Transición Española
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Lema nacional: Una, Grande y Libre | |||||
Himno nacional: Marcha Real | |||||
Capital | Madrid | ||||
Idioma oficial | Español | ||||
Gobierno | Monarquía con poderes absolutos (1975 – 1977) Monarquía parlamentaria (desde 1977) |
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Rey de España | |||||
• desde 1975 | Juan Carlos I | ||||
Legislatura | Cortes franquistas (1975 – 1977) Cortes constituyentes (desde 1977) |
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Suceso histórico | Fechas | ||||
• Muerte de Franco | 20 de noviembre de 1975 | ||||
• Proclamación de Juan Carlos I | 22 de noviembre de 1975 | ||||
• Primeras elecciones democráticas | 15 de junio de 1977 | ||||
• Constitución Española | 29 de diciembre de 1978 | ||||
• Golpe de Estado | 23 de febrero de 1981 | ||||
• II Legislatura | 28 de octubre de 1982 | ||||
• Adhesión a la CEE | 1 de enero de 1986 | ||||
• Permanencia en la OTAN | 12 de marzo de 1986 | ||||
Moneda | Peseta | ||||
Miembro de: ONU, OCDE, OSCE, OTAN (desde 1982), CEE (desde 1986) |
Índice
- 1 Delimitación del período
- 2 Contexto
- 2.1 La Revolución de los Claveles
- 2.2 Otros acontecimientos
- 2.3 El papel político del Rey Juan Carlos I
- 3 Gobierno de Arias Navarro
- 4 Gobierno de Adolfo Suárez
- 5 Programa político de Suárez
- 6 Las elecciones
- 7 Los gobiernos de UCD
- 8 Gobierno del PSOE
- 9 Véase también
- 10 Notas al pie
- 11 Referencias
- 12 Bibliografía
- 13 Enlaces externos
- 14 VIDEOS
- 15 Lo que Wikileacks pone al descubierto de La Transición
Los videos referentes a La Transicion se encuentran al final de la presente entrada
RTVE emitió una serie de Televisión Española de 13 capítulos (ver en web oficial de TVE) que retrata la evolución política en nuestro país desde el asesinato en diciembre de 1973 del almirante Luis Carrero Blanco, presidente del Gobierno, hasta las elecciones democráticas de junio de 1977 en las que se impuso la Unión de Centro Democrático (UCD) de Adolfo Suárez. La serie se emitió en TVE entre julio y octubre de 1995.
Delimitación del período
No hay acuerdo entre historiadores y periodistas respecto a cuales serían las fechas de inicio y final de la Transición, siendo el único período sobre el que existe consenso el comprendido entre el fallecimiento del dictador Francisco Franco el 20 de noviembre de 1975 (o la consiguiente proclamación de Juan Carlos I como rey de España dos días más tarde) y la celebración de las primeras elecciones democráticas el 15 de junio de 1977.
No obstante, muchos historiadores retrasan el final del período hasta la aprobación de la Constitución en diciembre de 1978, momento en el que consideran culminado el proceso de transición institucional desde un régimen dictatorial hasta otro democrático y constitucional. Otros prolongan algo más el período, hasta la celebración de las primeras elecciones celebradas conforme a la nueva ley fundamental en marzo de 1979. Más minoritaria es la postura de quienes prolongan el período hasta el intento fallido de golpe de Estado de febrero de 1981, por entender que hasta entonces habría estado vigente la amenaza golpista por parte de un sector del Ejército. Un sector prolonga la duración de la Transición hasta la celebración de las elecciones que, en octubre de 1982, dieron el triunfo al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), momento en el que deja de gobernar la Unión de Centro Democrático (UCD), partido político que lideró el cambio de régimen político. Tampoco faltan quienes establecen el fin de este periodo en 1986, con la entrada del país en la Comunidad Económica Europea (futura Unión Europea). Por último, hay un sector claramente minoritario que lo prolonga hasta las elecciones del año 1996 en las que ganó el Partido Popular, lo que daría al período una duración de más de veinte años.
Respecto a la fecha de inicio, numerosos autores la adelantan al 20 de diciembre de 1973, fecha del asesinato del presidente Carrero Blanco, dada la importancia que éste tenía en la estructura del régimen y el impacto que tuvo su desaparición, que propició diversos intentos de reforma para asegurar su subsistencia tras la muerte de Franco. Por último, un sector más minoritario lo retrotrae incluso a la aprobación de la Ley Orgánica del Estado en 1966.
Atentado contra el presidente Carrero Blanco |
Contexto
La Revolución de los Claveles
El 25 de abril de 1974 en Portugal se produjo con éxito un levantamiento militar para provocar la caída de la dictadura del Estado Novo surgida en 1933, para dar origen a una república presidencialista democrática. La situación de Portugal y la vecina España tenían muchas diferencias, pero también similitudes en el momento de iniciarse la transición democrática:
- Las dictaduras de Portugal y España eran las más longevas de Europa; la portuguesa surgida en 1933 y la española con el golpe de estado de 1936 y la posterior Guerra Civil, contando desde el primer día con el apoyo de la dictadura portuguesa.
- Las fuerzas democráticas de derecha o conservadores eran prácticamente inexistentes en la víspera de los cambios sociales y políticos que se avecinaban, a pesar de ser casi inexistentes, consiguieron un 42,9% de los votos en las primeras elecciones democráticas. En ambos casos el ejército era mayoritariamente conservador.
- La izquierda con mejor organización y aparentemente con más apoyo en ambos países eran los comunistas, el portugués PCP y el español PCE, tanto en política como en los sindicatos, mientras que los socialistas comienzan a reorganizarse durante los años 70, aunque su actividad en el exilio y en el interior no había desaparecido totalmente desde los años cuarenta.
- Importante presencia de nuevas clases medias que pedían un cambio pacífico, entre otras cosas por la experiencia de la Guerra Civil en España o la Guerra Colonial de Portugal.
- El fracaso de la participación social de ambos sistemas de partido único.
- La posición reformista, para intentar continuar con el régimen de partido único pero asumiendo una serie de cambios, adoptada por los gobiernos de Arias Navarro (1974-1976) y Marcelo Caetano (1968-1974), habían fracasado.
- Tanto el PSOE y su sindicato UGT como el PCE y CCOO, consideraron en un primer momento como acertados el modelo rupturista del pasado y la formación de un gobierno provisional.
- En las fuerzas armadas surgen organizaciones nuevas que apoyan los cambios, en Portugal el Movimiento de las Fuerzas Armadas portugués, y en España la Unión Militar Democrática o la Unión Democrática de Soldados.
- Muchos medios de comunicación de ambos países fueron censurados por su defensa de los nuevos cambios sociales y políticos.
Monumento conmemorativo en Grândola. |
- La acelerada descolonización del Sáhara Español estuvo influida por la rápida descolonización portuguesa, que sin embargo había sufrido mucho más las consecuencias de una larga guerra colonial en África con cientos de miles de desertores y con la guerra prácticamente perdida frente a las guerrillas.
La caída del régimen portugués provocó una tremenda inquietud en las fuerzas que apoyaban el régimen franquista, ya que se produjeron manifestaciones multitudinarias a favor de la revolución, la persecución por parte de la policía política o el entusiasmo por los militares rebeldes, que eran situaciones que provocaban fuertes reacciones represivas. El Primero de Mayo de 1974, más de un millón de personas marchó por las calles de Lisboa. Dos días después, Franco y el príncipe Juan Carlos vieron las imágenes de estos hechos, manifestando bastante inquietud ante un un país que derivaba hacia la izquierda con una aparente gran presencia de los comunistas.
Henry Kissinger |
Willy Brandt |
Otros acontecimientos
Dentro del periodo anterior a la transición democrática también son destacables otros hechos como :
- El asesinato por parte de ETA de Carrero Blanco en 1973, potencial sucesor de Franco.
- La firme apuesta por la democracia y la "ruptura democrática" de nuevos dirigentes socialistas del interior, cuyas tesis renovadoras se impusieron a las del exilio en el Congreso de la UGT de 1971 y en el del PSOE de 1972. Así, Nicolás Redondo, Pablo Castellano, Felipe González (elegido primer secretario del PSOE en el Congreso de Suresnes de 1974), Alfonso Guerra, Luis Gómez Llorente, Francisco Bustelo o Enrique Múgica tendrán un papel fundamental posteriormente.
- Los fusilamientos en 1975 de dos miembros de ETA y de tres del FRAP.
- Enero de 1976, año que comienza con numerosas huelgas. Una de ellas fue la huelga general del 5 de enero, en vísperas del día de reyes, en la que se paralizan servicios tan imprescindibles como Renfe y correos, los cuales, el día 7, el gobierno decide militarizar y son custodiados por la guardia civil. Finalmente la huelga termina el día 9 de enero. Esta huelga reivindicaba revisiones salariales y sindicatos libres y de clases, libertades políticas y para todos los pueblos del estado español, también se pedía amnistía. En esos momentos se estaban negociando unos 2000 convenios colectivos. El gobierno también inicia en estas fechas su campaña en el extranjero, es una campaña de imagen. En diciembre del año anterior, ya se había dado a conocer las intenciones de reforma política desde arriba en su declaración pragmática, cuyo autor fue Manuel Fraga, en el cual se decía que se iban a considerar prioritarias las libertades y los derechos de los ciudadanos.
