Esta última semana se reactivaron los enfrentamientos entre los palestinos y los israelíes, lo que ha lanzado una serie de juicios apresurados criticando la injusta situación que viven los primeros y la crueldad e inhumanidad con la que han actuado los segundos. Pero, como casi siempre, el asunto resulta ser mucho mas complejo que todo esto ….....
Vaya por delante que, a mi, siempre me han simpatizado más los débiles frente a los poderosos, las victimas frente a los verdugos, los valientes frente a los cobardes, los pasionales frente a los fríos y calculadores, los hechos frente a las palabras. A pesar de ello, aunque debiera decir que precisamente por ello, trataré de analizar lo que en estos instantes ocurre en Oriente Medio, con la mayor subjetividad e independencia de la que soy capaz. Soy consciente de que nadie es absolutamente objetivo al tratar determinados temas. Y vaya por delante también que , más que una guerra, el actual conflicto en la región me parece un genocidio, un indiscriminado tiro al plato. Llamemos a las cosas por su nombre, que para eso lo tienen: una mujer embarazada, es una mujer embarazada, por ejemplo; no se puede estar medio embarazada o embarazada pero sólo un poquito. Aquí no valen medias tintas
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Pero, para analizar mínimamente la situación en la que nos encontramos ahora convendría hacer memoria y responderse a varias preguntas. ¿De dónde surgió este conflicto? ¿Cuál es el sentido histórico que tiene esta guerra? ¿Cuales son sus causas? ¿Quienes son los actores principales y que papel desarrollan? ¿Qué es una supuesta "guerra justa"? ¿Qué importancia se le puede otorgar al fanatismo en la conducta humana? etc, etc .....
Consideraciones históricas iniciales
Theodor Herzl |
inicio a un nuevo movimiento conocido como Sionismo, el cual proponía la creación de un Estado judío en el territorio palestino considerado como el antiguo hogar. Estas ideas quedaron plasmadas en su libro Estado Judío (1897).
El movimiento sionista fue recuperado por grupos de judíos británicos, quienes empezaron a comprar tierras en Palestina promoviendo la migración masiva de los judíos de todo el mundo, lo que se intensificó cuando el Imperio Británico se anexionó Palestina tras la Primera Guerra Mundial.
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, muchos judíos que se habían quedado sin hogar. Por las persecuciones nazis obtuvieron el apoyo de la ONU y de la URSS para instalarse en Palestina y para 1946 había cerca de 600 mil judíos en el territorio, casi todos de origen polaco y alemán. En noviembre de 1947 la ONU decretó la división de Palestina en dos regiones de igual tamaño: una árabe y una judía. Sin embargo.
En los primeros meses de 1948 las fuerzas armadas judías clandestinas (escribo judías porque así se autodenominaban, y aún no se había declarado la independencia de Israel) elaboraron el Plan Dalet, cuyo fin era, entre otras cosas, hacerse con el control de la vía que unía Jerusalén con Tel Aviv, una zona que no figuraba como futuro territorio israelí en el plan de partición de la ONU. De ese modo expulsaron a miles de personas y asesinaron a cientos. Es decir, ya hubo entonces un plan de limpieza étnica. El 14 de mayo de 1948 los británicos se retiraron del territorio y se fundó el Estado de Israel en contra de los designios de la ONU.
En los primeros meses de 1948 las fuerzas armadas judías clandestinas (escribo judías porque así se autodenominaban, y aún no se había declarado la independencia de Israel) elaboraron el Plan Dalet, cuyo fin era, entre otras cosas, hacerse con el control de la vía que unía Jerusalén con Tel Aviv, una zona que no figuraba como futuro territorio israelí en el plan de partición de la ONU. De ese modo expulsaron a miles de personas y asesinaron a cientos. Es decir, ya hubo entonces un plan de limpieza étnica. El 14 de mayo de 1948 los británicos se retiraron del territorio y se fundó el Estado de Israel en contra de los designios de la ONU.
Israel contra el mundo árabe
En apoyo a los palestinos, Egipto, Siria, Transjordania, Irak y Líbano invadieron a Israel, pero fueron derrotados por el nuevo Estado que expandió su territorio un 50% más sobre la Palestina árabe. Las fuerzas armadas israelíes aprovecharon para ocupar más tierras y
expulsar a cientos de miles de palestinos. De ese modo Israel pasó a
tener un 78% del territorio (posteriormente, en 1967 Israel ocuparía el
22% restante: Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este). La ONU obligó a que se firmara un armisticio intentando detener las hostilidades, aunque el conflicto en realidad no se detuvo.
