La Generalitat Valenciana ha decidido echar el cierre a su canal autonómico tras considerar que el Tribunal Supremo ratificaría la contundente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, la cual declaraba nulo el ERE de 1.000 trabajadores que el consejo de administración ejecutó en RTVV.
Desde el ejecutivo valenciano se explica el cierre aduciendo que de no hacerlo así, en el mejor de los casos, lo único que se conseguiría es que Canal Nou y Radio Nou funcionase durante un año con los trabajadores actuales, aquellos que se mantuvieron en su puesto tras el ERE. Sin embargo, cuando el Supremo emitiese su veredicto, la Generalitat da por hecho que se vería obligada a readmitir a todos los empleados despedidos, lo cual resultaría insostenible económicamente.
Desde el ejecutivo valenciano se explica el cierre aduciendo que de no hacerlo así, en el mejor de los casos, lo único que se conseguiría es que Canal Nou y Radio Nou funcionase durante un año con los trabajadores actuales, aquellos que se mantuvieron en su puesto tras el ERE. Sin embargo, cuando el Supremo emitiese su veredicto, la Generalitat da por hecho que se vería obligada a readmitir a todos los empleados despedidos, lo cual resultaría insostenible económicamente.
Y en todo este postulado no realiza ningún ejercicio de autocrítica. Para el ejecutivo valenciano todo el mundo es culpable del cierre del Canal menos él mismo (sindicatos, trabajadores readmitidos, la propia directora del Canal, .... hasta los valencianos, que decidieron pasar de verlo). En el ejecutivo valenciano lo mas parecido a la autocrítica consiste en no darle al "me gusta" en su propio muro del Facebook. Canal Nou venia arrastrando una deuda de 1.126 millones de euros, la cual llevó al Gobierno valenciano a reestructurar el sector público empresarial y ejecutar este ERE de 1.000 trabajadores de RTVV ahora declarado nulo. La otra (única) alternativa manejada era la que al final se pone en marcha: cerrar el ente.
Pero ¿qué cuesta más: cerrar el canal autonómico o recolocar a los trabajadores? El gobierno de Alberto Fabra lo tiene claro: readmitirlos cuesta más. El vicepresidente de la Comunidad Valenciana ha tratado de explicar lo inexplicable y ha manifestado explícitamente que mantener la Radio Televisión Valenciana, tras declararse nulo el ERE, costaría "228 millones de euros", cuantía con la "que se pueden construir 57 colegios y 60 centros de salud". Curioso, ahora los que mandan en la Comunidad Valenciana no parecen del PP; ahora están dispuestos a hacer lo que sea con tal de no recortar en enseñanza o sanidad. Y además, ahora se apuntan a eso que se ha venido en llamar "el Estado del Bienestar", cuando durante años ese dichoso estado solo lo disfrutaban el Bigotes, el Camp, y otros dirigentes del PP o implicados en el caso Gürtel. Pero estas son unas cifras y una comparación que a los afectados les han parecido demagógicas. Pueden parecer demagógicas pero no lo son: hoy en día con el presupuesto de un colegio valenciano solo se podría financiar la carta de ajuste de la televisión valenciana. Los trabajadores piden a la Generalitat que se siente a negociar, que busque otras alternativas a un cierre que saldrá por una tercera parte de esos 228 millones de euros, pero Fabra no está por la labor. Igual que no lo estuvo de hacer caso al informe del despacho que les asesoró en el ERE: el despacho de Garrigues. Fuentes jurídicas han confirmado que la Generalitat ignoró un estudio en el que se desaconsejaba completamente este ERE.
Y es que la plantilla y el presupuesto del ente publico valenciano se ha ido inflando desorbitadamente, sobre todo, desde la llegada al poder en 1995 del presidente Zaplana y porque éste consideraba que la televisión autonómica era el último bastión que le quedaba al socialismo en aquellas tierras. Se puso a contratar a adeptos a su doctrina y, de 25 millones de presupuesto, se pasó a 50 en el 2000 y hasta 75 en la actualidad debido a este desmesurado incremento de la plantilla. No, si ahora va a resultar que hubo una época en la que el PP era capaz de crear puestos de trabajo, por lo menos, en algún sitio de España y sin que fueran albañiles. Podemos decir que Zaplana se inspiro en el Real Madrid; quería un equipo para la Champions y otro para la Liga. 20 años después de su fundación, Canal Nou contaba con 1620 trabajadores, mas que la suma conjunta de Antena 3 Telecinco y La Sexta. La audiencia, sin embargo, pasó de un 20% a un 4%. ¡¡¡Increible!!!, ¿verdad?. Normal que no tuviera mucha audiencia, ¡¡¡si los valencianos no tenían oportunidad de ver el Canal, estaban (casi) todos trabajando allí!!!.
