- DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS -
No esperes nada especial de mí, y no te decepcionaré. Ése parece ser el secreto de la felicidad: en general, no equivocarte al elevar tus propias expectativas.

Al adentrarte en este blog, tan sólo advertirte que (suelo, prefiero y) me gusta pensar y opinar por mi mismo; lo que a veces no recuerdo muy bien es en qué orden se debe realizar ese proceso. Y claro, ...así me va. Aunque últimamente y con los años, procuro "controlar" cierto orden en todo esto, la verdad es que no siempre lo consigo. Unas veces pienso lo que digo y otras, digo lo que pienso. Discúlpame en estos últimos casos; ten presente que yo procuraré hacer lo mismo contigo.

Una cosa más: como supongo que sabréis por vuestra propia experiencia, inexorablemente llega una hora de la madrugada en la que, como en esos antros habitados por gente "impresentable", hay que irse del "chinguirito" o del pub .... Eso, o quedarse, pero siempre teniendo en cuenta las especiales circunstancias que empiezan a concurrir. Es cuando ya no distingues un gintónic de un Dyc con cocacola ni por la luz ni por el sabor. Es cuando quienes parecían, en principio, poco agraciad@s físicamente empiezan a tener visibles virtudes. Algo así como si los dioses te soltaran una indirecta: "venga chaval, que ya está bien ...".

Bueno, pues algunas veces tengo la sensación de que la creación de este peculiar blog es fruto de esos momentos de "chinguirito". Quizás por eso, la mayor parte de lo que encuentres en este peculiar lugar para la reflexión introspectiva es absolutamente arbitrario y accidental, con ese sano espíritu que unicamente suele emanar de los lujos de la Realísima Gana. Por lo tanto, se evidencia que aquí no hallarás razones para la ecuanimidad, para el estricto rigor o para la exactitud ni, me temo que mucho menos, demasiados motivos para el provecho personal.

Si ya decidiste quedarte en este garito un instante más, (que sepas que te lo agradezco pero) ten en cuenta todo lo anterior para no llamarte a engaños. Recuerda que: para lo edificante, ya están las constructoras; para las doctrinas, los salvadores de patrias; para el pensamiento único, las dictaduras; y para las risas, los monólogos de comediantes. Aquí sólo encontrarás ideas, equivocadas o no, mostradas con seriedad o con la "guasa" que me proporcionó mi cigüeña, derivadas de un mayor o menor grado de desnudez implícita; pero eso sí, salidas casi siempre del corazón, con pretensiones honestas y, las veces que se pueda,
bienintencionadas, respetuosas y nada dadas al puro adoctrinamiento.


no obstante, publico alguna otra cosa ¡¡¡ aunque sólo sea por puro equilibrio emocional !!!

domingo, 27 de enero de 2013




EL CORDÓN DEL ZAPATO    de CHARLES BUKOWSKI

Una mujer, una rueda
pinchada, una enfermedad,
un deseo; temores ante ti,
temores que puedes estudiar
como las piezas de un
tablero de ajedrez...
No son las cosas importantes las que
llevan a un hombre al manicomio.
Estate preparado para la muerte o para
el asesinato, el incesto, el robo,
el incendio, la inundación.
No, es la serie continua de pequeñas tragedias
lo que lleva a un hombre al manicomio...
No es la muerte de su amor
sino el cordón de su zapato
que se rompe cuando tiene prisa.

El horror de la vida.
Es ese enjambre de trivialidades
lo que puede matar más deprisa que el cáncer
y siempre están ahí:
la matrícula del automóvil o los impuestos
o la licencia para conducir vencida
o los contratos o los despidos,
hacerlo tú o que te lo hagan, o
el estreñimiento
o las multas por exceso de velocidad,
polillas o grillos o ratitas o termitas o
cucarachas o moscas y
la tela metálica que se ha roto,
o pasarse o no llegar,
o el lavamanos obstruido o la casera borracha,
Al presidente no le importa y el gobernador
está loco.

El interruptor de la luz roto,
o el colchón como un puerco espín,
105 euros por la puesta a punto, el carburador
y la bomba de gasolina en Sears Roebuck,
y el recibo del teléfono que sube
y la Bolsa que baja
y la cadena del baño que se ha roto
y la instalación de la luz que se ha quemado,
la luz de la entrada, la luz del frente,
la luz de atrás, la luz del interior;
está más oscuro que el infierno y
es el doble de caro.

Y además siempre hay ladillas
y uñas que se encarnan
y gente que insiste que son
amigos tuyos;
Siempre hay eso y cosas peores:
grifos que gotean, Cristo y la Navidad,
el salami azul, 9 días de lluvia,
50 centavos de aguacates
y embutido de hígado morado.

O meterse a camarera en Norm's con turno doble,
o de vaciador de orinales,
o de lavacoches o de pinche de cocina
o de ladrón de bolsos de ancianas
que las deja gritando en la acera
con un brazo roto a la edad de 80 años.

De pronto 2 luces rojas en tu espejo retrovisor
y sangre en la ropa interior;
dolor de muelas y 979 euros por un puente
o 300  por una muela de oro,
y China y Rusia y Estados Unidos y
pelo largo y pelo corto y nada de pelo
y barba y sin rostro,
y muchos papeles de liar pero ninguna hierba
excepto tal vez la del jardín.

Con cada cordón de zapato que se rompe
de entre cien cordones de zapato que se rompen,
un hombre o una mujer o una cosa
va a parar al manicomio.

Así que ten cuidado
al agacharte.







Charles Bukowski.

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