Tras la guerra del 48, muchos palestinos intentaron regresar a sus casas, pero las tropas israelíes se lo impidieron, a pesar de que en diciembre de 1948 Naciones Unidas aprobó la resolución 194, INCUMPLIDA hasta hoy, confirmada en repetidas ocasiones y ratificada en la resolución 3236 de 1974, que establecía el derecho de los refugiados a regresar a sus hogares o a recibir indemnizaciones.
Solo pudieron permanecer dentro de Israel, en muchos casos como desplazados, unos 150.000 palestinos, el 15% de la población, que en 1952 accedieron a la ciudadanía. Son los llamados árabes israelíes.
Tras la guerra del 48, muchos palestinos intentaron regresar a sus casas, pero las tropas israelíes se lo impidieron, a pesar de que en diciembre de 1948 Naciones Unidas aprobó la resolución 194, INCUMPLIDA hasta hoy, confirmada en repetidas ocasiones y ratificada en la resolución 3236 de 1974, que establecía el derecho de los refugiados a regresar a sus hogares o a recibir indemnizaciones.
Solo pudieron permanecer dentro de Israel, en muchos casos como desplazados, unos 150.000 palestinos, el 15% de la población, que en 1952 accedieron a la ciudadanía. Son los llamados árabes israelíes.
Para que Israel pudiera ser un Estado judío, el gobierno
del primer ministro David Ben Gurion organizó la recolonización de las
tierras y distribuyó los bienes inmuebles que llamaron “abandonados”.
Para ello se aprobó en 1950 la Ley de los Bienes Ausentes, que gestionó
el traspaso a manos judías de las casas de los palestinos, no solo de
los que se habían ido fuera de las fronteras israelíes, sino también de
aquellos que habían sido reubicados dentro del Estado israelí.
También se aprobaron otras leyes que prohibieron la venta o
transferencia de tierras para garantizar que no cayeran en manos
palestinas, y que permitían decretar la expropiación de bienes por
interés público o declarar una superficie como “zona militar cerrada”,
lo que impedía a los propietarios de la misma reclamarla como suya. De
ese modo, 64.000 viviendas de palestinos ya habían pasado a manos judías
en 1958.
Guerra de Suez
Las tensión en la región volvió a estallar en la Guerra de Suez (1956-1957). Ésta tuvo su origen en 1952 tras la toma de poder de Gamal Abdel Nasser en Egipto y la salida del Reino Unido del territorio. Tras la II Guerra Mundial, Egipto era un Estado soberano; el canal de
Suez, sin embargo, seguía bajo control británico. En 1956, el presidente
egipcio Nasser decidió nacionalizar el canal bloqueando con ello el Golfo de Aqaba, ubicado entre Arabia
Saudita y Egipto -una vía fundamental desde
el punto de vista estratégico y económico-, atentando con esto contra los intereses del Reino
Unido, Francia e Israel , lo que provocó el estallido
de la crisis de Suez. Pese al éxito militar, fue más significativo el
fracaso político y diplomático, que puso de manifiesto la debilidad de
Francia y Gran Bretaña en la escena internacional, la relevancia de los
países no alineados y el papel de policías del planeta que juegan hoy
día las superpotencias.
Las dos primeras potencias de la región, Francia y Gran Bretaña, anteriores dueñas del canal, se aliaron con los israelíes y declararon la guerra a Nasser tomando la franja de Gaza, la península del Sinaí y el propio Canal de Suez. No obstante, un año después, Estados Unidos y la URSS mediaron el conflicto otorgándole a Egipto el control del Canal de Suez.
En 1964, se fundó la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), una coalición árabe política y militar.
Guerra de los Seis Días
En 1967 volvió a estallar un nuevo conflicto, la “Guerra de los Seis Días”, también conocida como Guerra de Junio de 1967 en la historiografía árabe. Este fue un conflicto bélico que enfrentó a Israel con una coalición árabe formada por Egipto, Jordania, Iraq y Siria entre el 5 y el 10 de junio de 1967. Tras la exigencia egipcia a la ONU de que retirase de forma casi inmediata sus fuerzas de interposición en el Sinaí (UNEF), el despliegue de fuerzas egipcias en la frontera y el bloqueo de los estrechos de Tirán, Israel, temiendo un ataque inminente, lanzó un ataque preventivo contra la fuerza aérea egipcia. Jordania respondió atacando las ciudades israelíes de Jerusalén y Netanya. Al finalizar la guerra, Israel había conquistado la Península del Sinaí, la Franja de Gaza, Cisjordania, Jerusalén Este (incluyendo la Ciudad Vieja) y los Altos del Golán.
La Guerra de los Seis Días se inscribe dentro del conjunto de guerras libradas entre Israel y sus vecinos árabes, tras la creación del Estado de Israel (1948) en la Palestina del Mandato británico. Estos seis días de 1967 concitaron la atención mundial y resultaron claves en la geopolítica de la región: sus consecuencias han sido profundas, extensas y se han hecho notar hasta hoy día.