Concierto de Raimon - El 5 de febrero de 1976, el recital del cantante Raimon reúne a los principales dirigentes de los partidos, en ese momento ilegales de izquierdas, pero estos no se encontraban unidos debido a sus diferencias ideológicas. Aun así, ambos bandos comprendían que para conseguir su propósito, debían permanecer unidos a pesar de sus discrepancias. “Libertad, amnistía y estatuto de autonomía” es el lema de la asamblea de Cataluña. Se convoca una huelga, la cual es apoyada por altos cargos del clero y algunas organizaciones ciudadanas, lo cual hace que un gran número de personas asista a la convocatoria. La policía, evidentemente, interviene en la manifestación y, en el parte emitido al día siguiente se puede leer: “por el número de asistentes y ámbito de la manifestación en sus diversas y escalonadas apariciones, se considera como la de mayor trascendencia de cuantas se han producido en estos últimos años. Nunca antes la oposición al régimen hizo un alarde de resistencia tal y como el desplegado en el día de ayer”.
Incidente de Zaramaga - El día 3 de marzo de 1976, en el barrio obrero de Zaramaga, estaban reunidos, dentro de la parroquia, miles de personas que habían asistido a la tercera huelga general convocada en Euskadi, cuando la policía entró en la capilla sin hacer caso de la decisión del párroco y comenzó a desalojar sin apenas dar un intervalo de tiempo, unos segundos después comenzaron a disparar gases lacrimógenos dentro del lugar. Los primeros en salir fueron apaleados y los del frente disparados con balas. Las consecuencias fueron 5 muertos y más de 150 heridos. En ese momento, Manuel Fraga se encontraba en Alemania participando en una campaña para dar a conocer el propósito del gobierno español de construir una democracia en España. Cuando regresó al país fue a Vitoria a ver a los heridos por los sucesos acontecidos días anteriores.
- El 28 de febrero de 1977 se celebra en el Escorial el funeral por los reyes de España. Asistieron muchas autoridades del Estado y Suárez aprovecha para informar de su entrevista con Santiago Carrillo al rey don Juan Carlos porque es evidente que un paso de este tipo podría tener efectos políticos y también comprometer a la corona.
J. M. de Areilza |
- El 22 de mayo de 1977 comienza la campaña electoral y el 15 de junio el centro gana las elecciones, UCD con el 34% de votos y 165 escaños es el partido con más votos aunque no por ello obtiene la mayoría absoluta. Finalmente el 22 de julio se celebra la primera sesión del Congreso y el Senado recién elegidos en el que don Juan Carlos da una conferencia en su primera intervención como rey ante las cortes franquistas.
El papel político del Rey Juan Carlos I
Ante el agravamiento de la enfermedad del dictador, el 30 de octubre de 1975, y por segunda y última vez, el príncipe Juan Carlos asumió en funciones la Jefatura del Estado. A la muerte de Franco, el consejo de regencia asumió, de forma igualmente interina dicha jefatura. Juan Carlos se convirtió dos días después, el 22 de noviembre, en rey, en virtud de la Ley de la Sucesión en la Jefatura del Estado. Hasta entonces, el príncipe se había mantenido en un discreto segundo plano siguiendo las pautas marcadas por Franco. Pero la desaparición del general iba a permitir a Juan Carlos facilitar, como rey de España, la implantación de un sistema político democrático en el país. Este proyecto contaba con amplios apoyos dentro y fuera de España: los países occidentales, un sector importante del capitalismo español e internacional, la gran mayoría de la oposición al franquismo y una parte creciente del propio régimen franquista.No obstante, la transición tuvo que superar las resistencias generadas por el propio régimen, en un marco de tensiones causadas por grupos radicales de extrema izquierda y grupos franquistas de extrema derecha. Estos últimos, además, contaban con un apoyo considerable dentro del ejército. Tales grupos amenazaban con deteriorar la situación política en exceso, iniciando un proceso de involución.
La realización de dicho proyecto exigía que la oposición controlara a sus partidarios para evitar cualquier provocación y que el ejército no cayera en la tentación de intervenir en el proceso político e intentara salvar las estructuras franquistas. En esta doble dirección se movió la actuación política de Don Juan Carlos y sus colaboradores.
Ante la nueva etapa histórica que se abría, había tres posturas claramente diferenciadas:
- Los partidarios del régimen franquista (conocidos como ultras o el búnker), defensores del mantenimiento de la legalidad franquista, o como mucho, de su actualización. A pesar de su escaso apoyo social, dominaban el ejército y un órgano fundamental dentro de la organización del Estado, el Consejo del Reino.
- La oposición democrática, organizada primero en dos asociaciones de partidos políticos, la Junta Democrática de España y la Plataforma de Convergencia Democrática, que acabaron fusionándose en la asociación Coordinación Democrática, conocida como Platajunta. Ésta defendía la ruptura legal con el régimen franquista para pasar directamente a un Estado democrático.
- Torcuato Fernández Miranda,ex presidente interino del gobiernoen 1973, profesor de Derecho Político de Juan Carlos I, partidario de reformar las Leyes Fundamentales del Movimiento mediante sus propias disposiciones para llegar así a la democracia evitando vacíos legales. En palabras del propio Fernández Miranda, se trataba de ir "de la ley a la ley a través de la ley".
T. Fdez Miranda |
Juan Carlos inició su reinado sin salirse de los cauces de la legalidad franquista. Así, juró fidelidad a los Principios del Movimiento, tomó posesión de la corona ante las Cortes franquistas y respetó la Ley Orgánica del Estado de 1966 para el nombramiento de su primer Jefe de Gobierno. Sin embargo, ya en su discurso ante las Cortes se mostró abierto a una transformación del sistema político español.
Arias Navarro anuncia la muerte del dictador y lee su testamento politico
A mediados de noviembre con Franco hospitalizado, Carlos Arias Navarro presentó su dimisión al entonces príncipe, lo que le situó en una posición difícil. A principios de diciembre Juan Carlos confirmó a Arias Navarro para presidir su primer gobierno, algo que este ninguneó, rechazo reflejado en la sorpresa del rey al ver que el día 6 de diciembre no sale en la prensa esta ratificación. Sin embargo, el rey le pidió ayuda, a la que accedió, para conseguir el nombramiento de Torcuato Fernández Miranda al frente de la presidencia del Consejo del Reino y de las Cortes. Para ello se ajustó a las pautas marcadas por la Ley Orgánica del Estado , bajo las cuales el Consejo del Reino propuso una terna de candidatos afines al franquismo: además de Torcuato Fernández-Miranda, estaban Licinio de la Fuente y Emilio Lamo de Espinosa y Enríquez de Navarra. De este modo, el rey logró situar a este fiel colaborador suyo al frente de la presidencia del Consejo del Reino y de las Cortes. Fernández Miranda era un viejo franquista que, sin embargo, compartía con el monarca la necesidad de que España evolucionase a un sistema democrático, y, para ello, aportará sus sólidos conocimientos jurídicos a este proyecto.
El nombramiento de Arias Navarro ofrecía un panorama claramente continuista y no auguraba grandes transformaciones políticas. Sin embargo, por iniciativa real y del presidente del Consejo del Reino, entraron a formar parte del nuevo gobierno ministros claramente reformistas como Manuel Fraga Iribarne (Gobernación), José María de Areilza (Asuntos Exteriores) y Antonio Garrigues (Justicia). Todos ellos habían rechazado en su momento el Estatuto de Asociaciones del Movimiento. También contó con la presencia del democristiano Alfonso Osorio en el Presidencia y de dos expertos en el aparato del movimiento: Rodolfo Martín Villa (Sindicatos) y Adolfo Suárez (Movimiento). Para mantener el equilibrio, se nombró vicepresidente para asuntos de Defensa a un militar incondicionalmente franquista: el general Fernando de Santiago.
La tímida reforma política promovida por este gabinete se limitó a las leyes "de Reunión y Manifestación" y "de Asociaciones Políticas". La Ley de Reunión y Manifestación ampliaba la libertad para reunirse sin que fuese necesaria una autorización. La Ley de Asociaciones Políticas permitía la creación de grupos políticos, aunque sin el carácter legal de partidos políticos; además debían aceptar los principios del Movimiento y las Leyes Fundamentales. Sólo se inscribieron siete asociaciones.
La situación que tenía que afrontar el nuevo gobierno era harto difícil. La agitación de la oposición iba en aumento, las manifestaciones en petición de una amnistía eran frecuentes y en el País Vasco la tensión crecía sin cesar. ETA especialmente y, en menor medida, otros grupos armados prosiguieron con sus atentados y el apoyo popular con que podían contar se manifestaba en múltiples actos de protesta.
