Si fuéramos alienígenas y nos contaran las andanzas de algún que otro españistaní, flipariamos. Bueno, no sé muy bien si los alienígenas flipan o eso ya lo tienen superado ni, mucho menos, si se fijarían en un país como Españistán. El caso es que si les contaran lo que ocurre en el país terrícola más cañí, igual se quedaban dando vueltas con su nave y harían acopio de palomitas para ver, como en película, los avatares patrios. Y es que de película son los últimos acontecimientos sociales y políticos acaecidos en esta piel de toro, protagonizados por unos personajes, cuando menos, peculiares. ¡¡¡Almodovaaaaaar, lo que estás desaprovechando, hijo!!!. No sé si ves los Telediarios españistanies, pero si no lo haces, deberías. Cualquiera que vieras, te daría para una peli. Que digo peli, ..... saga.
En cualquier caso, si Almodovar o cualquiera de nuestros estelares directores de cine se animara a hacer una película con ciertos prendas patrios, el Oscar cae fijo. Ademas, en eso tendríamos ventaja respecto a otros directores foráneos, que no entenderían de la misa la mitad. Otra cosa seria intentar enmarcar el genero de la película que surgiese. Observad, por poner, tres de esos personajes:Cayetana de Alba. ¡¡Que nos gusta un entierro, madre!!. Seré directo, claro y conciso: Cayetana es una mujer que nació con una flor en el culo, porque lo suyo no es normal. No es normal que en estos tiempos en los que el pueblo llano maldice a los ricos, a los empresarios, a la realeza, y exige una justicia social que ciertamente no existe, asistamos al espectáculo de la rendición zalamera ante una aristócrata reconvertida en una especie de abanderada de la causa feminista. Nada de la escasa aportación de su enorme patrimonio a este pobre país o de la forma en la que ésta se consiguió y se hizo perdurar en el tiempo. Nada. Los comentarios eran: “¡Hizo lo que quiso!”. “¡Se saltó a la torera los convencionalismos!”. "Era una rebelde". Se hubiera dicho que el pueblo llano que guardaba cola en la capilla ardiente se disponía a dar su último adiós a una Rosa Luxemburgo redimida. Por su parte, los cronistas del corazón amarillo, que tienen por costumbre despelotar al que la palma, sea quien fuere éste, no terminaban de aclararnos en qué sentido esta señora se puso al mundo por montera e hizo de su capa un sayo. Está claro que el pueblo llano, de electroencefalograma plano, ante la aristocracia se rinden. Total, que la historia libertina (fititú que cosas) de la duquesa por antonomasia, hace olvidar lo que debiera ser inolvidable; porque, de no tener memoria, nos va como nos va y ocurre lo que ocurre.
Nicolás, alias "el Pequeño". Que grande este tipo. Y cuanto nos ha dado que hablar y lo que te rondaré morena. Cuando surgió esta formidable historia pensé dejarla madurar un poco (y en ello sigo) porque cada día surgen mas barbaridades en torno al personaje. Consulté con dos psiquiatras sobre el caso y con la prudencia que caracteriza a los buenos profesionales me esbozaron un diagnóstico. Nicolás el Pequeño tiene desde luego un problema de inmadurez, de personalidad, es sin duda un mentiroso compulsivo, pero eso no le exime de su responsabilidad penal (si la hubiera); tampoco hay que descartar que el muchacho tuviera un padrino y que el padrino contribuyera a que las fantasías de este ser insólito se hicieran realidad. Teniendo en cuenta el rumbo que lleva el país no sería muy disparatado creer que de alguna manera hemos estado dirigidos en la sombra por Pequeños Nicolases que han crecido (bueno, al menos, físicamente). ¿Que si tiene una película? Una no, varias, pero no sería El Gran Gatsby ni Atrápame si puedes, carece del elemento cañi (o cani) que nos caracteriza. Debería ser como Torrente e igual de descabellado.
La Pantoja. Otra que mejor baila, porque para lo que es cantar, me sigo quedando con los Led Zeppelin, o con su hijo Paquirrin mismo. Por lo menos uno se tiraría unas risas. Discrepo con los que le arrebataron la Medalla de Andalucía. Muy al contrario, yo defendería que los que tuvieron a bien premiar su arte llevaran una chapa (otra medalla, ya sería mucho) en la solapa que dijera: “Yo le di la medalla a la Pantoja”. O mejor, dos chapitas y con el mismo lema, no vaya a ser que perdieran alguna por idiotas. Y que las lleven como penitencia de por vida. A mí, desde luego, la música de Pantoja me quita el sueño, pero así, literalmente. Y en estos días, dado que la reproducen sin piedad e indiscriminadamente para ilustrar la noticia de su encarcelamiento, me ha hecho pasar unas noches muy malas. Se me incrusta en el cerebro eso de “hoy quiero confesar que estoy algo cansada de llevar esta estrella que pesa tanto” y no hay manera de salir del bucle. De cualquier manera, la Pantoja es un personaje infinitamente más trágico que Cayetana. La justicia la ha elegido a ella para que aprendamos todos, como le ocurrió antaño a otra con mushishishishimo más arte y fondo personal, y más grande, y más salerosa, y más pura, y más de verdad, y más ..... Si, a la Lola, enorme donde las haya. Pos anda que no hay mujeres enamoradas para meter en la cárcel. Pues no, ha sido ella la señalada para dar ejemplo. A mí esta elección me desasosiega porque, teniendo un problema irreconciliable con su música como lo tengo, hubiera entendido mejor que la hubieran enchironao por eso y sólo por eso, y no por aprovechada. O por haberse enamorado de Cachuli, que también debería tener pena eso en la Constitución por lo menos. No me uno a la alegría maliciosa que sienten algunos cuando ven a una famosa entregar su móvil a la entrada de un centro penitenciario. Mucho menos a los que lloran su estancia a la sombra. Debo ser rarito de narices, lo confieso. De cualquier manera, hay un detalle que me ha conmovido: la Pantoja les ha dicho a las presas que van a formar un coro. Y se lo dijo nada mas llegar al comedor penitenciario cuando éstas la recibieron al ritmo de "hoy comemos con Isabel". ¡Un coro y una coreografía, por Dios!, que aquí hay un musical de categoría. Pero desconocemos el desenlace. Presiento que la Pantoja va a hacer algo grande, pero aun desconocemos el qué.

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