Sin embargo, la situación no se quedaría así y en 1973, egipcios y sirios volvieron a atacar con el fin de recuperar sus territorios perdidos. El 6 de octubre, día de la festividad más sagrada del judaísmo, Yom
Kippur, el ejército sirio lanza más de 1200 tanques contra las
desprevenidas tropas israelies, consiguiendo una total sorpresa táctica.
En pocos minutos, este disputado terreno rocoso situado entre la
frontera de Israel y Siria se convierte en un campo de muerte. Una
terrible batalla acaba de comenzar.
Al acabar la contienda, los israelíes se alzan con la victoria, pero el número de bajas entre ambos bandos superan las 21.000, entre muertos, heridos y desaparecidos. ¿Cómo consiguieron unas pocas unidades blindadas Israelíes mantener a raya a un enemigo que los superaba abrumadoramente en número? ¿Estuvieron cerca los Sirios de derrotar a Israel?. Tras 20 días de continuos ataques, la ONU intervino en el conflicto y obligó a las dos fuerzas en pugna a firmar un acuerdo de paz.
Intervención de EE.UU.
Fue a partir de este momento que Estados Unidos empezó a intervenir directamente en la política israelí, pues el Estado sionista se volvió un fuerte aliado en una zona económica y políticamente estratégica, pues es donde están las mayores reservas de petróleo, colindaba con la URSS y es un punto de entrada a China.
Al acabar la contienda, los israelíes se alzan con la victoria, pero el número de bajas entre ambos bandos superan las 21.000, entre muertos, heridos y desaparecidos. ¿Cómo consiguieron unas pocas unidades blindadas Israelíes mantener a raya a un enemigo que los superaba abrumadoramente en número? ¿Estuvieron cerca los Sirios de derrotar a Israel?. Tras 20 días de continuos ataques, la ONU intervino en el conflicto y obligó a las dos fuerzas en pugna a firmar un acuerdo de paz.
Intervención de EE.UU.
Fue a partir de este momento que Estados Unidos empezó a intervenir directamente en la política israelí, pues el Estado sionista se volvió un fuerte aliado en una zona económica y políticamente estratégica, pues es donde están las mayores reservas de petróleo, colindaba con la URSS y es un punto de entrada a China.
La participación de la superpotencia americana y de la ONU en la guerra, protegiendo a Israel, provocó que los países árabes, en solidaridad con Egipto y Siria, organizaran un embargo petrolero en 1973 y 1974.
Desde la década de los 70, Israel no sólo se convirtió en un agente de Estados Unidos, sino que se creó un vinculo simbiótico entre los dos países. Gracias a la influencia que tiene la comunidad judía en Estados Unidos, principalmente en el capital financiero concentrado en Nueva York, el gobierno estadounidense también ha tenido que ceder y acomodarse a los intereses israelíes.
Guerra del Libano
Guerra del Libano
En 1982 estalló un nuevo enfrentamiento de Israel contra Líbano y la OLP, el cual se ha mantenido hasta la actualidad. Esta guerra, denominada por Israel «Operación Paz para Galilea» y también a veces conocida como Primera Guerra del Líbano, fue un conflicto armado que dio inicio el 6 de junio de 1982 cuando las Fuerzas de Defensa de Israel invadieron el sur del Líbano con el objetivo de expulsar a la OLP de dicho país.
El Gobierno de Israel ordenó la invasión como respuesta al intento de asesinato del embajador israelí en el Reino Unido, Shlomo Argov, por parte del grupo de Abu Nidal. Provocó la huida de la OLP a Túnez, ocupando su vacío el grupo armado Hezbolá, apoyado por los regímenes sirio e iraní.
OJO, el orden de los vídeos es 1,4,2 y 3. mejor ver en este otro enlace (clicar aquí)
En la década de 1990 se firmaron una serie de tratados con el objetivo de mantener una estabilidad en la zona. El primero y más importante fueron los Acuerdos de Oslo, en los cuales se fundó la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que administra los territorios de los palestinos: Cisjordania y la Franja de Gaza.
Yitzhak Rabin, Bill Clinton y Yasser Arafat (13/09/1993)
Israel y la ANP se reconocieron como estados legítimos y prometieron detener los enfrentamientos; sin embargo, las tensiones continuaron y se reavivaron cuando el exmilitar israelí, Ariel Sharon, se convirtió en el primer ministro de Israel en 2006. Israel se retiró unilateralmente de esta zona el 24 de mayo de 2000, acatando la resolución 425 del Consejo de Seguridad de la ONU de 1978, debido a la promesa electoral del primer ministro Ehud Barak de buscar una paz de compromiso tanto con Siria como con Líbano, propuesta de paz que posteriormente fue rechazada por el régimen sirio, que mantuvo su presencia en el Líbano hasta 2005 y su respaldo militar a Hezbolá.