Sucesos de Vitoria
Durante el mes de enero, unos seis mil trabajadores iniciaban una huelga en Vitoria en contra del decreto de topes salariales y en defensa de mejores condiciones de trabajo. Dos meses después convocaban por tercera vez una huelga general que fue masivamente seguida el día 3 de marzo. Ese mismo día la Policía Armada entró en la Iglesia San Francisco de Vitoria, en la que estaba previsto realizar una asamblea de trabajadores y, haciendo caso omiso de la decisión del párroco y del contenido del Concordato, conminó al desalojo. Apenas unos segundos después disparaban gases lacrimógenos en un recinto cerrado y abarrotado de gente creando indignación y sobre todo pánico. Los que salieron por delante medio asfixiados y con pañuelos en la boca fueron apaleados brutalmente por los flancos y a los del frente les dispararon con metralletas y pistolas. La policía resolvió a tiro limpio la situación que ella misma había creado, matando a Pedro María Martínez Ocio, trabajador de Forjas Alavesas, de 27 años, Francisco Aznar Clemente, operario de panaderías y estudiante, de 17 años, Romualdo Barroso Chaparro, de Agrator, de 19 años, José Castillo, de Basa (Grupo Arregui), de 32 años. Dos meses después moriría Bienvenido Pereda, trabajador de Grupos Diferenciales, con 30 años. Dos obreros muertos directamente en el lugar de los hechos, cuatro heridos muy graves de los cuales tres morirían, más de sesenta heridos graves, la mitad con heridas de bala, y cientos de heridos leves.
M. Fraga y R. Martin Villa con los heridos |
Todavía prohibidos los derechos de reunión, manifestación y de huelga, los sindicatos, ilegales también, en enero convocan huelgas en toda España. Tuvieron especial importancia en el cinturón industrial madrileño y en Vitoria. La respuesta del gobierno fue la habitual represión policial, que en Vitoria produjo cuatro manifestantes muertos y varios centenares de heridos el 9 de marzo durante una carga antidisturbios. En vez de solucionar el conflicto, los altercados se multiplicaron y las huelgas generales de protesta se sucedieron durante varios meses.
Estos incidentes aceleran la acción de la oposición democrática y su unidad de acción. La Junta Democrática y la Plataforma de Convergencia se fusionan en la Coordinación Democrática o Platajunta el 26 de marzo. Esta nueva junta ejerce mayor presión política sobre el gobierno, exigiendo amnistía, libertad sindical, democracia y rechazando las leyes reformistas.
Sucesos de Montejurra
Este ataque armado, ocurrido en Montejurra el 9 de mayo de 1976, fue organizado desde el SECED (Servicio Central de Documentación) con el visto bueno gubernamental, utilizando una de las dos corrientes políticas carlistas con la llamada "Operación Reconquista" que se saldó con dos muertos ante la pasividad y colaboración de la Guardia Civil. En Montejurra, monte sagrado del carlismo, se celebra anualmente un Vía crucis desde los años cuarenta. Cuando iba a empezar la procesión desde el monasterio de Irache, un grupo de seguidores de Sixto de Borbón atacaron a pedradas y golpes de porra a los reunidos allí, partidarios de Carlos Hugo ante la impasibilidad de la Guardia Civil y la Policía Armada. Uno de los agresores esgrimió una pistola y disparó, hiriendo de muerte a un carlista.
Poco después, ya iniciada la ascensión al monte, al llegar al acceso a la cumbre, los carlistas se toparon con otro grupo armado que, después de discutir vehementemente, lanzó una serie de disparos y ráfagas contra los peregrinos. El resultado, un muerto por una bala en el corazón y varios heridos por disparos.
La oposición democrática acusó al Gobierno de connivencia con los agresores basándose en la incapacidad para mantener el orden público a pesar de la amplia presencia policial, la facilidad con la que escaparon los asesinos y el hecho de que no llegaron a ser sometidos a juicio, pues se beneficiaron de la amnistía política de 1977.
La escalada del terrorismo: ETA, GRAPO y la ultraderecha.
Los tres principales grupos de terrorismo en este momento eran:
- El grupo maoísta del GRAPO: atentaban contra las fuerzas armadas y de seguridad porque, según sus propias palabras, estas fuerzas representan los instrumentos represivos de un estado capitalista y opresor que engaña al pueblo trabajador, bien con la dictadura de Franco o con la falsa democracia occidental, liberal y burguesa.
- La banda ETA era una mezcla política de nacionalismo vasco y marxismo leninismo revolucionario. Su objetivo es atentar contra intereses y personas del Estado, con el objetivo final de conseguir la independencia.
- Los grupos de terrorismo tardofranquista que adoptaban distintos nombres, aunque compartían un mismo discurso y fin; atacaban en especial a los comunistas, tanto a organizaciones como cualquier persona a la que relacionasen con ellos.
Por otra parte, los grupos de la oposición se mostraban cada vez más impacientes exigiendo el desmantelamiento del régimen franquista en la mayor brevedad posible. La reunión de las fuerzas políticas de la oposición en marzo de 1976 da origen a la creación de "Coordinación Democrática". Con ello, la oposición boicoteaba los intentos del gobierno de dividir a la oposición, atrayéndose a sus sectores más moderados y dejando en la ilegalidad al PCE, a otros grupos de la izquierda y los nacionalistas catalanes y vascos. Asimismo, la oposición moderó su discurso, exigiendo una ruptura o reforma pactada que la acercaba de hecho a los planteamientos reformistas del gobierno.
En cambio, las limitaciones de este gobierno para liderar el cambio político se hicieron cada vez más evidentes. Arias Navarro, muy sensible a las presiones del búnker, se encontraba con poco margen de maniobra ante los elementos reformistas de su gabinete, mientras que éstos topaban con las cortes franquistas en sus primeras tentativas reformistas: en junio de 1976, tras publicarse la "Ley de derecho de asociación de partidos políticos" -de la cual quedaban excluidos los partidos comunistas-, se frustró el intento de Fraga y Areilza de modificar el Código Penal, que consideraba delictiva la afiliación a cualquier partido político. Aunque las presiones de Fernández Miranda permitieron su aprobación el día 30, el proceso hacia un cambio de gobierno se volvió ya inevitable, y el mismo Rey, tras declararse durante un viaje a Estados Unidos plenamente favorable a la implantación de un sistema democrático en España, decidió exigir la dimisión a Carlos Arias el 5 de julio.
El rey forzó la dimisión de Arias Navarro el 1 de julio por su incapacidad para enfrentarse a los graves problemas de orden público (terrorismo, huelga masiva de Vitoria, sucesos de Montejurra), así como por su negativa a desmontar el régimen franquista.
Gobierno de Adolfo Suárez
Fue Torcuato Fernández Miranda, como presidente del Consejo del Reino, quien logró que en la nueva terna de candidatos a la presidencia del gobierno entrara Adolfo Suárez González y a él le correspondería realizar una operación política de evidente dificultad: convencer a los políticos del sistema franquista instalados en las Cortes para que desmantelaran dicho sistema. De esta manera se respetaba formalmente la legalidad franquista y se orillaba, en lo posible, el peligro de una intervención del ejército en el proceso de transición.
Del nuevo gobierno se autoexcluyeron Fraga y Areilza, mientras que la representación militar permaneció invariable. Varios de los nuevos ministros pertenecían ya a asociaciones políticas amparadas por la nueva ley. Adolfo Suárez presentó el 6 de julio por televisión un programa político muy claro basado en dos puntos:
- Elaboración de una Ley para la Reforma Política que, una vez aprobada por las Cortes y por los españoles en referéndum, permitiría abrir un proceso constituyente para implantar en España un sistema de democracia liberal.
- Convocatoria de elecciones democráticas antes del 30 de junio de 1977.
Para lograrlo, Suárez debía convencer a la oposición para que entrara en su juego y al ejército para que no interrumpiera el proceso; además, tenía que controlar la situación en el País Vasco que se estaba haciendo insostenible por días. Pero, a pesar de todo, el proyecto de Suárez se fue aplicando sin dilaciones entre julio de 1976 y junio del siguiente año.
Programa político de Suárez
En este breve período Suárez actuó en varios frentes para realizar su proyecto reformista:
La Ley para la Reforma Política
El proyecto que se elaboró por el gobierno en septiembre tenía que abrir la puerta un sistema de democracia parlamentaria. No concretaba cómo iba a ser el nuevo sistema político, simplemente eliminaba los obstáculos que ofrecía el régimen franquista a la implantación de un sistema democrático. Venía a ser, en realidad, el acta de liquidación del franquismo aprobada por las propias Cortes franquistas. A lo largo del mes de noviembre la ley fue debatida por las Cortes que, bajo la presidencia de Fernández Miranda, la aprobaron por 425 votos a favor con 59 votos en contra y 13 abstenciones.
El gobierno quiso legitimar esta operación sometiendo la nueva ley a un referéndum. Participó el 77,72% del censo electoral, y el 94,17% de los participantes dieron su aprobación.
A partir de este momento se podía abrir ya el proceso electoral, segundo punto del programa de Suárez, para elegir a los diputados de las Cortes Constituyentes encargadas de elaborar una nueva Constitución.
Tenía un problema importante, que era garantizar la participación de la oposición clandestina en el proceso que ya estaba en marcha por el propio régimen. Para ello se enfrentó a uno de los temas más delicados, la legalización de la oposición.
