
Lo siento, es superior a mis fuerzas; tenia que hablar de ello. Y es que ya está aquí la Navidad, período entrañable del año plagado de reencuentros familiares, dulces, banquetes, regalos, lucecitas en las calles y cuernos de reno. Si es que, inexorablemente, llega; como la grúa, si estas mal aparcado o tu jefe, si estas haciendo el ganso ¿Quesería de nosotros sin ella? ¿Quien es el osado que se atreve a renunciar a tal entrañable festividad y quedar inmune? Y eso aunque,

Pero quienes aún tienen la suerte de poder seguir tirando para adelante, aunque no tan bien como en años anteriores, nunca se han parado a pensar en no celebrar la Navidad. O tal vez sí, pero caen en la misma trampa año tras año. Empiezan estas fechas renegando de ellas

Enumero las razones por las que no celebrarla, primero, y aquellas otras por las que celebrarlas, luego. Ya se, unas y otras están un poco descompensadas pero no he podido evitarlo.
RAZONES DE POR QUE NO
1. Porque no tenemos memoria:
¿Qué es la Navidad? Venga, rápido, pensad. ¿Familia? ¿Regalos? ¿Vacaciones? ¿Comidas y cenas de empresa o familiares? ¿Lotería? ¿Anuncios de perfume? Nooo. La Navidad es la celebración del nacimiento de Jesucristo, Jesús para los mas confianzudos; el Hijo de Dios. En realidad, es un cumpleaños que con el tiempo se ha laicizado tanto que se ha convertido en una fiesta con regalos (no precisamente de cumpleaños; ¡¡si hasta hay regalos para el amigo invisible!! Ya ves tú), en una excusa para juntarse todos para comer como si no hubiera un mañana, y en salir a la calle con esos ridículos cuernos de reno que hemos copiado a los yanquis, o con algo rojo, brillante o con lucecitas.
Seamos sinceros, cuando ya es casi medianoche durante la cena de Nochebuena, nos hemos desabrochado todos los botones de la camisa y los pantalones y estamos bolingas, ¿quién demonios se acuerda del niño Jesús? ¿Qué sabe de la verdadera Navidad alguno de nuestros críos? ¿No estarán mas obsesionados con Papá Noel, la PSP y el árbol de Navidad? Es una fiesta absolutamente distorsionada.
2. Porque, en estas fechas, sí que vivimos por encima de nuestras posibilidades (y al verdadero Jesucristo-Ente Histórico no le debe molar nada, tal y como la tenemos montada)
No sé si a la gran mayoría se le ha olvidado, o es muchos no lo han llegado a saber nunca, pero la mayoría de las ideas de Jesús tienen base "progresista" (“Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo”. Evangelio San Mateo, 19. 21.) ¿Y qué hacemos para celebrar su cumple? Comprar, gastar, consumir y derrochar.
Y aunque el gasto sea menor que el de otros años, estas Navidades cada ciudadano se gastará, de media según los cálculos de la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI), unos 514 euros: 191 en alimentación, 163 en regalos y juguetes, 82 en lotería y 78 euros en ocio; Y eso no parece mucho dinero, si tenemos en cuenta que hace cinco años gastábamos casi el doble. Vale, para llegar a esa media tenemos que tener en cuenta que, si hay familias que no se gastaran este año ni 50 euros, habrá otras que (dado que -por ahora- pueden) tiraran la casa por la ventana.
Después no nos quejemos de que está cerrando el pequeño negocio, de que solo obtienen pingues beneficios las grandes superficies y las multinacionales, de que nuestros políticos son unos mangantes que no saben gestionar el dinero publico (adornos y alumbrado navideño), de que existan injusticias y desigualdades económicas o sociales, etc. Es lo que suele venir después de malgastar el dinero en montones de regalos inútiles que quedarán abandonados en un cajón horas después de ser desenvueltos o que acabarán en la basura en la primera limpieza general del hogar.
3. Porque la familia te toca y los amigos se elijen
“Amad al prójimo, amaos los unos a los otros”, dijo Jesús. Perdonad que siga con este ilustre personaje (al que respeto) pero es que no deberíamos perder la perspectiva. Parece que a esta diatriba sí que le hacemos un poco de caso, reuniéndonos con "los que más queremos" que, como todo el mundo sabe, son nuestra familia y nuestros compañeros de trabajo. Para los que viven lejos de su familia, la Navidad puede ser esa fecha especial que sirva de excusa para reencontrarse con ella. Pero para los que la tienen cerca y la ven todas las semanas, la comida de Navidad pasa a ser una más, pero con mas lujo y protocolo.
Pero no nos engañemos, no siempre es tan agradable reencontrarse con la familia, depende de la que te haya tocado. En demasiados casos, resulta terrible volver tener que escuchar las bobadas de un cuñado, o la risa estridente e inaguantable de una suegra, los chistes subiditos de tono de un padre, las bochornosas historias y anécdotas familiares que se repiten cada año en la mesas y que deberían quedar en el olvido ya sea por nimias o por, directamente, ser mentira, los malos modos de unos sobrinos engreídos, llorones, gritones y tocapelotas, etc. Demasiadas veces, durante o despues de la cena del 24, muchos han dicho: ¡Al cuerno la Navidad! YO NO, YO HE TENIDO MUCHÍSIMA SUERTE CON LA FAMILIA QUE ME HA TOCADO, con esa lotería, con mis consanguíneos.
4. Porque, en general, somos ateos, agnósticos, laicos, poco practicantes .... o todo esto a la vez.
Probablemente, algunos de vosotros, esteis pensando que todas estas chorradas sobre Jesús y bla, bla, bla os la resbala, que sois muy ateos ya por pose, que no queréis tener nada que ver con la Iglesia, Jesús, Dios ni ninguna otra forma de deidad todopoderosa, y que no queréis seguir leyendo cosas de este estilo. Bien, pues entonces, quienes así penséis, sois quienes tenéis en vuestra mano la razón mas contundente y definitiva para pasar de la Navidad. Una razón ideológica (que espero que, ademas, sea respetuosa con los que no opinan igual que vosotros).
5. Porque la estética de la Navidad es un coñazo que no ha evolucionado en siglos
Adornar la casa o la oficina con motivos navideños puede ser muy entretenido si te gusta, o puede convertirse en un autentico coñazo si no te gusta. Incluso puede resultar irremediablemente disparatado; que se lo pregunten si no a esta familia de Carolina del Sur, que acabó a tortas porque no se ponían de acuerdo en cómo decorar el árbol de Navidad.
Y no solo eso, sino que casi en plena digestión del roscón de Reyes, toca desmontar todo ese aparataje y resurge, como cada año, el quebradero de cabeza de dónde demonios aparcar el árbol, donde guardar el Belén y los adornos y que hacer con toda esa parafernalia que hemos montado y que, cada año, suele ser mayor (ya que nada se tira de un año a otro).
6. Porque no hay quien aguante el metralleo de los anuncios cursis de estas fechas ni las galas navideñas que echan en televisión
El patético anuncio de la Lotería de este año, la martilleante frecuencia de los anuncios de perfumes o juguetes, el mensaje navideño de "nuestro" Rey y las terribles galas de Navidad de las televisiones, tanto públicas como privadas, nos recuerdan que todo se repite machaconamente año tras año sin un atisbo de que la imaginación vaya a tomar las riendas de este asunto. Solo por poderte ahorrar estos malos tragos, solo por eso, la celebración de la Navidad debería estar prohibida o circunscrita a los que verdaderamente la sienten como tal. Bueno, se de algunos que, durante estas fechas, intentan y hasta consiguen no encender la televisión en todo diciembre. Y esos, si que obran por su salud, sobre todo, la mental.
7. Porque, en el fondo, no nos gustan las comilonas y los exceso
He escuchado de labios de pocos decir que le encantan las comilonas de navidad. Cierto, existen l@s glotones/as y l@s borrachines/as pero, incluso a estos, eso de comer hasta reventar y beber hasta causar bochorno o ser un peligro público no les parece unas actividades