En julio de 2006, tras el asesinato de ocho soldados israelíes en una emboscada en la frontera y el secuestro de otros dos por parte de milicianos de Hezbolá, Israel lo consideró un «acto de guerra» y se desencadenó la crisis israelo-libanesa de 2006.
Aunque Yasser Arafat, líder de la OLP desde 1966 y primer presidente de la ANP, realizó una serie de medidas para poder llevar a acuerdos con el primer ministro israelí, este ultraconservador político se negó y realizó una serie de incursiones menores pero continuas sobre la Franja de Gaza y Cisjordania. Tras la muerte de Yasser Arafat (2004) el grupo político, militar y religioso Hamás fue adquiriendo fuerza y tomó el poder en 2007 y tiene como fin unificar los actuales territorios de Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza bajo un Estado árabe.
Guerra de Gaza
Esta situación, junto con una serie de gobiernos expansionistas en Israel, provocaron que el conflicto se volviera a intensificar estallando en 2008 la Guerra de Gaza, en la cual el ejército israelí bombardeó el territorio de la Franja de Gaza con el pretexto de atacar las bases militares de Hamás. El 19 de diciembre del 2008 miembros del Movimiento de Solidaridad
Internacional zarparon desde Chipre rumbo a Palestina. Su intención
romper el bloqueo impuesto por Israel sobre la Franja de Gaza. Fueron
los últimos extranjeros que pudieron entrar, ninguno sospechaba lo que
iba a vivir las siguientes 2 semanas.
Situación actual
El último enfrentamiento fuerte fue cuando Israel declaró el inicio de la operación Pillar of Defense, tras eliminar a Ahmad Jaabari, ex jefe máximo de operación de la sección armada de Hamás. Se lanzaron más de mil proyectiles sobre la ciudad de Gaza y la cifra de palestinos muertos en los primeros dias fue de 133.
El gobierno sionista busca presionar a Hamás para que cese los ataque continuos con cohetes, pero el grupo se rehúsa hasta que se le retire el bloqueo militar y económico que sufren los palestinos desde los 90.
Este conflicto es sumamente complicado y ha provocado un debate muy duro llevando a declaraciones demasiado extremistas sobre las dos partes. En el caso de los sionistas y quienes apoyan al estado de Israel, las acusaciones sobre los palestinos los tachan de terroristas, generalización que se ha impuesto sobre los musulmanes. Aquellos que apoyan a los palestinos han atacado a los judíos, como una generalización de los israelíes, comparando el conflicto actual con el Holocausto.
Ambas acusaciones son injustificadas, intolerantes y provienen de la ignorancia sobre la situación de ambos grupos
Israel vs Palestina: limpieza étnica
Gran parte de los palestinos de Gaza son refugiados,
expulsados o descendientes de los expulsados en 1948 a través de lo que
constituyó, según historiadores israelíes como Ilan Pappé, una clara limpieza étnica, con el objetivo de levantar un Estado de mayoría judía. Incluso el historiador israelí sionista Benny Morris,
ha escrito que “con la suficiente perspectiva resulta evidente que lo
que se produjo en Palestina en 1948 fue una suerte de limpieza étnica
perpetrada por los judíos en las zonas árabes”.
Los palestinos de Gaza viven hacinados, castigados, limitados. Israel controla qué productos y personas acceden a la Franja y prohíbe la entrada de materiales fundamentales. Practica un castigo colectivo.
Los palestinos de Gaza viven hacinados, castigados, limitados. Israel controla qué productos y personas acceden a la Franja y prohíbe la entrada de materiales fundamentales. Practica un castigo colectivo.
Esto, lo que está pasando en Gaza, se inició hace 66 años, cuando se
optó por una concepción de Israel como un Estado judío con mayoría
judía. Para mantener esa mayoría Israel practica la ocupación, aparta y
discrimina a los palestinos y, de vez en cuando, lleva a cabo
operaciones militares que matan a cientos o miles y provocan el
desplazamiento de miles más.
El Estado israelí, para ser fiel a su autodefinición (Estado judío, no lo olvidemos)
excluye el concepto de ciudadanía universal. Si aceptara como ciudadanos
a los palestinos de Gaza y Cisjordania, territorios que controla u
ocupa, su concepción como Estado judío estaría en peligro, ya que la
población judía dejaría de ser la mayoritaria. La
elevada natalidad entre los palestinos es una de las preocupaciones
principales de Israel. Lo llaman la cuestión demográfica. Ya hoy los
judíos dentro de la llamada Línea Verde -las fronteras de antes del 67-
conforman el 70% de la población, y se calcula que dentro de veinte años
podrían ser el 50%.
