compartidos o por los hijos.
La experiencia aconseja no perder ni el tiempo ni el dinero si se tiene claro que no se desea seguir con la pareja y que se cede solo para que no le echen en cara no haberlo intentado todo. Sed honestos. La mayoría de las personas no necesitan compasión, necesitan sinceridad para saber qué decisiones tienen que tomar. Solo se debe intentar una psicoterapia si sinceramente se cree que puede ayudar a volver a estar bien con él o ella.
Para poder participar en una terapia de pareja de forma exitosa, se debe empezar por desmitificar la idea de que es para los que están locos o para aquellos débiles incapaces de solucionar solos sus problemas. A veces se invierte tanto empeño y esfuerzo en arreglar los conflictos por cuenta propia que se pueden convertir en algo más temible. Hay parejas que dicen: “Lo hemos intentado todo y no funciona”. Pero intentarlo todo no siempre es intentar lo correcto. Igual se han quemado de tanto querer discutir de otra manera, de probar a ser flexibles, pedir cambios al otro, y han agotado sus respectivas paciencias.
Y lo más importante. No siempre se tienen recursos personales para dar solución a todo en la vida. Hay personas que a través del aprendizaje de otros modelos o de educadores han aprendido a comunicarse de forma asertiva, a ser generosos en la pareja, a respetarse o ser flexibles, a superar las vivencias anteriores que les condicionan. Aunque ahora mismo no se entiendan, no significa que, si ambos lo desean, no puedan llegar a conseguir soluciones con un adecuado entrenamiento.
Se debe acudir a terapia de pareja cuando haya insatisfacción en aquello que se comparte. Puede que no se sepa repartir las tareas domésticas, o que se hable sin respeto, que haya uno al que le gusta imponerse, que no se sienta integrado con la familia o los amigos del otro, que no se hagan cosas juntos, que el sexo no funcione, que no se dedique tiempo a hablar, que no se comparta los mismos valores para educar a los hijos… No conviene recrearse en el sufrimiento y, mucho menos, sentirse frustrados. Hay soluciones para los que tengan el propósito de ser felices.
Los conflictos por pequeñeces van cambiando la percepción positiva de la pareja. Se discuten siempre de la misma manera y cada vez se van distanciando más el uno del otro. Llegan a dejar de contemplarse como esas personas cautivadoras y cómplices que eran cuando se conocieron, y cada vez centran más la atención en todo lo que les separa. Y así hasta que llega el día en el que se deja de ver al otro como alguien a quien se desea, con quien le gusta hablar y estar, y pasa a ser lo más parecido a un compañero con quien se comparte casa, hijos, responsabilidades, economía y poco más.
La convivencia conlleva obligaciones, buenos y malos momentos, cansancio, priorizar, responsabilidades, ceder, encajar. Para que no se marchite, conviene seguir estos consejos y partir de cero desde hoy mismo. No nos echemos nada más en cara. Pensemos que los dos, seguramente, desean estar bien y que para eso hay que perdonar.
1. No estáis en guerra, solo en pareja. Haced esta pregunta antes de iniciar un reproche: ¿qué buscáis, herir o que el otro cambie algo que le molesta y limita el buen funcionamiento de la pareja? Prestad más atención a lo que os llevó a enamoraros, qué os atrajo, dónde está el encanto de la persona con la que convive. Dirigid vuestra atención a lo que une, a lo que deseais, en lugar de lo que detestais y os distancia. Él o ella son los mismos de entonces, lo que ha cambiado es la actitud entre los dos.
2. Haced cosas en común. Realizad actividades consensuadas, relacionadas con el placer y el disfrute. Hay que estar unidos, tanto en las obligaciones y la rutina como en el ocio. Eso no significa hacer todo juntos, pero sí compartir momentos que inviten a reír, a disfrutar de un poco de calma, de conversaciones relajadas, de recuerdos y de tiempo para el sexo. Aprended a relajaos con vuestra pareja.
3. Pedid. Muchas personas en pareja se sienten insatisfechas y desdichadas porque su compañero no es capaz de satisfacer sus necesidades, incluso las más vitales como son las sexuales. ¡Pero cómo le van a satisfacer si no pide por su boca lo que necesita! Nadie tiene capacidad de adivinar. Si quieres algo de tu pareja, como colaboración en casa, hablar de algún tema o que te diga que la comida está exquisita, solo tienes que preguntar o pedir. La confianza está para esto, no solo para compartir el cuarto de baño.