El 8 de febrero se aprueba un decreto ley para la Reforma Política y posteriormente, en marzo, se legalizan gran parte de los partidos políticos con otro decreto ley donde se establecen los requisitos para su legalización. En caso de dudas, el Ministerio de Interior remitiría la documentación al Tribunal Supremo para que dictaminase.
También hubo que reformar el Código Penal, que consideraba sancionables cuestiones básicas como la pertenencia a partidos políticos y prohibía asociarse a aquellos que pretendieran:
- La subversión del orden público o el ataque a la unidad de la patria. Aquí quedaban incluidas todas las formaciones de carácter nacionalista periférico, no español.
- Estar sometidos a una disciplina internacional, con la intención de implantar un régimen totalitario. Esta prohibición estaba pensada especialmente contra el PCE, dependiente en cierta forma de la Unión Soviética, aunque se encontraba ya en la corriente reformista del eurocomunismo, y que pretendía imponer en España un Estado socialista (una democracia proletaria).
Con estos cambios, se legalizaron los partidos u organizaciones más importantes:
- Considerados de extrema derecha: los partidos fascistas de Falange y Fuerza Nueva o el partido pro-nazi CEDADE.
- Considerados de derecha o conservadores: el principal fue Alianza Popular (AP) de Manuel Fraga, que agrupó a parte de la derecha post-franquista.
- Considerados de centro o reformistas: la UCD, de Adolfo Suárez, aglutinando un heterogéneo conjunto de grupos moderados de derechas e izquierdas de ideología diversa: democristianos, socialdemócratas o liberales), y una parte del propio régimen que apoyaban las nuevas reformas. También se consideran centristas algunos partidos nacionalistas periféricos, como el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y el Pacte Democràtic per Catalunya (PDC) liderado por la Convergencia Democràtica de Catalunya de Jordi Pujol y Miquel Roca.
- Considerados de izquierda o progresistas, como el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), en aquel momento de discurso exaltado, pero de estrategia política pragmática.
Para ser legalizado, el PCE recurrió al Tribunal Supremo, que dictaminó que no contravenía la legalidad. Después de que su líder Santiago Carrillo Solares aceptara abandonar la restauración de una República, aceptando la monarquía, el Gobierno aprovechó las vacaciones de Semana Santa, durante las que el Ejército estaba ampliamente desmovilizado, para legalizarlo el 9 de abril. Asimismo, disolvió el partido único de la dictadura, el Movimiento. Aun así, el Ministro de la Marina dimitió inmediatamente y Manuel Fraga manifestó que la decisión del Gobierno era un verdadero golpe de Estado. El 9 de abril se llamó, con cierta ironía, el Sábado Santo Rojo (la festividad es de carácter católico y el comunismo propugna el ateísmo o el agnosticismo). Dos días después se legalizó el Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC), homólogo catalán del PCE.
Otros partidos relevantes eran Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), de ideología también de corte nacionalista catalán y republicano, que ya había gobernado en la depuesta Generalidad de Cataluña durante la Segunda República; Euskadiko Ezkerra (EE), marxista y nacionalista vasco, del antes grupo terrorista de ETA político-militar, que años después se integraría en el PSOE.
Finalmente, había otros partidos situados a la izquierda del PCE, algunos de los cuales eran escisión de este. Se trataba de partidos de extrema izquierda o revolucionarios. Algunos de ellos se acogieron a la legalización, mientras que otros se abstuvieron de participar en el nuevo régimen. Entre ellos estaban el bloque del Frente Democrático de Izquierdas (FDI) apoyado por el Partido del Trabajo de España (PTE) y organizaciones afines de ideología marxista leninista e influidos por la ideología de Mao Zedong y el bloque Frente por la Unidad de los Trabajadores, que no conseguirían representación parlamentaria.
El Gobierno y la oposición
Para dar credibilidad a su proyecto, adopta una serie de medidas políticas. La primera de ellas es la amnistía parcial del 30 julio de 1976, ampliada en marzo del año siguiente y total en mayo; la Ley de Amnistía fue promulgada finalmente el 15 de octubre de 1977. En diciembre de 1976 se disuelve el TOP. En marzo del año siguiente se legaliza el derecho básico de huelga y en abril se decreta la libertad sindical. También se promulga una Ley Electoral con las condiciones necesarias para homologarse con las de los países con un sistema de democracia liberal y parlamentaria.
Con todas estas medidas, Suárez iba cumpliendo las condiciones que exigían los grupos de la oposición desde 1974. Estas fuerzas se habían reunido en noviembre de 1976 para crear una plataforma de organizaciones democráticas. Suárez había iniciado sus contactos políticos con la oposición entrevistándose con Felipe González, Secretario General del PSOE, en agosto. La actitud posibilista del líder socialista dio alas a Suárez para llevar adelante su proyecto político, pero todo el mundo percibía claramente que el gran problema para la normalización política del país iba a ser la legalización del PCE. Éste constituía, en aquel momento, el grupo político más organizado y con mayor número de militantes de la oposición, pero en una entrevista con los mandos más destacados del ejército en septiembre, ellos le manifestaron claramente su oposición frontal a la legalización del PCE.
El PCE cada vez era más visible para denunciar la Ley para la Reforma Política por antidemocrática y solicitar las elecciones para las Cortes Constituyentes convocadas por un Gobierno provisional compuesto también por los partidos políticos en la oposición. Dado que, además, la oposición no manifestaba ningún entusiasmo por la Ley para la Reforma Política, Suárez se arriesgó aún más para implicar a la mayoría de las fuerzas políticas.
Felipe González, Willy Brandt y Olof Palme |
El 24 de enero de 1977 se produce la Matanza de Atocha, el atentado más significativo de la extrema derecha, que ataca un despacho de Derecho Laboral vinculado al Partido Comunista de España de la madrileña calle de Atocha. Allí asesinan a tiros a cinco abogados e hieren de gravedad a otros cuatro. Este hecho provocó la primera manifestación multitudinaria de la izquierda en el país desde la Segunda República y, después, decenas de actos de carácter pacífico de simpatía y solidaridad con el partido comunista. Esto y la actitud mantenida por Santiago Carrillo, empujaron a Suárez a llevar a cabo la polémica legalización del partido.
El Gobierno y el ejército
Adolfo Suárez conocía bien que el llamado búnker, entre otros formado por José Antonio Girón y Blas Piñar y que contaba como medio afín el periódico El Alcázar. Suárez tenía muy buenos contactos con oficiales del ejército que ejercían una evidente influencia sobre importantes sectores militares. Estas fuerzas podían constituir un obstáculo insalvable e incluso un peligro de golpe de estado para la reinstauración de un régimen de gobierno militar.
Para salvar ésta dificultad, Suárez intentó apoyarse en militares liberales del círculo del general Díez-Alegría, a los que intentó colocar en puestos de responsabilidad, como el general Manuel Gutiérrez Mellado. Pero, en julio de 1976, el vicepresidente para asuntos de defensa era aún el general Fernando de Santiago que pertenecía al núcleo más inmovilista. De Santiago, inquieto por la primera amnistía, se opuso frontalmente en septiembre a la Ley de Libertad Sindical. El 21 de septiembre Suárez destituyó a De Santiago y nombró en su lugar al General Manuel Gutiérrez Mellado, lo que le ocasionó numerosos enemigos y oposición que se agudizaría con la legalización del PCE meses más tarde, con la dimisión inmediata del Ministro de Marina.
El general Gutiérrez Mellado llama al orden a un grupo de exaltados que cantaban el «Cara al Sol» durante el entierro de varios militares asesinados por ETA
Pero entretanto Gutiérrez Mellado actuaba con habilidad para promocionar a los oficiales partidarios de la reforma y para sustituir a los mandos de las fuerzas de seguridad (Policía Armada y Guardia Civil) más partidarios de conservar el régimen.
Suárez quería demostrar al ejército que la normalización política del país no implicaba ni la anarquía ni la revolución. Para lograrlo contaba con la colaboración de Santiago Carrillo, pero se encontraba con violentas respuestas de diferentes grupos terroristas.
El incremento del terrorismo
El País Vasco se mantuvo, a lo largo de todo este periodo, en plena ebullición política. Las reivindicaciones de amnistía política, en especial la semana pro-amnistía del 8 al 15 de mayo en la que murieron siete personas por la represión, obligaron a Adolfo Suárez a irla concediendo en distintas etapas hasta llegar a la amnistía total de octubre de 1977. Pero los enfrentamientos continuos entre policía y manifestantes no ayudaban precisamente a serenar los ánimos. ETA, después de una cierta tregua en el verano de 1976, reemprendió sus atentados en octubre. Pero fue sobre todo entre diciembre y enero cuando se desencadenó un conjunto de violentas acciones que dejaron la situación social y política en una posición muy inestable.
Entierro de los abogados laboralistas asesinados en Atocha |
Pero, por primera vez, buena parte de los líderes de la oposición reunidos con el Presidente del Gobierno publicaron un comunicado de denuncia del terrorismo y de apoyo a la actuación de Suárez. Sin embargo, las fuerzas del búnker se aprovecharon de la inquietud del momento para denunciar que el país se estaba precipitando en el caos.
Las elecciones
Las elecciones generales del 15 de junio de 1977 dieron la representación a cuatro partidos políticos, los tres primeros de ideología reformista o progresista, fundamentalmente: UCD 31,1%, PSOE 28,6%, PCE 9,4% y el partido conservador AP con tan solo 8,5%.