Israel se opone a la creación de un Estado palestino pero también se niega a conceder derechos plenos y ciudadanía a los palestinos de Gaza y Cisjordania, porque si lo hiciera, estaría renunciando a su carácter judío como Estado. Es decir, a lo que algunos historiadores y politólogos llaman etnocracia.
Como subrayaba el israelí Sergio Yahni, integrante del Alternative Information Center, en una conversación que mantuvimos en Jerusalén:
“Israel solo puede ser un Estado judío si mantiene la supremacía demográfica o legal de la población judía, pero para ello tiene o que llevar a cabo una nueva limpieza étnica, como la de 1948, o practicar la segregación étnica legalizada, es decir, el apartheid. Mientras Israel no asuma una verdadera transformación democrática, no viviremos en paz y seguirá la represión”. ( "El hombre mojado no teme la lluvia", Ed.Debate, 2009).
La ocupación, la exclusión y la discriminación
La ocupación es la esencia del Estado israelí tal y como se concibe a sí mismo a día de hoy. Los colonos conforman una especie de ejército israelí paralelo al oficial, ya que ejercen una función paramilitar, la de invadir y ocupar, motivados por razones políticas, religiosas y también económicas, ya que el Estado concede préstamos y subvenciones a aquellos judíos que se instalan en la tierra de los palestinos.
A través de las colonias, Cisjordania se ha convertido en una zona acantonada, sin continuidad territorial, donde los pueblos y ciudades están desconectados entre sí, convertidos en islotes rodeados por controles militares israelíes y por asentamientos judíos. Un Estado palestino con esta Cisjordania actual no contaría con conexión territorial y tendría tantas fronteras como colonias hay.
En la práctica aplica un apartheid y se guía por la ley del talión. Si alguien mata a un israelí, es el propio Estado el que se encarga de la venganza, derribando la casa de la familia del presunto culpable, torturándole a él, a sus amigos o familiares, o impulsando una ofensiva militar en su barrio o en otro, como la actual contra Gaza. Al contrario de lo que debería ser la actuación de un Estado democrático, Israel opta por la venganza en vez de por la vía judicial.
La Ley de Retorno
Otra de las leyes fundamentales que se deben tener en cuenta y una de las más controvertidas es la Ley del Retorno, que confirma esa insistencia en el CARÁCTER JUDÍO DEL ESTADO a través de la concesión de privilegios a los judíos. Esta ley concede el derecho a la ciudadanía de todos los judíos del mundo, de los hijos, nietos y cónyuges de los judíos, así como de quienes se conviertan al judaísmo. Sin embargo, no incluye a los judíos de nacimiento convertidos a otra religión y de hecho se ha denegado la ciudadanía a varios judíos convertidos al cristianismo.
La polémica en torno a esta ley reside en que Israel no permite regresar a su hogar a los palestinos expulsados ni a sus descendientes. Pero, por poner un ejemplo, un sueco que se convierta al judaismo sí tiene derecho a residir en Israel y a obtener la ciudadanía. Además, es probable que pudiera acceder a ayudas económicas del Estado para financiar estudios o adaptación a su nuevo hogar.
En 2003 se construyó un escalón más en esta política exclusivista con la aprobación de la Ley de Ciudadanía y Entrada en Israel, que indica que los palestinos de Cisjordania o Gaza menores de 35 años y las palestinas de Cisjordania o Gaza menores de 25 años no podrán residir en territorio israelí aunque se casen con un/a israelí. Sin embargo, si cualquier europeo contrae matrimonio con un ciudadano israelí tendrá derecho tanto a la residencia como a la ciudadanía.
El precio de la paz
Como me dijo Rami Elhanan,
israelí que perdió a su hija en un atentado de Hamás, los judíos que
apuestan por excluir a los palestinos se excluyen a sí mismos, “están
volviendo al gueto. La solución está encima de la mesa, pero solo
llegará cuando Israel se dé cuenta de que el precio de no tener paz es
más elevado que el de tenerla”.
Este año Hamás y Al Fatah anunciaron su reconciliación y un acuerdo incipiente para un gobierno de unidad nacional. Las autoridades palestinas han hablado incluso de estar dispuestas a recurrir a la vía judicial para denunciar a Israel en tribunales internacionales. Ante ello, la respuesta de Tel Aviv ha sido más mano dura. No quiere al pueblo palestino unido, porque eso también amenaza el carácter judío de su Estado.
La radicalización está llegando a tal punto que han brotado nuevos grupos extremistas israelíes que atacan a los manifestantes israelíes que salen a la calle para pedir paz y libertad para Palestina.