Las duras críticas a Alberto Fabra, al Consell y al Partido Popular han protagonizado los servicios informativos de Canal Nou desde que se hiciera pública la decisión de del gobierno valenciano de cerrar RTVV. Si hasta hace nada, Canal 9 y Radio 9 eran criticados desde múltiples sectores por las manipulación informativa que se ejercía en el ente público, el informativo de mediodía la semana pasada comenzaba con un con un 'Fabra no asume responsabilidades' que compartía pantalla con el lema #RTVVnoestanca (RTVV no se cierra), un 'hashtag' que se ha convertido en tendencia en twitter. Durante la emisión del magazine 'D Nou', se ha sentenciado " hoy es un día negro para la Comunitat Valenciana", así como se ha hecho una referencia a la comparecencia de Fabra, del que afirmaban que "comparece tras 12 horas de silencio" y sin "asumir responsabilidades".
Desde el informativo de mediodía se ha recordado que hay un exdirectivo de RTVV (Pedro García, colocado por Camps) implicado en el caso Gürtel por cinco delitos; otro exdirectivo imputado por abusos sexuales a trabajadoras de Canal 9; se ha apuntado que la comparecencia de Fabra se ha realizado únicamente en castellano; han recordado que los trabajadores, y la directora general (Rosa Vidal), se enteraron de la noticia por un medio nacional o que han intentado, sin éxito, entrevistarse con Fabra o con el vicepresidente, José Císcar. Los trabajadores de RTVV que sobrevivieron al ERE, hasta ahora acusados de ser los "enchufados del PP", están atacando con virulencia a Fabra. Asimismo, los profesionales de Canal 9 han interpelado a los ciudadanos a "que no les engañen, el ERE es ilegal y se han dilapidado 1.300 millones de euros de los que no tenemos la culpa y que algún día habrá que pagar", así como han insistido en que RTVV "no se puede cerrar" recordando que ofrece un servicio público y " es viable desde una gestión eficaz y honrada". Responsabilizan de la deuda a los diferentes directores generales colocados por el PP en los últimos 18 años, " cuando entró a gobernar el PP había 35 millones de déficit que se han multiplicado por 40 en este periodo (1.300 millones de euros)".
Y es que la plantilla y el presupuesto del ente publico valenciano se ha ido inflando desorbitadamente, sobre todo, desde la llegada al poder en 1995 del presidente Zaplana y porque éste consideraba que la televisión autonómica era el último bastión que le quedaba al socialismo en aquellas tierras. Se puso a contratar a adeptos a su doctrina y, de 25 millones de presupuesto, se pasó a 50 en el 2000 y hasta 75 en la actualidad debido a este desmesurado incremento de la plantilla. No, si ahora va a resultar que hubo una época en la que el PP era capaz de crear puestos de trabajo, por lo menos, en algún sitio de España y sin que fueran albañiles. Podemos decir que Zaplana se inspiro en el Real Madrid; quería un equipo para la Champions y otro para la Liga. 20 años después de su fundación, Canal Nou contaba con 1620 trabajadores, mas que la suma conjunta de Antena 3 Telecinco y La Sexta. La audiencia, sin embargo, pasó de un 20% a un 4%. ¡¡¡Increible!!!, ¿verdad?. Normal que no tuviera mucha audiencia, ¡¡¡si los valencianos no tenían oportunidad de ver el Canal, estaban (casi) todos trabajando allí!!!.
Las duras críticas a Alberto Fabra, al Consell y al Partido Popular han protagonizado los servicios informativos de Canal Nou desde que se hiciera pública la decisión de del gobierno valenciano de cerrar RTVV. Si hasta hace nada, Canal 9 y Radio 9 eran criticados desde múltiples sectores por las manipulación informativa que se ejercía en el ente público, el informativo de mediodía la semana pasada comenzaba con un con un 'Fabra no asume responsabilidades' que compartía pantalla con el lema #RTVVnoestanca (RTVV no se cierra), un 'hashtag' que se ha convertido en tendencia en twitter. Durante la emisión del magazine 'D Nou', se ha sentenciado " hoy es un día negro para la Comunitat Valenciana", así como se ha hecho una referencia a la comparecencia de Fabra, del que afirmaban que "comparece tras 12 horas de silencio" y sin "asumir responsabilidades".