4. Sed generosos. Si existe el interés por romper con la dinámica negativa, tienes que estar abierto a las solicitudes de cambio del otro. No cedas en nada que vaya contra tu escala de valores o en algo que te suponga un sacrificio enorme. Esta no es la solución. Se trata de compaginar y compenetrarse en lo que sea sencillo. A veces basta con poner un poco de atención a las necesidades del otro y complacerle. Y no compares lo que da con lo que recibes.
5. Piensa en lo que te agrada y aprecias. Si atraviesas por un mal momento, lo normal es que estés muy centrado en lo que te hace sentir mal. A partir de hoy, lleva un registro de lo contrario. Obliga a tu cerebro a buscar lo que te complace, los detalles, la sonrisa, un gesto de complicidad o un momento agradable. Anota todo y compartelo con tu compañer@ en un momento de relax por la noche. Es agradable que se aprecie el cambio y saber qué tiene valor para el otro.
LIBROS
‘Con el amor no basta: cómo superar malentendidos, resolver conflictos y enfrentarse a los problemas de pareja’ Aaron Beck (Paidós)
‘Amor y humor’ Eduardo Jáuregui (Integral)
PELÍCULAS
‘American beauty’ Sam Mendes
‘No es tan fácil’ Nancy Meyers
¿Por qué se rompen tantas parejas? Muchos dirán que se han perdido los valores, o que las parejas de hoy día no aguantan la mínima; otros, que las personas se han vuelto egoístas y piensan solo en ellas, que el acceso a las redes sociales permite conocer y estar en contacto con cientos de personas que son potenciales nuevas parejas, que la incorporación de la mujer al mercado laboral le permite tomar decisiones gracias a su independencia económica, que las personas quieren vivir felices y no solo soportarse, y un largo etcétera. Hay cientos de motivos, y todos respetables.
Pero lo cierto es que la mayoría de las rupturas llegan por el simple motivo de no querer seguir compartiendo la vida con el otro. Nadie necesita justificarse. La sociedad ha evolucionado y nuestro estado de bienestar también. La pareja es alguien con quien se convive, y cuando se deja de sentir junto a él/ella, por el motivo que sea, también se deja de ser feliz muchas horas al día.
En demasiadas ocasiones, cuando una pareja acude a terapia suele ser tarde, porque lo habitual es ir a un profesional ante la inminencia de una separación, cuando se piensa que esta puede ser la última oportunidad. Normalmente una de las partes continúa enamorada y desearía seguir conviviendo. La otra hace tiempo que se ha planteado que la relación ya no funciona y accede a dar este paso, antes de romper definitivamente, por los años compartidos o por los hijos.
La experiencia aconseja no perder ni el tiempo ni el dinero si se tiene claro que no se desea seguir con la pareja y que se cede solo para que no le echen en cara no haberlo intentado todo. Sed honestos. La mayoría de las personas no necesitan compasión, necesitan sinceridad para saber qué decisiones tienen que tomar. Solo se debe intentar una psicoterapia si sinceramente se cree que puede ayudar a volver a estar bien con él o ella.
Tampoco vale la pena realizar el intento si se está viviendo una situación de acoso, insultos, falta de respeto o maltrato del tipo que sea. Hay personas que, por el dolor que han causado, no merecen otra oportunidad, ni siquiera por los hijos. Dejar de tener en casa un modelo de conducta basado en la humillación, el grito, el sistema de control y el autoritarismo es una sabia determinación. Todos somos seres libres y la soledad no debe dar miedo. Amar significa respeto, estima y consideración.
Y lo más importante. No siempre se tienen recursos personales para dar solución a todo en la vida. Hay personas que a través del aprendizaje de otros modelos o de educadores han aprendido a comunicarse de forma asertiva, a ser generosos en la pareja, a respetarse o ser flexibles, a superar las vivencias anteriores que les condicionan. Aunque ahora mismo no se entiendan, no significa que, si ambos lo desean, no puedan llegar a conseguir soluciones con un adecuado entrenamiento.