En su ansia por querer más, Israel sigue renunciando a un acuerdo más que beneficioso para él, por el cual los palestinos tendrían un Estado con tan solo el 22% de la Palestina inicial, lo que supondría ordenar la salida de Cisjordania de los 450.000 colonos judíos, algo a lo que Tel Aviv no está dispuesto, al menos hasta ahora.
DE TODO ESTO VA LO QUE OCURRE EN ESTOS DÍAS EN PALESTINA.
La ocupación es la esencia del Estado israelí tal y como se concibe a sí mismo a día de hoy. Los colonos conforman una especie de ejército israelí paralelo al oficial, ya que ejercen una función paramilitar, la de invadir y ocupar, motivados por razones políticas, religiosas y también económicas, ya que el Estado concede préstamos y subvenciones a aquellos judíos que se instalan en la tierra de los palestinos.
En el territorio palestino de Cisjordania
viven 450.000 colonos judíos, con una población total de más de dos
millones de habitantes. Las colonias judías consumen un promedio de 620
metros cúbicos de agua por persona al año frente a los menos de 100
metros cúbicos de los palestinos. Esto sucede porque los asentamientos
se apropian de parte de los acuíferos y de las áreas con más reservas.
Los colonos pueden llevar armas. Además, sus asentamientos están
protegidos por el Ejército israelí, que de este modo legitima la
ocupación. Es el propio Estado el que administra los terrenos de
Cisjordania.
A través de las colonias, Cisjordania se ha convertido en una zona acantonada, sin continuidad territorial, donde los pueblos y ciudades están desconectados entre sí, convertidos en islotes rodeados por controles militares israelíes y por asentamientos judíos. Un Estado palestino con esta Cisjordania actual no contaría con conexión territorial y tendría tantas fronteras como colonias hay.
Para controlar a la población palestina, Israel limita sus movimientos,
lleva a cabo arrestos arbitrarios, aplica la llamada ley de detención
administrativa, que permite mantener encarcelado a un palestino sin
cargos ni juicio hasta al menos dos años, impide a los palestinos salir
de su localidad o les obliga a esperar horas para hacerlo, les niega
servicios públicos fundamentales, les prohibe construir viviendas y de
hecho destruye algunas de sus casas, con la excusa de que no cuentan con
permisos de construcción que se les deniegan de forma sistemática.
En la práctica aplica un apartheid y se guía por la ley del talión. Si alguien mata a un israelí, es el propio Estado el que se encarga de la venganza, derribando la casa de la familia del presunto culpable, torturándole a él, a sus amigos o familiares, o impulsando una ofensiva militar en su barrio o en otro, como la actual contra Gaza. Al contrario de lo que debería ser la actuación de un Estado democrático, Israel opta por la venganza en vez de por la vía judicial.
La Ley de Retorno
Otra de las leyes fundamentales que se deben tener en cuenta y una de las más controvertidas es la Ley del Retorno, que confirma esa insistencia en el CARÁCTER JUDÍO DEL ESTADO a través de la concesión de privilegios a los judíos. Esta ley concede el derecho a la ciudadanía de todos los judíos del mundo, de los hijos, nietos y cónyuges de los judíos, así como de quienes se conviertan al judaísmo. Sin embargo, no incluye a los judíos de nacimiento convertidos a otra religión y de hecho se ha denegado la ciudadanía a varios judíos convertidos al cristianismo.
La polémica en torno a esta ley reside en que Israel no permite regresar a su hogar a los palestinos expulsados ni a sus descendientes. Pero, por poner un ejemplo, un sueco que se convierta al judaismo sí tiene derecho a residir en Israel y a obtener la ciudadanía. Además, es probable que pudiera acceder a ayudas económicas del Estado para financiar estudios o adaptación a su nuevo hogar.
En 2003 se construyó un escalón más en esta política exclusivista con la aprobación de la Ley de Ciudadanía y Entrada en Israel, que indica que los palestinos de Cisjordania o Gaza menores de 35 años y las palestinas de Cisjordania o Gaza menores de 25 años no podrán residir en territorio israelí aunque se casen con un/a israelí. Sin embargo, si cualquier europeo contrae matrimonio con un ciudadano israelí tendrá derecho tanto a la residencia como a la ciudadanía.
El precio de la paz
Ante ello, Estados Unidos o la Unión Europea se limitan a
murmurar con tibias condenas que son simple tinta sobre papel, porque
mientras las emiten, mantienen a Israel como socio comercial preferente,
le venden armas, le brindan apoyo diplomático y estratégico. Nuestros
gobiernos son corresponsables -desde hace décadas- del destino de
palestinos e israelíes.
