Las cinco montañas sagradas del taoísmo están distribuidas de acuerdo a las direcciones cardinales de la geomancia china, que incluye el centro como una dirección. De acuerdo a la mitología china, estas cinco grandes montañas fueron originadas desde el cuerpo de Pangu (盤古/盘古), primer ser y creador del mundo. Debido a su situación al este, el monte Tai se asocia con la salida del sol, lo que significa renacimiento y renovación. Por esto, se considera la más importante de las cinco y se cree que se formó a partir de la cabeza de Pangu. El monte Heng en Hunan procedería del brazo derecho. El monte Heng en Shanxi, del brazo izquierdo. El monte Song sería su ombligo, y el monte Hua, del que hablare en este post, sería sus pies.
Es un privilegio contemplar desde la cima del monte Hua-Shan el conjunto de las cinco montañas sagradas, que vistas desde cierto ángulo, asemejan una gigantesca flor y para las creencias taoístas, el coronar las cinco montañas significa dar un paso de gigante hacia la inmortalidad. Muestra de lo complicado de su ascensión es, por ejemplo, el dato de que durante la Revolución cultural, los Guardias Rojos intentaron destruir todos los templos taoístas, pero solo lo consiguieron con los que hay en la parte baja de la montaña, sin conseguir acceder a los más altos, que permanecieron intactos.
Se tardan diez horas en ascender desde el pueblo al pie de la montaña (Hua-Shan, como la montaña) hasta la cumbre por el sendero. Sin embargo, los menos atrevidos están de enhorabuena, pues puedes tomar el teleférico al Pico del Norte o el teleférico recientemente abierto a la cima oeste por un módico precio que los turistas pagan religiosamente, pero que los peregrinos locales no se lo pueden permitir. En este caso, estate preparado para hacer cola con miles de turistas chinos. Eso sí, del vértigo no vas a poder evadirte ni con el teleférico. No en vano, se presupone que más de un centenar de accidentes, la mayoría mortales, acontecen todos los años en este peligroso trayecto, aunque las autoridades chinas guardan silencio en este aspecto.
Existen 146 limpiadores de la montaña en temporada alta (de marzo a octubre). Empiezan a trabajar a las 6 am, recogiendo la basura que se acumula en las grietas o en los árboles y, cada uno de ellos, es responsable de unos 200 metros de la ruta. Requieren para ello de la ayuda de cuatro colegas, que atan sus cuerdas con firmeza a las barandillas de acero con vistas a los acantilados. Recogen hasta siete u ocho bolsas de residuos, con un peso de más de 20kg, en un día de trabajo. Se quedan en la montaña cuando están trabajando. Algunos se quedan en las cuevas de las montañas o en los templos, ya que no hay suficiente alojamiento alternativo en la montaña. Los limpiadores, de vez en cuando, también ayudan a los turistas que se han lesionado, o hablan con aquellos que están pensando en suicidarse tratando de convencerles de lo contrario. En 2011, estos limpiadores disuadieron a 46 personas de saltar desde los acantilados.
Éste es el sendero más peligroso del mundo. Pero cuando se ve a donde lleva, se comprueba que vale la pena.
Las escaleras que hay al principio ya son impactantes. ¡Y parece que no se terminan nunca!
Aunque no te lo creas, es la parte más fácil de todo el camino
Mucha gente abandona la ruta en estas escaleras. Ya verás por que lo digo.
A medida que vas subiendo te vas encontrando pueblecitos pequeños ocultos en la montaña.
Cuando se terminan las infinitas escaleras, puedes seguir la ruta a pie o coger uno de los teleféricos
La imágenes son realmente impresionantes… ¡Qué pánico!
Hay que tener autentico valor para subirse a estos crujientes tablones, aparentemente frágiles, y unidos por alambres y clavos oxidados
En muchos de los tramos tienes que ir cogido a la cadena que hay enganchada en la pared. Ultimamente exigen que lleves arnés de seguridad
Escalofriante imagen de una chica subiendo por la montaña… ¡Qué atrevida!
Hay mucha gente que empieza a hacer la ruta pero, al ver la dificultad de la marcha, vuelven atrás. Imaginaos cruzaros a estas alturas y en estas circunstancias con turistas presas del pánico
A lo largo de todo el camino alguno de los viajeros van dejando candados; con este gesto, los enamorados, quieren dejar constancia de que su amor durará para siempre.
Hay tramos mejor adaptados que otros. ¡Os aseguro que esto no es apto para cardíacos!
Si eres atrevido y llegas hasta el final …
encontrarás un paisaje realmente espléndido
En la cima de la montaña hay un espectacular centro Taoista. ¡Imponentes vistas!
Cada año hay más gente que hace esta arriesgada ruta en la montaña de Huá Shan
Tramo seco del lecho del rio |
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