Destaca el fuerte apoyo local obtenido por partidos nacionalistas, especialmente en Cataluña con el bloque PDC y País Vasco con el PNV.
Los gobiernos de UCD
El partido ganador, UCD, formó gobierno durante dos legislaturas, en junio de 1977 y marzo de 1979, pero tuvo que contar con el apoyo o el beneplácito de otros partidos al no contar con la mayoría absoluta de escaños en el Parlamento.
Los regímenes preautonómicos: Cataluña, País Vasco y Galicia.
Después de las elecciones, con los resultados en Cataluña y País Vasco, el gobierno permitió la creación de instituciones preautonómicas. Concedió autonomía provisional a las regiones cuyos diputados, constituidos en asambleas parlamentarias, así lo solicitaron. Era el primer eslabón de la estructura territorial que ya estaba pactada en la nueva Constitución.
La primera preautonomía concedida fue la de Cataluña, el 29 de septiembre se restableció la Generalidad de Cataluña y Josep Tarradellas, histórico político nacionalista en el exilio, se convirtió en su nuevo Presidente el 23 de octubre.
En el País Vasco, los ideales estaban divididos entre nacionalismo o españolismo. Así se demuestra en un mitin que realizó el partido socialista en estas tierras, el cual intentaron evitar partidos de nacionalismo extremo. la situación política era dominada por el PNV, que reclamaba incorporar a Navarra a la autonomía formada por Vizcaya, Guipúzcoa y Álava, con la distorsión de ETA. La asamblea de parlamentarios vascos, en la que se negaron a participar los navarros, negoció con el Gobierno la creación de un Consejo General Vasco, aprobado el 6 de enero de 1978.
En Galicia, con mayoría de la UCD, se sumaron a la preautonomía con la creación de la Junta de Galicia, en marzo de 1978.
Cortes constituyentes: la constitución de 1978
El nuevo Parlamento formó una ponencia que empezó a trabajar en la redacción de una nueva Constitución en el verano, con el consenso de las principales fuerzas políticas en temas tales como el papel del ejército, los derechos históricos, la situación de Navarra. En julio de 1978, el Congreso de los Diputados aprobaba el texto constitucional por una amplia mayoría que incluía a los conservadores de Alianza Popular y al PCE. Algunos partidos de extremos votaron en contra y otros como el PNV, que había sido excluido de la ponencia constitucional pese a ser mayoritario en el País Vasco, pidieron la abstención.
La Constitución fue aprobada en sesión conjunta por el Parlamento y el Senado en el mes de octubre. El 6 de diciembre se sometió la Carta Magna a referéndum con una aprobación mayoritaria, excepto en algunas provincias y en el País Vasco donde se obtuvo una importante abstención.
La tarea ordinaria de gobierno que tuvo que realizar el partido desde 1979 puso de manifiesto la existencia de tendencias o corrientes políticas muy diversas dentro de la coalición de partidos de UCD. Esto fue provocando enfrentamientos que desgastaron la autoridad de Adolfo Suárez y pusieron en duda su liderazgo. La tensión estalló a partir de 1981 con la dimisión de Suárez como Presidente del Gobierno y su sustitución por Leopoldo Calvo-Sotelo al frente de una reforma del gobierno. Suárez abandona el partido por parte de los socialdemócratas de Fernández Ordóñez y por el nombramiento de Calvo-Sotelo como nuevo presidente del partido. Esto acentuó aún más las tensiones internas y empujó a Calvo-Sotelo a disolver el Parlamento y convocar elecciones en octubre de 1982.
Con las históricas elecciones generales de 1982, UCD no solamente pierde la mayoría simple, sino también sufre un espectacular derrumbe en número de votos, cambiando todo el equilibrio político anterior.
La normalización democrática no evitó las continuas acciones violentas de ETA y, en menor escala, del GRAPO. Paralelamente se detectaba una situación de desasosiego o intranquilidad en una parte de las Fuerzas Armadas que podía desembocar en un golpe militar. El golpe de estado de 1981, la tarde del 23 de febrero por un grupo de guardias civiles dirigidos por el teniente coronel Antonio Tejero, no consiguió provocar un Gobierno militar, pero mostró el peligro real de un sector del ejército.
Gobierno del PSOE
Las elecciones de octubre de 1982 dieron la mayoría absoluta por primera vez al PSOE, que había sido durante dos legislaturas el principal partido de la oposición en los gobiernos de la UCD.
En el XXVIII Congreso del PSOE (mayo de 1979) su Secretario General, Felipe González, no quiso asumir las tendencias revolucionarias que parecían dominantes en el partido, por lo que presentó la dimisión. Pero la convocatoria de un congreso extraordinario meses después le permitió reconducir el partido hacia una línea más moderada y asumir de nuevo el cargo.
A lo largo de 1982 el PSOE confirmó su línea moderada con el acercamiento al grupo socialdemócrata de Fernández Ordóñez, recién escindido de la UCD.
La obtención de la mayoría absoluta en tres procesos electorales consecutivos (1982, 1986 y 1989) permitió al PSOE legislar y gobernar sin establecer pactos con otras fuerzas políticas. De esta forma, pudo convertir en leyes muchos de los puntos de su programa.
La cómoda mayoría política de la que gozó permitió al país un largo respiro de tranquilidad y estabilidad política, tras los intensos y violentos años de la transición.
El triunfo electoral del PSOE en 1982 (con más de 10 millones de votos) inauguró una etapa de gobierno, con cuatro legislaturas totales, que transformó profundamente España. Felipe González, secretario general del PSOE, ocupó la Presidencia del Gobierno, con Alfonso Guerra como durante mucho tiempo Vicepresidente del Gobierno, hasta su dimisión por su implicación en un caso de corrupción política con su hermano como principal acusado.
Durante el gobierno del PSOE se produciría la integración en la Comunidad Económica Europea (CEE), las reformas laborales con nuevos convenios normativos consensuados entre patronal y trabajadores, las inversiones sociales (especialmente en Educación y Sanidad), el desarrollo de la organización territorial autonómica y la modernización de las infraestructuras.
Por otro lado se dio la reconversión industrial, propiciada por muchos factores, entre los que cabe destacar una crisis económica que se fue agudizando durante las últimas legislaturas, un enorme endeudamiento del Estado derivado del gasto público descontrolado o dos huelgas generales de los dos principales sindicatos la Unión General de los Trabajadores y Comisiones Obreras. También aparecerían los autodenominados Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), organizaciones ilegales dedicadas a la lucha contra el terrorismo y herederas del terrorismo de Estado tardofranquista. Finalmente salieron a la luz varios casos de corrupción de cargos públicos adscritos al PSOE, que contribuyeron a acentuar el desgaste de la imagen pública del partido. De entre todos ellos, cabe destacar los llamados Caso Filesa y Caso Roldán.
Tras unos últimos años de continuo desgaste social y político, en las elecciones generales de 1996 el principal partido de la oposición, el Partido Popular liderado por José María Aznar, consigue la mayoría simple.
Comunidad Económica Europea
Una vez asegurada la democracia, los principales países europeos aceptaron su integración en la CEE, después de veinte años de la primera petición. Las negociaciones fueron rápidas y consiguieron que España fuera miembro de pleno derecho en la CEE, actualmente denominada Unión Europea, desde el 1 de enero de 1986.
La C.C.E. en 1986 al incorporarse España y Portugal |
Desde entonces, este espacio económico común permite el libre tránsito de personas, mercancías, capitales y servicios entre los países miembros. La estructura política, con parlamento, Comisión y Tribunal Europeo persigue a largo plazo construir una unión política, al estilo de los Estados Unidos de Norteamérica.
En 1992, la CEE firmó el Tratado de Maastricht que transformaba la Comunidad en Unión Europea y establecía una futura moneda única, el euro.
OTAN
En los últimos momentos del gobierno UCD, Calvo-Sotelo consiguió que el Parlamento autorizase el ingreso de España en la Organización del Tratado Atlántico del Norte (OTAN). El 10 de diciembre de 1981 se firmaba en Bruselas el protocolo de adhesión, con un 43% de españoles en contra según algunas encuestas de opinión.
El PSOE, cuando gana las elecciones, paraliza el ingreso y promete un referéndum para sacar a España de la alianza militar. Sin embargo, conforme pasan los años, cambia su posición al darse cuenta que se exige como requisito para una plena incorporación de España al bloque occidental y europeo. En marzo de 1986, celebra el referéndum con un resultado favorable a la adhesión.
Educación
La aplicación del Derecho constitucional a la educación guió la labor del gobierno. En la enseñanza universitaria, la Ley de Reforma Universitaria de 1983 concedió autonomía de gestión a las universidades, facilitó la creación de universidades privadas y amplió el número de matriculados gracias a la cuasi-gratuidad de matrículas y a una amplia política de becas.
En la enseñanza secundaria y primaria, se garantizó la escolarización obligatoria para toda la población menor de 14 años desde 1985 y de 16 años desde la entrada en vigor de la LOGSE en 1990. El gobierno crea un sistema educativo de tres vías: educación pública, educación privada, y colegios concertados cuya gestión recae en una empresa u organización privada pero el gasto de los alumnos lo paga el Estado, para así intentar ofrecer la mayor tasa de escolaridad posible.
