ISLANDIA O CÓMO ALCANZAR EL PLENO EMPLEO DESOYENDO A LOS "MERCADOS"
30 enero 2014 por Emilio José
A raíz de un interesante artículo que ha aparecido hoy en el diario El País podemos dar un repaso a la situación de las políticas aplicadas por Islandia desde el estallido de la crisis financiera mundial de 2008 en contraste con las políticas de austeridad europeas:
La tasa de paro de Islandia ha descendido desde el 9,2% en septiembre de 2010 al 4% actual, un desempleo que es todavía considerado excesivamente alto por el ejecutivo islandés, que pretende bajarlo al 2%. En cambio, la situación para países como España o Grecia que han seguido las políticas de austeridad y rescate de los acreedores extranjeros y nacionales es de tasas de paro cronificadas superiores al 26%
Asimismo, la tasa de inflación islandesa está en el 4,2% —desde el pico del 19% de junio de 2009— y el crecimiento del PIB para 2014 se prevé que será del 2,7%. Parece que las políticas de dejar quebrar a los bancos no llevan a ningún desastre si se aplican adecuadamente, aunque para evitarlas se lleven a cabo campañas miedo y terror entre la población. En cambio, las políticas recomendadas por la Unión Europea y el FMI nos han llevado en el sur de Europa a una situación de depresión y deflación económica que como nos ha dicho el inefable comisario europeo Olli Rehn nos pueden lastrar todavía por una década…
Islandia impuso controles de capital cuando sus tres principales bancos quebraron y el tipo de cambio de su moneda se hundió. Estos controles de capital consiguieron estabilizar la corona islandesa evitando una caída aún mayor de la misma. La falta de controles de capitales en el sur de Europa ha fomentado la fuga de capitales y la evasión fiscal que ha hecho volar el dinero de esos países hacia centro y norte Europa siendo una nueva forma encubierta de rescatar los insolventes sistemas financieros de esos países a costa de los débiles y arrodillados países del sur.
En contraste con lo que podemos observar en los países barridos por las políticas de austeridad o rescate de los culpables del fiasco financiero, el primer ministro islandés Sigmundur D. Gunnlaugsson ha afirmado respecto a las exigencias de los acreedores – la mayoría de ellos hedge funds o fondos de alto riesgo – contra los bancos islandeses que quebraron, que: “Esto no es deuda pública y nunca lo será”. El principal objetivo que se ha marcado es “reconstruir el estado de bienestar de Islandia”. Nada del rescate de un corrupto sistema financiero a costa del futuro del país y sus ciudadanos.
Mientras, en España y el resto de países de la periferia europea se desmantela el estado Social y se rescata a los especuladores, Islandia dedica este año un 43% del gasto público a Bienestar y gastos sociales. Un nivel de gasto social, educación y sanidad que ¡ha aumentado! desde el estallido de la crisis financiera. Esta política contracíclica de expansión fiscal – algo que se estudia en 1º de Economía, raro que el FMI o los expertos de la UE no lo sepan… – ha permitido la recuperación de la economía islandesa, aunque el poder adquisitivo haya caído desde 2009 debido a la devaluación, sobre todo, del tipo de cambio de la corona.
Otra política islandesa que contrasta fuertemente con las llevadas a cabo en el sur de Europa por la Unión Europea y Berlín está en relación con los hipotecados. Aunque los últimos gobiernos islandeses han exigido a los bancos que cancelen a muchas familias sus deudas hipotecarias o parte de ellas, estas deudas siguen siendo un dura carga para los hogares islandeses. Por esta razón el gobierno islandés ha continuado con su apoyo a las familias destinando este año un 7% de su PIB a ayudar a las familias a reducir sus deudas hipotecarias y evitar que muchas de ellas sean desahuciadas de sus viviendas. Es lo que hay, mientras la Unión Europea rescata entidades irresponsables y corruptas, Islandia auxilia a las familias estafadas por el mantra de la vivienda siempre sube. Será porque las instituciones europeas están plagadas de miembros de ese sistema financiero insolvente y corrupto…
Postdata: Nadie dice que en la situación islandesa sea oro todo lo que reluce, pero parece que existen diferencias sustanciales en la gestión de la crisis en unos países u otros. Y esas diferencias sustanciales nos llevan a salvar o no a los responsables de una estafa financiera o a infringir un mayor o menor sufrimiento en las personas.
