
¿Que prefieres ser, político o idiota? ¿O ambas cosas?, que no es incompatible. Si, digo bien. No hay termino medio; se es una cosa, otra o ambas a la vez. Porque ninguna de las dos, ..... imposible.
Como ya sabemos, el griego ha dado origen a infinidad de las palabras que seguimos usando hoy en día. Como ejemplo tenemos la palabra “política”, que es la unión de las palabras “polis” que significaba ciudad y “tica” que significaba gobierno, siendo entendida la “POLÍTICA” como el “gobierno de la ciudad”. Al mismo tiempo, las personas egoístas, desinteresadas en los asuntos públicos y dedicadas a sus asuntos privados, estaban muy mal consideradas en aquella sociedad. Es por ello que los que practicaban el “gobierno de lo privado”, es decir la “IDIÓTICA” que deriva de “idios” que significaba privado y “tica”, poseían una carga semántica tan negativa que surgió la palabra “idiota” que significa “privado de razón” para definir a los que sólo privilegiaban los asuntos privados.
Para los antiguos griegos era muy importante que el gobernante de la
Ágora |
La palabra idiota, ya nadie la utiliza como "preocupado por lo suyo, por lo privado y no por lo publico" sino que, gracias al latín, se usa para designar la falta de educación o la ignorancia. En la Edad Media, se usó para designar a quien no creía en Dios. Y desde el s. XVII, un idiota es un enfermo con retraso mental demostrado, para lo cual

Y no solo ha cambiado la palabra idiota en nuestros días; la palabra política, también. Ya no es el gobierno de la nación en beneficio del bienestar social. Nadie tiene ya esa percepción.
Sus señorías debaten, en estos días, sobre el Estado de la Nación, ¿Y

Sería una medida profiláctica volver a denominar como idiotas a aquellos seres humanos que solo miran su ombligo y sus intereses, sean políticos en el ejercicio de su cargo o ciudadanos de a pie. Pero en realidad, lo que pretendo es hacer apología de la política. Y sé que es un ejercicio suicida en un momento histórico como el actual en el que la política está desprestigiada, prostituida, degradada como la más vil de las ocupaciones y en la que apetece mucho mas coger la metralleta. Puede parecer, incluso, inútil cuando se habla todo el tiempo de la necesidad de “despolitizar” los mensajes, los medios, la justicia, etc ... Pero, realmente, lo verdaderamente suicida es abandonar la política a una suerte controlada por profesionales de la misma, por burócratas mediocres que han ensuciado la palabra y la han desvirtuado con su ejercicio. La Política con mayúsculas "es algo muy serio para dejarla sólo en manos de los políticos", como dijo Joaquín Sabina cuando se le preguntó en una ocasión por ella.

Nadie sensato lo duda. O los dos grandes partidos que monopolizan lo publico en España desde que volvió a ser "democrática" se toman en serio la regeneración del sistema o el sistema se va al carajo, que tampoco sé muy bien si convendría. ¡Y más pronto que tarde!. La crisis moral e institucional es severa, lo comprobamos todos casi a diario. Pero únicamente la evidencian los protagonistas de la cosa publica cuando abandonan la política tras ser apartados por los pocos que mandan, que son quienes controlan los partidos, quienes señalan con el dedo a los elegidos y a los proscritos.

La política en esta España bipartidista que se agota (o debería agotarse porque esto es mas serio que la Liga de Futbol, el Madrid o el Barça), es un sistema cerrado, malsano, corrupto, pobre, miserable, insensible, en el que impera la omertá siciliana, esa ley del silencio que condena sin defensa a quien osa plantarle cara a los capos.
Y el compadreo entre el poder político y el poder económico, el poder establecido, lo puede todo. Hasta marca donde el latigazo de la crisis económica debe ser mas fuerte, que es en la parte baja de la sociedad, claro. Y esa élite trufada de idiotas dibuja un paisaje político desolador en el que no florece ni un cactus. Luce como un desierto en el que respirar de forma autónoma es un milagro y en el que los que piensan por sí mismos quedan condenados al ostracismo (a las ostras ..... y a las gambas también). El político que, recordemos, ahora es idiota y no se preocupa por lo publico, solo pone interés en que el dedo que decide les coloque en una lista. Lo que opinen los ciudadanos es lo de menos, lo publico importa poco.