Este año Hamás y Al Fatah anunciaron su reconciliación y un acuerdo incipiente para un gobierno de unidad nacional. Las autoridades palestinas han hablado incluso de estar dispuestas a recurrir a la vía judicial para denunciar a Israel en tribunales internacionales. Ante ello, la respuesta de Tel Aviv ha sido más mano dura. No quiere al pueblo palestino unido, porque eso también amenaza el carácter judío de su Estado.
La radicalización está llegando a tal punto que han brotado nuevos grupos extremistas israelíes que atacan a los manifestantes israelíes que salen a la calle para pedir paz y libertad para Palestina.
En su ansia por querer más, Israel sigue renunciando a un acuerdo más que beneficioso para él, por el cual los palestinos tendrían un Estado con tan solo el 22% de la Palestina inicial, lo que supondría ordenar la salida de Cisjordania de los 450.000 colonos judíos, algo a lo que Tel Aviv no está dispuesto, al menos hasta ahora.
DE TODO ESTO VA LO QUE OCURRE EN ESTOS DÍAS EN PALESTINA.
Otro Israel es posible (si se quiere)
Cada día que pasa los palestinos son reducidos a números
o al olvido, recubiertos por esa perversa sospecha que persigue a
tantas víctimas, y que susurra “algo habrán hecho”, “algo habrán hecho”,
porque resulta increíble que los crímenes se cometan con tanta
impunidad. La entidad que se erige a sí misma como árbitro moral para
decidir qué debería ocurrir y qué no en Palestina es la misma que robó y
sigue robando la tierra de otros.
Dicho en palabras de la académica israelí Nurit Peled, “el Estado de Israel, que se declaró oficialmente un Estado de apartheid, se distingue por lo que ha sido siempre el método del racismo más típico y exitoso: la clasificación de los seres humanos”.
OTRO ISRAEL ES POSIBLE, al igual que otra Sudáfrica fue posible.
Consideraciones finales
La gente de poder en Israel no son descendientes de las víctimas del Holocausto. La enorme mayoría de las personas que estuvieron en un campo de concentración o que perdieron sus familias durante la persecución nazi, eran campesinos, intelectuales o pequeños comerciantes. Los banqueros no sufrieron, más que acaso pérdidas monetarias. Si las personas que sobrevivieron este periodo apoyaron la formación de Israel es porque la causa sionista se convirtió en el único recurso que les podía brindar un hogar y una identidad.
La gente de poder en Israel son descendientes de los judíos ingleses y rusos, cuyas familias adineradas compraron terrenos en el territorio que actualmente forma el Estado sionista. Son gente que en sus veintes participaron en las primeras guerras y que guardan un gran resentimiento contra los palestinos.
Es por esto que no tiene un real punto de comparación el Holocausto con las ataques contra los palestinos. No es menos o más grave, simplemente son diferentes momentos históricos, diferentes personas y diferentes tipos de violencia.
Y aunque la mayor parte de la población israelí apoya la actual operación militar es porque ven a los palestinos como una constante amenaza y su visión se reduce a su sufrimiento individual, cegándolos de la magnitud del conflicto y haciéndolos inmunes al sufrimiento de los palestinos. En este sentido cabe aclarar que la ocupación de los territorios palestinos es algo con lo que gran parte de los israelíes no comulgan.
En contraparte, el pensar en los palestinos como terribles terroristas es generalizar los atentados que ha realizado un grupo extremista que tomó el poder del territorio no hace más de 10 años, y es no comprender la injusticia económica, política y militar que viven.
En realidad, uno de los principales líderes en la historia, Yasser Arafat, intentó por mucho tiempo llegar a un acuerdo definitivo por la vía diplomática, lo que le valió el Premio Nobel de la Paz en 1994.
La complejidad de este conflicto es lo que lo hace tan intenso, tan difícil de solucionar y tan duradero. Sin contar las guerras históricas, que se remontan al expansionismo árabe en el siglo VII y, si se quiere, a la consolidación del reino de Israel en la época de los jueces y los reyes, específicamente con los enfrentamientos entre el rey David contra los filisteos (también llamados pelestes), la guerra Israel-Palestina involucra tantos factores religiosos, ideológicos, políticos y económicos, tanto internos como externos, que reducir el problema a los simplistas juicios de valor de “TERRORISMO” y “GENOCIDIO”, es crear prejuicios y no querer hacer un análisis sensato y crítico.
En el siguiente vídeo realizado por Nina Paley vemos la complejidad del gran conflicto político-religioso. Pero lo podemos ver de una forma más simple: pueblos matándose en el nombre de Dios. "This Land Is Mine" es una animación que no por casualidad tiene el mismo título que la película de Jean Renoir de 1943. En un ejercicio de ironía fina e ilustración en dos dimensiones, Nina Paley ha logrado resumir en menos de cuatro minutos cómo en el Medio Oriente las dinámicas bélicas trazan una línea histórica que conducen a un solo final común: el terrible (y en ocasiones fratricida) triunfo de La Muerte.