Economía
La crisis económica, iniciada en parte por factores internos y externos como la crisis del petróleo de 1973, reactivada en 1979, había creado una situación de recesión industrial, con fábricas o maquinaria obsoletas y sectores industriales deficitarios. Para el trabajador suponía el paro (hasta el 20% en 1985), la subida continua de los precios (hasta el 25% anual de inflación).
La reconversión industrial se aplicó a la industria naval, la siderurgia y la industria textil, sectores desfasados en tecnología, mal ubicados geográficamente y escasos de competitividad frente a los productos europeos y asiáticos. En los primeros momentos, el ajuste incrementó el cierre de fábricas y el despido de trabajadores, creciendo el descontento social contra un gobierno socialista que actuaba, en principio, contra los intereses de la clase obrera.
La reforma fiscal persiguió la economía sumergida o el dinero negro, y se creó el Impuesto de Valor Añadido (IVA) común en el resto de países europeos, aumentó la presión fiscal sobre las rentas del trabajo y del capital con el fin de conseguir más recursos y sanear el Estado.
Para controlar la inflación, el gobierno restringió la circulación de capital, con altos tipos de interés bancario, y moderó el crecimiento salarial.
Esto finalmente desembocó en una exitosa huelga general contra el gobierno del PSOE el 14 de diciembre de 1988 con los dos principales sindicatos en la cabeza, UGT y CCOO.
Infraestructuras
La necesidad de modernizar las obsoletas infraestructuras lanzó al gobierno a un gasto público desaforado. Desde 1985, la red de carreteras mejoró al duplicarse la longitud de carreteras (más de 7000 Km), el ferrocarril evolucionó hacia servicios más modernos y con mayor rentabilidad y con la apuesta de la Alta Velocidad Española (AVE) entre Sevilla y Madrid, con proyectos para en un futuro extenderlo a Barcelona, Valencia, Alicante o Murcia.
Véase también
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Referencias
- Volver arriba ↑ El GRAPO mató a más de 80 personas durante la transición y el 95% de las muertes por manos de ETA se produjeron después de la muerte de Franco [www.iugm.uned.es/img/publicaciones/papeles/papeles-estudiar/terrorismo/aviles-t01.doc]
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- Volver arriba ↑ Fundación Víctimas del terrorismo
- Volver arriba ↑ [2]
- Volver arriba ↑ Sánchez Soler, Mariano (2010). La transición sangrienta. Una historia violenta del proceso democrático en España (1975-1983). Barcelona: Península. Ver este artículo periodístico
- Volver arriba ↑ Damian Gonzalez. El Franquismo y la Transición en España. p. 203. ISBN 9788483193853.
- Volver arriba ↑ Eduardo González. Violencia y Transiciones políticas a Finales del Siglo XX. p. 99. ISBN 9788496820319.Violencia y Transiciones políticas a Finales del Siglo XX
- Volver arriba ↑ Los mitos del 18 de julio. Barcelona: Crítica. marzo 2013. p. 18. ISBN 978-84-9892-475-6.
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- Volver arriba ↑ Carlismo Partido Carlista De Euskal Herria-E.K.A
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Bibliografía
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Enlaces externos
- Museo Adolfo Suárez
- Serie documental de RTVE La transición, que puede encontrarse en su sitio web: La transición. Consultado el 18 de noviembre de 2013.
- La Transición Española de Paul Preston, monografía especial de 16 capítulos del volumen 13 de la colección Historia de España de Historia 16.
- España, la transición del franquismo a la democracia en el siglo XX por Carlo Andreoli
- Denuncias de un republicano por Pablo Castellano
- La dimensión exterior de la transición española de Charles T. Powell, Research Fellow, St. Anthony's College, Oxford.
- Algunos datos previos y consequencias sobre la transición española de Eduardo Díaz, Centro Estudios Alhamar, Granada (1998)
- Completo manual esquemático sobre la Transición y el sistema político español resultante. Realizado por varios profesores de la UCM-Facultad de CCPP y Sociología
- La Revolución de los Claveles y su influencia en España de Josep Sánchez Cervelló, Revista Clio número 31, página 20 (mayo 2004)
- La transición económica. Estudio de caso sobre la evolución de la economía española desde la Transición en Gonzalo Garland: España: de la Transición a la Modernidad, Instituto de Empresa, 2010.
La transición (serie de televisión)
La transición fue una serie-documental emitida por Televisión Española, que narra el período denominado Transición Española, comprendido entre 1973 y 1977.
Argumento
La serie se inicia con el relato del asesinato del Presidente del Gobierno Luis Carrero Blanco a manos de ETA el 20 de diciembre de 1973 y finaliza con las primeras elecciones democráticas el 15 de junio de 1977.
A modo de documental histórico y con la voz en off de Victoria Prego se van desgranando los principales acontecimientos políticos del periodo de adaptación en España de la dictadura a la democracia, tales como la muerte del General Franco, la coronación de Juan Carlos I, la aprobación de la Ley para la reforma política o la legalización del Partido Comunista de España.
Además, se contó con el testimonio de algunos de los principales actores políticos de la época, como Felipe González, Manuel Fraga, Santiago Carrillo, Manuel Gutiérrez Mellado, Alfonso Osorio, el Cardenal Tarancón o Rodolfo Martín Villa.
La serie se emitió dos años después de haber sido grabada.
Ficha técnica
- Dirección y realización: Elías Andrés.
- Subdirección, Guion y Locución: Victoria Prego.
- Producción Ejecutiva: Alejandro Cabrero.
- Producción: Itziar Aldasoro.
- Montaje de video: José Luis San Martín y Carlos Bragado.
- Música: Luis Delgado.
Documentación
Para la realización de la serie se contó con material audiovisual de los archivos de la Filmoteca Española, RTVE, No-Do, Euskal Telebista, TV3, BBC, ZDF, RAI, Fundación Largo Caballero y Fundación Pablo Iglesias, entre otras instituciones. Entre las aportaciones privadas, es importante no olvidar la documentación aportada por entonces el corresponsal de la televisión pública alemana ZDF Michael Vermehren y su cámera Peter Schumann.
Presupuesto
La producción de la serie alcanzó la cifra de 80 millones de pesetas.
Listado de episodios - Fecha de emisión
- El asesinato de Carrero Blanco —23 julio de 1995
- El espíritu del 12 de febrero — 30 julio de 1995
- La revolución de los claveles - 6 de agosto de 1995
- El fín del aperturismo — 13 agosto de 1995
- La llegada de Felipe - 20 de agosto de 1995
- La muerte de Franco - 27 de agosto de 1995
- Juan Carlos I, rey de España - 3 de septiembre de 1995
- El primer gobierno de la monarquía - 10 de septiembre de 1995
- La dimisión de Arias Navarro - 17 de septiembre de 1995
- La presidencia de Adolfo Suárez - 24 de septiembre de 1995
- El último pleno de las cortes franquistas - 1 de octubre de 1995
- El referendum para la reforma - 8 de octubre de 1995
- Las primeras Cortes democráticas - 15 de octubre de 1995
1.- El asesinato de Carrero Blanco
Este primer capítulo arranca con el asesinato del presidente del Gobierno, el almirante Luis Carrero Blanco, perpetrado por la banda terrorista ETA en 1973, lo que supone un duro golpe para el régimen franquista. Ese mismo día estaban pendientes de juicio, en las dependencias policiales del Palacio de Justicia, destacados dirigentes sindicales de la oposición democrática: ese juicio pasó a la historia con el nombre de 'Proceso 1001'. La iglesia, liderada por el cardenal Vicente Enrique y Tarancón, se distancia del régimen. Nombran a Carlos Arias Navarro nuevo presidente del Gobierno y se lleva a cabo un reajuste ministerial.
2.- El espíritu del 12 de febrero
Este capítulo comprende el periodo entre enero y marzo de 1974. Por primera vez en la historia del régimen se hacen patentes las divisiones y enfrentamientos en el seno del propio gobierno: inmovilistas y aperturistas. Resurgen los nacionalismos y el nuevo presidente del gobierno, Arias Navarro, lanza un proyecto reformista. La acción del gobierno, falto de convicciones e iniciativa, reacciona con dureza ejecutando al anarquista Salvador Puig Antich o enfrentándose a la propia iglesia, como consecuencia de una homilía del obispo de Bilbao Monseñor Antonio Añoveros. El Gobierno está quemado y desacreditado ante la opinión pública española e internacional.
3.- La revolución de los claveles
El capítulo comienza con la Revolución de los Claveles en Portugal. Ésta produce un gran impacto en los sectores inmovilistas del régimen, que temen su repercusión política en España. Mientras, José Antonio Girón de Velasco (presidente de la confederación de excombatientes de la guerra civil) escribe un artículo atacando la política aperturista. Cesan al general Díez Alegría, de talante liberal, por entrevistarse con Santiago Carrillo. Y ante el grave estado de salud de Franco, el Príncipe Juan Carlos asume interinamente la Jefatura del Estado. Ante la debilidad del régimen, la oposición se lanza a una febril actividad política. El Príncipe se entrevista con el presidente alemán y se constituye en París la Junta democrática, el 30 de julio de 1974. Entonces, José Utrera Molina alerta a Franco sobre la voluntad de forzar su incapacidad, lo que le conduce a reasumir los resortes del poder.