Se debe acudir a terapia de pareja cuando haya insatisfacción en aquello que se comparte. Puede que no se sepa repartir las tareas domésticas, o que se hable sin respeto, que haya uno al que le gusta imponerse, que no se sienta integrado con la familia o los amigos del otro, que no se hagan cosas juntos, que el sexo no funcione, que no se dedique tiempo a hablar, que no se comparta los mismos valores para educar a los hijos… No conviene recrearse en el sufrimiento y, mucho menos, sentirse frustrados. Hay soluciones para los que tengan el propósito de ser felices.
Los conflictos por pequeñeces van cambiando la percepción positiva de la pareja. Se discuten siempre de la misma manera y cada vez se van distanciando más el uno del otro. Llegan a dejar de contemplarse como esas personas cautivadoras y cómplices que eran cuando se conocieron, y cada vez centran más la atención en todo lo que les separa. Y así hasta que llega el día en el que se deja de ver al otro como alguien a quien se desea, con quien le gusta hablar y estar, y pasa a ser lo más parecido a un compañero con quien se comparte casa, hijos, responsabilidades, economía y poco más.
La convivencia conlleva obligaciones, buenos y malos momentos, cansancio, priorizar, responsabilidades, ceder, encajar. Para que no se marchite, conviene seguir estos consejos y partir de cero desde hoy mismo. No nos echemos nada más en cara. Pensemos que los dos, seguramente, desean estar bien y que para eso hay que perdonar.
1. No estáis en guerra, solo en pareja. Haced esta pregunta antes de iniciar un reproche: ¿qué buscáis, herir o que el otro cambie algo que le molesta y limita el buen funcionamiento de la pareja? Prestad más atención a lo que os llevó a enamoraros, qué os atrajo, dónde está el encanto de la persona con la que convive. Dirigid vuestra atención a lo que une, a lo que deseais, en lugar de lo que detestais y os distancia. Él o ella son los mismos de entonces, lo que ha cambiado es la actitud entre los dos.
2. Haced cosas en común. Realizad actividades consensuadas, relacionadas con el placer y el disfrute. Hay que estar unidos, tanto en las obligaciones y la rutina como en el ocio. Eso no significa hacer todo juntos, pero sí compartir momentos que inviten a reír, a disfrutar de un poco de calma, de conversaciones relajadas, de recuerdos y de tiempo para el sexo. Aprended a relajaos con vuestra pareja.
Estos labios que saben a despedida, a vinagre en las heridas, a pañuelo de estación…”
Joaquín Sabina
3. Pedid. Muchas personas en pareja se sienten insatisfechas y desdichadas porque su compañero no es capaz de satisfacer sus necesidades, incluso las más vitales como son las sexuales. ¡Pero cómo le van a satisfacer si no pide por su boca lo que necesita! Nadie tiene capacidad de adivinar. Si quieres algo de tu pareja, como colaboración en casa, hablar de algún tema o que te diga que la comida está exquisita, solo tienes que preguntar o pedir. La confianza está para esto, no solo para compartir el cuarto de baño.
4. Sed generosos. Si existe el interés por romper con la dinámica negativa, tienes que estar abierto a las solicitudes de cambio del otro. No cedas en nada que vaya contra tu escala de valores o en algo que te suponga un sacrificio enorme. Esta no es la solución. Se trata de compaginar y compenetrarse en lo que sea sencillo. A veces basta con poner un poco de atención a las necesidades del otro y complacerle. Y no compares lo que da con lo que recibes.
5. Piensa en lo que te agrada y aprecias. Si atraviesas por un mal momento, lo normal es que estés muy centrado en lo que te hace sentir mal. A partir de hoy, lleva un registro de lo contrario. Obliga a tu cerebro a buscar lo que te complace, los detalles, la sonrisa, un gesto de complicidad o un momento agradable. Anota todo y compartelo con tu compañer@ en un momento de relax por la noche. Es agradable que se aprecie el cambio y saber qué tiene valor para el otro.
LIBROS
‘Con el amor no basta: cómo superar malentendidos, resolver conflictos y enfrentarse a los problemas de pareja’ Aaron Beck (Paidós)
‘Amor y humor’ Eduardo Jáuregui (Integral)
PELÍCULAS
‘American beauty’ Sam Mendes
‘No es tan fácil’ Nancy Meyers
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