¿Quién mato a quién?
Siguiendo
con material que la misma autora comparte os presento a cada uno de los
personajes que aparecen en la animación para que podáis entender mejor
el corto.
HOMBRE PRIMITIVO. Éste hombre de las cavernas representa a
los primeros habitantes nómadas de la región de Canaán.
CANAANITA. La animadora lo ilustra de acuerdo
al arte antiguo sumerio.
EGIPCIOS. La tierra de Canaán fue sometida durante
un tiempo por los faraones.
ASIRIOS. Y después del gobierno egipcio
los asirios entraron en su dominio.
ISRAELITAS. De acuerdo con relatos bíblicos
los “Hijos de Israel” conquistaron la “Tierra Prometida”.
BABILONIOS. Los babilonios conquistaron a los israelitas llevándose
a los habitantes hebreos al exilio destruyendo su templo.
MACEDONIOS / GRIEGOS. Alejandro Magno conquista a los babilonios.
GRIEGOS / MACEDONIOS. Después de las conquistas de Alejandro Magno su ejército
se divide los territorios ganados luchando entre sí.
PTOLOMEOS. Los descendientes de los griegos gobiernan
Egipto vestidos como faraones.
SELÚCIDAS. Otros descendientes greco-macedonios
conquistan y gobiernan el legado de Alejandro Magno.
SACERDOTES HEBREOS. Después de regresar del destierro de Babilonia los sacerdotes
hebreos reconstruyen el templo y gobiernan a su pueblo.
MACABEOS. Dirigidos por Judas “el Macabeo” éste grupo
de israelitas derrotan a los selúcidas,
salvan el Templo e instituyen el Jánuca / Jánuka.
ROMANOS. Absorben a Israel y poco tiempo después
destruyen el segundo Templo.
BIZANTINOS. Cuando se divide el Imperio Romano
los bizantinos asumen el control del territorio hebreo.
CALIFA ÁRABE. Algunos árabes intentan conquistar el territorio de Israel.
.
CRUZADOS. En Jerusalén establecen “Estados Cristianos”
buscando salvaguardar lugares claves de la vida de Jesús.
ÁRABES. Durante un tiempo lograron vivir
cómodamente en Palestina.
OTOMANOS. El Imperio Otomano tomó el
control de Jerusalén y la periferia.
ÁRABES. Lograron establecer colonias e imponer
en gran parte de su población el Islam.
BRITÁNICOS. Tomaron control de la Palestina ocupada por los árabes.
PALESTINOS. Los británicos permitieron que
los habitantes siguieran su vida normalmente.
JUDÍOS / SIONISMO. Después de regresar de la barbarie Nazi los judíos buscaban
desesperados un lugar dónde llamar “casa”, sentirse seguros.
HAMAS / PALESTINOS Los habitantes de Medio Oriente formaron resistencia armada en contra de
los judíos que querían establecerse.
ESTADO DE ISRAEL. Con el respaldo de occidente se logra establecer formalmente
-aunque no reconocido por Palestina- el Estado de Israel.
TERRORISMO. Una forma de resistencia islámica y protesta es
el inicio de ataques terroristas dentro del territorio ocupado por israelitas.
EL ÁNGEL DE LA MUERTE. Es una forma de reflexión de la autora refiriéndose
a las muertes que ha y sigue trayendo consigo la puga por un pedazo de tierra.
a las muertes que ha y sigue trayendo consigo la puga por un pedazo de tierra.
*Cabe aclarar que la misma Nina Paley resalta el hecho de que lo que pretende es dar un acercamiento a la historia del conflicto árabe – israelí y no ser una fuente histórica crítica del hecho. Pese a todo, creo que logra satisfactoriamente su intención.
DE MI PARTE AL MUNDO
No hay que olvidar que quienes sufren, quienes pierden a su familia y su casa, quienes mueren, son las personas, no los “pueblos” ni las “religiones”, conceptos abstractos que crean generalizaciones, las cuales, si no se toman con cuidado, pueden llevar a una intolerancia irracional.
Para poder comprender los conflictos humanos hay que partir de la empatía, nunca de los prejuicios. Os recomiendo esta página donde vienen los nombres y edades de los palestinos muertos durante los últimos ataques. Son personas, con nombres y apellidos. Y, un día, .........TUVIERON VIDA
Documento originalmente publicado en sopitas.com el Miércoles, 21 noviembre , 2012 ampliado por mi después, varias veces.
Bibliografía:
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