4.- El fín del aperturismo
El atentado perpetrado por ETA en la cafetería Rolando de Madrid es utilizado políticamente. Se pretende involucrar al PCE, para desprestigiar a sus militantes. El Gobierno reacciona a la defensiva y cesa al ministro de Información y Turismo, Pío Cabanillas, símbolo de la política aperturista. Manuel Fraga, que estaba de embajador en Londres, regresa a España y se hace cargo del ministerio. El deterioro económico, el auge del feminismo y la consciencia de que Franco tiene los días contados, crean un clima de incertidumbre política en el país; y el gobierno, sin iniciativa política, es incapaz de adoptar las medidas necesarias.
5.- La llegada de Felipe
El proceso de unidad de la izquierda avanza. La sociedad se está politizando. Un ejemplo de ello es la huelga de actores y directores de teatro, en febrero de 1975. Se instala en Madrid, clandestinamente, Felipe González, elegido secretario general del PSOE en Suresnes (Francia). Mientras, en el gobierno de Franco, es elegido secretario general del Movimiento Fernando Herrero Tejedor, que se lleva de número dos a Adolfo Suárez. En la sociedad todos son conscientes de que el futuro comenzará al día siguiente de la muerte de Franco. Los conflictos y revueltas se multiplican en 1975 y culminan con la proclamación del estado de excepción en Vizcaya y Guipúzcoa. En mayo se boicotean las elecciones sindicales y España abandona las reivindicaciones saharauis. Crece la tensión en la zona y el malestar en el Ejército ante un previsible conflicto bélico.
6.- La muerte de Franco
El Gobierno franquista condena a muerte a 11 activistas en septiembre de 1975. En medio de una repulsa internacional, indulta a seis y ejecuta a cinco. El presidente del Gobierno, Carlos Arias Navarro, convoca un Consejo de Ministros extraordinario, y la ultraderecha una manifestación de apoyo al régimen. Los GRAPO cometen nuevos atentados, en medio de una creciente tensión política. El régimen es condenado a nivel internacional y se suspenden sus relaciones con la Comunidad Europea. Se recrudece el conflicto en el Sáhara y aumenta la división en el propio Gobierno. El 15 de octubre, Franco sufre un infarto y el 16, el rey Hassán II de Marruecos anuncia "La Marcha Verde". Juan Carlos asume interinamente la jefatura del Estado y manda a EE.UU. a su amigo Manuel Prado y Colón de Carvajal a entrevistarse con Henry Kissinger, para que medie en el conflicto del Sáhara. Muere Franco y se instala la Capilla ardiente en el Palacio Real.
7.- Juan Carlos I, rey de España
El Príncipe Juan Carlos es proclamado Rey ante las Cortes el 22 de noviembre de 1975 y declara su voluntad de ser Rey de todos los españoles. Se abre una etapa nueva basada en el consenso nacional. El Rey recibe el apoyo del presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Vicente Enrique y Tarancón. Firma un indulto en el primer consejo de ministros que preside. Nombra presidente de las Cortes y Consejo del Reino a Torcuato Fernández Miranda, con quien articulará la difícil operación política de transformar el régimen dictatorial en una democracia. Ni ruptura ni continuismo, ahí reside la dificultad de la tarea que le corresponde dirigir al Rey, que es consciente del peligro que supondría su fracaso para la convivencia de los españoles y el futuro de la Monarquía sin provocar la acción de la ultraderecha o decepcionar las expectativas democráticas de la oposición.
8.- El primer gobierno de la monarquía
Tras la muerte de Franco, la oposición democrática lanza una fuerte presión política sobre el régimen en todos los campos: se trata de alcanzar la democracia lo más rápidamente posible. El Gobierno de Arias Navarro emprende iniciativas encaminadas a dar una nueva imagen de España y del régimen: una monarquía democrática y liberal. José María de Areílza, ministro de Exteriores, vende en el extranjero la idea de reforma. Y Manuel Fraga, vicepresidente y ministro de Gobernación, propone un sistema bicameral. Comunistas y socialistas compiten por un espacio electoral. Los nacionalistas necesitan la consolidación democrática. Vuelve a España, de incógnito, Santiago Carrillo. Hay un clamor popular pidiendo amnistía. La represión de la huelga de los trabajadores en Vitoria deslegitima la política de orden público del Gobierno, que cada vez se siente más desbordado por los acontecimientos.
9.- La dimisión de Arias Navarro
Regresa en 1976 el expresidente en el exilio de la República española Claudio Sánchez Albornoz. Arias Navarro sucumbe progresivamente a la fuerte presión de los ultras para frenar la reforma. El Rey, consciente de la situación, le hace ver a Arias Navarro que el proceso de reforma es irreversible. Don Juan Carlos hace llegar un mensaje al líder del Partido Comunista, Santiago Carrillo, informándole de la disposición de la Corona en convertir España en una democracia moderna. Consciente de que Arias Navarro es un obstáculo para la reforma, el Rey y Torcuato Fernández Miranda (presidente de las Cortes y del Consejo del Reino) comprenden que ha llegado el momento de prescindir de él.
10.- La presidencia de Adolfo Suárez
Adolfo Suárez es nombrado presidente del gobierno ante el desconcierto general, ya que se esperaba un hombre más comprometido con la democracia. Sin embargo, se trata de una operación largamente planeada por el Rey y el presidente de las Cortes y del Consejo del Reino, Torcuato Fernández Miranda. El nuevo gobierno, calificado de 'penenes' por la prensa, contaba con el apoyo del Rey. El PCE se manifiesta legalmente por primera vez y piden amnistía y el establecimiento de las libertades. El Gobierno hace pública una declaración programática defendiendo la soberanía popular y el gobierno representativo. Se aprueba la amnistía para los presos políticos. Suárez emprende contactos con los líderes de la oposición, entre ellos Felipe González y Santiago Carrillo.
11.- El último pleno de las cortes franquistas
La prensa libre e independiente constituye un papel fundamental en la reafirmación de la opinión pública democrática. El 11 de septiembre de 1976, Cataluña celebra La Diada. Sin embargo, en el País Vasco, la ikurriña sigue prohibida. En el seno de ETA, un importante sector, liderado por Pertur, propugna el abandono de la acción armada. El franquismo se reagrupa en torno a seis exministros de Franco bajo la dirección de Manuel Fraga Iribarne (secretario general de Alianza Popular). La huelga general del 12 de noviembre es una medida de presión al gobierno, que no consigue debilitarlo y defiende con firmeza su proyecto de Ley de la Reforma política. Carrillo se instala clandestinamente en Madrid. La oposición presenta unas condiciones para aceptar el referéndum para la reforma política, y acaba pidiendo la abstención. El GRAPO secuestra a Antonio María de Oriol y Urquijo, presidente del Consejo de Estado. Suárez apela a través de TVE a la serenidad.
12.- El referendum para la reforma
Se aprueba la Ley de Reforma política. El Gobierno sale reforzado en los comicios en 1977. Sigue la preocupación por el secuestro de Antonio María de Oriol y Urquijo por el GRAPO, que exige la excarcelación de presos. La ultraderecha increpa a los Reyes y a Fernández Miranda en el tercer aniversario del funeral por Carrero Blanco. Santiago Carrillo es detenido y puesto en libertad siete días después. El Gobierno inicia negociaciones con la oposición. Los contactos con Josep Tarradellas son clave para integrar a los nacionalistas catalanes. Movilizaciones pro amnistía. La muerte de dos estudiantes en manifestaciones, el secuestro del general Emilio Villaescusa y los asesinatos de los siete abogados laboralistas de Atocha ponen en peligro la Transición. La liberación de Oriol y del general dan un respiro al Gobierno.
13.- Las primeras Cortes democráticas
Último episodio de la serie, que comienza con la carrera hacia las elecciones democráticas, las primeras en 41 años. Santiago Carrillo presiona a Suárez para que legalice el Partido Comunista de España antes de las elecciones. Suárez crea un gran partido de centro, la UCD. Se reconocen todas las organizaciones sindicales hasta entonces clandestinas, el derecho a la huelga, se suprime la Secretaría General del Movimiento y finalmente, se legaliza el PCE. La tensión en el ejército es grande, pero se somete a la Corona. Regresan del exilio Dolores Ibárruri, Rafael Alberti y Federica Montseny. El 15 de junio de 1977 se celebran las primeras elecciones democráticas y gana la UCD. El 22 de julio se reúnen las primeras Cortes democráticas.