A raíz de un interesante artículo que ha aparecido hoy en el diario El País podemos dar un repaso a la situación de las políticas aplicadas por Islandia desde el estallido de la crisis financiera mundial de 2008 en contraste con las políticas de austeridad europeas:
La tasa de paro de Islandia ha descendido desde el 9,2% en septiembre de 2010 al 4% actual, un desempleo que es todavía considerado excesivamente alto por el ejecutivo islandés, que pretende bajarlo al 2%. En cambio, la situación para países como España o Grecia que han seguido las políticas de austeridad y rescate de los acreedores extranjeros y nacionales es de tasas de paro cronificadas superiores al 26%
Asimismo, la tasa de inflación islandesa está en el 4,2% —desde el pico del 19% de junio de 2009— y el crecimiento del PIB para 2014 se prevé que será del 2,7%. Parece que las políticas de dejar quebrar a los bancos no llevan a ningún desastre si se aplican adecuadamente, aunque para evitarlas se lleven a cabo campañas miedo y terror entre la población. En cambio, las políticas recomendadas por la Unión Europea y el FMI nos han llevado en el sur de Europa a una situación de depresión y deflación económica que como nos ha dicho el inefable comisario europeo Olli Rehn nos pueden lastrar todavía por una década…
Islandia impuso controles de capital cuando sus tres principales bancos quebraron y el tipo de cambio de su moneda se hundió. Estos controles de capital consiguieron estabilizar la corona islandesa evitando una caída aún mayor de la misma. La falta de controles de capitales en el sur de Europa ha fomentado la fuga de capitales y la evasión fiscal que ha hecho volar el dinero de esos países hacia centro y norte Europa siendo una nueva forma encubierta de rescatar los insolventes sistemas financieros de esos países a costa de los débiles y arrodillados países del sur.
En contraste con lo que podemos observar en los países barridos por las políticas de austeridad o rescate de los culpables del fiasco financiero, el primer ministro islandés Sigmundur D. Gunnlaugsson ha afirmado respecto a las exigencias de los acreedores – la mayoría de ellos hedge funds o fondos de alto riesgo – contra los bancos islandeses que quebraron, que: “Esto no es deuda pública y nunca lo será”. El principal objetivo que se ha marcado es “reconstruir el estado de bienestar de Islandia”. Nada del rescate de un corrupto sistema financiero a costa del futuro del país y sus ciudadanos.
Mientras, en España y el resto de países de la periferia europea se desmantela el estado Social y se rescata a los especuladores, Islandia dedica este año un 43% del gasto público a Bienestar y gastos sociales. Un nivel de gasto social, educación y sanidad que ¡ha aumentado! desde el estallido de la crisis financiera. Esta política contracíclica de expansión fiscal – algo que se estudia en 1º de Economía, raro que el FMI o los expertos de la UE no lo sepan… – ha permitido la recuperación de la economía islandesa, aunque el poder adquisitivo haya caído desde 2009 debido a la devaluación, sobre todo, del tipo de cambio de la corona.
Otra política islandesa que contrasta fuertemente con las llevadas a cabo en el sur de Europa por la Unión Europea y Berlín está en relación con los hipotecados. Aunque los últimos gobiernos islandeses han exigido a los bancos que cancelen a muchas familias sus deudas hipotecarias o parte de ellas, estas deudas siguen siendo un dura carga para los hogares islandeses. Por esta razón el gobierno islandés ha continuado con su apoyo a las familias destinando este año un 7% de su PIB a ayudar a las familias a reducir sus deudas hipotecarias y evitar que muchas de ellas sean desahuciadas de sus viviendas. Es lo que hay, mientras la Unión Europea rescata entidades irresponsables y corruptas, Islandia auxilia a las familias estafadas por el mantra de la vivienda siempre sube. Será porque las instituciones europeas están plagadas de miembros de ese sistema financiero insolvente y corrupto…
Postdata: Nadie dice que en la situación islandesa sea oro todo lo que reluce, pero parece que existen diferencias sustanciales en la gestión de la crisis en unos países u otros. Y esas diferencias sustanciales nos llevan a salvar o no a los responsables de una estafa financiera o a infringir un mayor o menor sufrimiento en las personas.
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