8. Porque, después de la Navidad, viene la cuesta de enero

9. Por sentido común y solidaridad
En caso de sentiros identificados con los puntos anteriores, probablemente hayáis llegado a la conclusión de que la Navidad se ha convertido en un sinsentido bastante bochornoso y lejano de sus antiguas pretensiones, sobre todo cuando de derrochar se trata mientras nuestro vecino hace malabarismos para poder alimentar a su familia con 400 euros al mes. ¿Por qué no lo invitamos a cenar? ¿Y por que, después de todas estas fechas, no estamos atentos a sus necesidades, a las esenciales, que no son unicamente las alimenticias?.
RAZONES DE POR QUE SI (va a ser corto este apartado, lo aviso)
Algunos dirán que la Navidad también tiene algunas cosas buenas: los días festivos (los que los tengan), la paga extra (quienes la reciban) o las cestas de navidad (los que a estas alturas aún tienen la suerte de olerlas), y disfrutar del espectáculo de pérdida de la vergüenza al que se somete gran parte de la población llevando esos ridículos cuernos de reno o con las borracheras de Nochevieja. Pues bien, lo he dicho otras veces en alguna ocasión y, ahora, lo repito. La única cosa (o de las únicas) por la que las Navidades, tal y como las tenemos actualmente constituidas, me parecen una cuestión valida es por ver la carita de ilusión de nuestros pequeños en estas fechas. (Casi) todo lo demás, resulta teñido de la hipocresía mas abyecta (vil y despreciable en extremo, aclaro para los de la LOGSE) y del consumismo mas irracional.

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