Lo que Wikileaks pone al descubierto de la Transición española
La última filtración de cables diplomáticos realizada por Wikileaks (más de 1,7 millones de documentos fechados entre 1973 y 1976) permite atar algunos de los cabos sueltos del tardofranquismo al sacar a la luz los entresijos ocultos de la Transición. La gran mayoría de los cables publicados por la organización que lidera Julian Assange carecen de relevancia al semejarse a meros resúmenes de prensa sobre la actualidad española. Además, las simpatías con el régimen del embajador norteamericano, Horacio Rivero, revisten a los escritos de una falta de crítica que impide ir más allá de las versiones oficiales ya conocidas. Pese a ello, y a la espera de completar la primera peinada del conjunto global de las filtraciones puestas a disposición pública en la red, se pueden destacar algunos acontecimientos que pudieron haber cambiado el curso de la historia o, al menos, la interpretación oficial que ha llegado a nuestros días.
Fraga intentó consensuar con EEUU la marginación del PCE en la Transición
El político español mejor retratado por los cables es, sin lugar a dudas, Manuel Fraga, con quien el embajador norteamericano se reunía periódicamente. En uno de estos encuentros, descrito en el cable "Conversation With Minister of the Interior Fraga" y que Rivero fecha casi un mes después de la muerte del dictador, se le describe como “un hombre impulsivo y enérgico que ha asumido la responsabilidad sobre la evolución de España hacia un sistema más democrático”.
El embajador subraya su simpatía con la propuesta de Fraga de que “no debería haber lugar para el Partido Comunista Español“ en el nuevo régimen. Una estrategia necesaria, continúa, porque según “reconoció él (Fraga) personalmente, los comunistas representan un considerable peligro para España”. La intención del político gallego era que la izquierda estuviese representada por el PSP de “su viejo amigo“ Tierno Galván, y dejar fuera de juego al PCE.
La intención de Fraga era que la izquierda estuviese representada por el PSP y dejar fuera al PCE. El rol de Fraga como “llave” de la Transición al que se refería Rivero era visto con desconfianza entre el resto de figuras políticas del régimen, quienes lo tildaban de “oportunista”, según el cable "Fraga Iribarne Returns to Madrid political scene", fechado en octubre de 1975. El mismo alertaba sobre la escasa simpatía que causaba, “sobre todo, dentro de los estamentos militares”. Por si fuera poco, en otro cable titulado "Franco’s Health" se recogen las negativas impresiones del ministro José Solís sobre Fraga, en las que denuncia sus “malas tácticas, su descarnada ambición y su temperamento incontrolable”.
El juicio fallido contra el franquismo que buscaba una Transición depurada
El presidente laborista del Reino Unido, Harold Wilson, promovió en 1974 una suerte de juicios contra los crímenes del franquismo antes de la muerte de dictador, según informó la embajada en el mes de julio en el documento "British Labor Party and TUC’S projected “trial” of Spanish Government". Los "juicios" tenían la intención de llamar la atención de la comunidad internacional y estaba previsto que se celebrasen entre los meses de octubre y diciembre de ese mismo año en la ciudad de Londres.
La oposición española al régimen estaría representada por las organizaciones obreras CCOO, UGT y USO. Su misión se centraría en “participar en una comisión de investigación sobre la represión del Gobierno español y documentar los crímenes contra los Derechos Humanos”. Una labor que, en la fecha en la que se firmó el documento, ya estaban llevando a cabo “con especial cuidado los abogados de la oposición mediante la recopilación de pruebas y la preparación de los materiales”. El abogado y tertuliano Pablo Castellanos participó activamente en la preparación de los 'juicios'
Según las fuentes del autor del documento, el tribunal se centraría en tres grandes áreas. En la primera se encausarían los crímenes relacionados con la represión de los movimientos sindicales, en la segunda se juzgaría la situación de los presos políticos y la represión a organizaciones estudiantiles y, por último, la tercera tendría como objetivo juzgar las condiciones de los trabajadores de multinacionales extranjeras y el cumplimiento de la legislación laboral internacional.
En el documento aparece citado el abogado retirado Pablo Castellanos, que en los años 80 fue portavoz de Izquierda Socialista y hoy en día es tertuliano en el programa El Gato al Agua de Intereconomía. En 1974 era miembro de UGT y jugó un papel importante en la preparación de este juicio fallido: “Ha dicho que UGT espera liderar el proceso, y que el Partido Laborista y el resto de organizaciones implicadas le han concedido esa función”. El documento también se hace eco de la “desconfianza” de Castellanos hacia CCOO, por querer convertir los “juicios” en una simple operación de propaganda.
El documento remata con un breve comentario en el que puede intuirse que el fracaso de los “juicios” se debió la falta de voluntad de los partidos socialistas de otros países europeos, como Francia o Alemania, para participar en este proceso. Aunque, en vistas a que ya se había aplazado la organización de los “juicios” el año anterior, pudo deberse a otro aplazamiento que luego coincidiría con la muerte de Franco.
El funeral del Caudillo se preparó cuatro meses antes de su muerte
Cuatro meses antes de la muerte de Franco se creó un grupo de trabajo para preparar su funeral. El documento "Probable funeral arrangements in eventuality of Franco’s death" está fechado el uno de agosto, pero indica el 19 de julio de 1975 como fecha de creación del grupo de trabajo que dirigía Gabriel Cisneros, consejero en las Cortes por aquel entonces. Además de decidir los aspectos operativos del funeral, como el lugar y duración del velatorio, este grupo de trabajo tenía como principal misión asegurar la sucesión. Su hoja de ruta según los comentarios del embajador Rivera era, en primer lugar, honrar al Caudillo en un funeral de Estado con la presencia del mayor número posible de representantes políticos extranjeros. En segundo lugar, se debía proceder a “la toma de posesión de Juan Carlos como Rey de España ocho días después de la muerte del Jefe de Estado”.El embajador advirtió que EEUU podría perder las bases militares en España si Nixon no acudía al funeral de Franco.
El grupo de trabajo se creó ante el empeoramiento del estado de salud de Franco, que en aquel mes de julio sufrió una hemorragia interna. Sin embargo, pronto se recuperó y, con la aprobación de sus médicos, un mes escaso después decidió viajar a Galicia para veranear en el Pazo de Meirás, como solía acostumbrar en esas fechas. Un suceso que aparece reflejado en el cable titulado "Convalescing Franco to travel to Galicia summer residence".
Ante la inminencia de la muerte de Franco, el embajador norteamericano recomendó a su Gobierno que garantizase la presencia del presidente Nixon en el funeral o, en su defecto, de la primera dama. El objetivo no era otro que “mantener nuestros beneficios militares en España”, básicamente las bases de Rota y Morón. Un aspecto que Rivero justificaba porque la presencia del vicepresidente Gerald Ford en el funeral de Carrero Blanco, siete meses antes, había sido “un gesto muy apreciado por el Gobierno”.
La ejecución sin pruebas que provocó un cisma en el Gobierno
La ejecución del anarquista catalán Salvador Puig Antich en marzo de 1974 mediante garrote vil no sólo provocó fuertes reacciones de rechazo en las calles, sino que creó un conflicto interno en el Gobierno de Arias Navarro. En el cable firmado por Rivero y titulado "Reaction toexecution of Spanish anarchist and Polish Seaman" se informa al Gobierno norteamericano de las visiones contrapuestas entre los miembros del Ejecutivo sobre la conveniencia o no de condenar a muerte al reo catalán. “En Madrid continúan las tensiones dentro del gabinete de Arias Navarro debido a la decisión de ejecutar a Puig Andchez (escrito erróneamente, cuando debería ser Antich), que se ha complicado más por la confrontación que mantiene con la Iglesia”, explica Rivero.Franco consintió la ejecución de Puig Antich en contra de la voluntad de sus ministros.
Las divisiones en el seno del Ejecutivo que provocaron la última crisis del régimen se debieron principalmente, según el informe del embajador, a la “poca aceptación en el exterior de la pena de muerte”, así como por la “agitación social” que se desencadenaría en las calles. Sin embargo, en otro cable titulado "Explosions in Barcelona Jan. 11" se cuestiona la autoría del asesinato y de los atentados con los que cargó el anarquista: “No existen certezas sobre la identidad de los responsables, aunque se asume que fueron miembros del Movimiento Ibérico de Liberación (MIL)”, al que pertenecía el joven catalán.
Cable de la embajada sobre el cisma en el Gobierno ante la ejecución de Puig Antich. |
José Mario Armero, presidente de Europa Press e informante de la embajada
El que fue presidente de la agencia de noticias Europa Press, José Mario Armero, aparece citado en uno de los documentos como informante de la embajada norteamericana. Al periodista y abogado se le atribuyen filtraciones sobre el estado de salud de Franco en el documento "Franco’s Hospitalization", fechado el 17 de julio de 1974. Según Armero, “Franco está lo suficientemente recuperado como para pasear por el pasillo del hospital y realizar actividades varias”. Una valiosa información en un contexto en el que las especulaciones sobre el estado de salud del Caudillo no paraban de sucederse. Más aún cuando el Gobierno ya había anunciado la ausencia de Franco en los actos conmemorativos del 18 julio en El Pardo, que finalmente ofició el ahora Rey de España.
El papel de Armero como informante, fallecido en 1995, no ha sorprendido a su hijo Mario, quien ha corroborado al El Confidencial la “fuerte vinculación de mi padre con los políticos norteamericanos y con la embajada”. Un hombre “muy proamericano”, como lo define su hijo y que, a su parecer, “era el civil con más y mejor relación con los Estados Unidos” en aquella época.
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