Desde el informativo de mediodía se ha recordado que hay un exdirectivo de RTVV (Pedro García, colocado por Camps) implicado en el caso Gürtel por cinco delitos; otro exdirectivo imputado por abusos sexuales a trabajadoras de Canal 9; se ha apuntado que la comparecencia de Fabra se ha realizado únicamente en castellano; han recordado que los trabajadores, y la directora general (Rosa Vidal), se enteraron de la noticia por un medio nacional o que han intentado, sin éxito, entrevistarse con Fabra o con el vicepresidente, José Císcar. Los trabajadores de RTVV que sobrevivieron al ERE, hasta ahora acusados de ser los "enchufados del PP", están atacando con virulencia a Fabra. Asimismo, los profesionales de Canal 9 han interpelado a los ciudadanos a "que no les engañen, el ERE es ilegal y se han dilapidado 1.300 millones de euros de los que no tenemos la culpa y que algún día habrá que pagar", así como han insistido en que RTVV "no se puede cerrar" recordando que ofrece un servicio público y " es viable desde una gestión eficaz y honrada". Responsabilizan de la deuda a los diferentes directores generales colocados por el PP en los últimos 18 años, " cuando entró a gobernar el PP había 35 millones de déficit que se han multiplicado por 40 en este periodo (1.300 millones de euros)".
Ello se debe, apuntaban a los contratos con empresas externas, como es el caso del fútbol ( 460 millones de euros), la visita del Papa o la Fórmula 1, "contratos no firmados por los trabajadores, que nos enteramos de esta pesadilla gracias a otros medios y que hemos decidido tirar hacia delante". Igualmente, se han referido a las palabras de Vidal, que acusó a Fabra de "faltar a la verdad" y anunció a los trabajadores que no pilotaría el cierre. Según opinan los aun trabajadores, el cierre de RTVV "no es lo mismo que cerrar empresas como Fagor, es cerrar una empresa y un servicio públicos, su derecho a ser informados sobre lo que pasa en la Comunitat Valenciana y a ser informados en valenciano".
Pero en definitiva, ¿que está pasando?. Pues que se emplea un mecanismo que ya se viene ensayando a ratos con la RTVE o con TeleMadrid, y que parece simple y diáfano. Se coloca a malos gestores; se gestiona mal echándole una manita de paso a los "tuyos"; se manipula y con ello se va perdiendo audiencia; se llega a una situación imposible de financiar .... y finalmente se cierra el Canal. Y ante todo esto, los empleados (sobre todos los de los informativos), que debieron elegir entre la indignidad y el deshonor ...... o perder sus puestos de trabajo, durante años decidieron lo primero; ahora no malgastaré ni una lágrima cuando ha ocurrido lo segundo. Irónicamente en ocasiones, cuando se elige la bolsa en lugar de la honra, uno se queda sin la bolsa y sin la honra. Entre los trabajadores afectados se encuentran, seguro, un puñado de buenos profesionales que son, sin duda también, los verdaderos damnificados en todo este caso. Algunos incluso, me consta que son personas honestas y cabales que desde siempre se opusieron a la gestión política del ente y que fueron discriminados durante años.
Y ahora muchas reacciones hacen hincapié en que el cierre de Canal 9 supone el fin del despilfarro y de la manipulación política. Pues claro que si. Pero, desde luego, lo hecho en Canal Nou no dista mucho con lo hecho en toda la Comunidad Valenciana, con obras faraónicas inoperantes y costosisimas como:
- la Ciudad de las Artes y las Ciencias ,presupuestada inicial- mente en 308 millones pero que costó al final 1281 y que registra unas perdidas de 55,5 millones (su función es como su diseño, no lo entiende nadie)
- el aeropuerto de Castellón, presupuestado inicialmente en 170 millones pero que costará 25 millones, mas si por un casual empiezan a utilizar aviones (estamos por afirmar que en este aeropuerto, por ahora, solo ha volado el dinero)
- la Ciudad de la Luz de Alicante, "un megaestudio de cine donde los cuentos de hadas se harían reales" como explicaba su propio lema. A pesar de que el presupuesto inicial era de 100 millones, el coste final se elevó a 350. Este megaproyecto no parece que vaya a tener un final feliz, apenas se han rodado 60 películas y están en venta todas sus instalaciones. Para el 2014, sin embargo, tiene presupuestado unos gastos de 8 millones y unos ingresos de 160 mil euros. Camps trajo a Alicante a Depardieu para rodar "Axterix y los Juegos Olímpicos" y trataron de convencerle para que pagase aquí sus impuestos pero se fue a Rusia. La segunda parte de esta película se rodó al abrigo de unos relaxing cup of café con leche en Madrid y se llamó "Anne Bottle y los Juegos Olímpicos" y acabó peor que la Ciudad de la Luz
- el circuito de Formula 1 de Valencia, con un coste de 100 millones y unos gastos de celebración de 40 solo el año pasado y que, gracias a la Generalitat, ha renunciado a seguir acogiendo el Gran Premio de Europa. Osea, construir un circuito 100 millones, celebrarlo 40 mas; ver a Rita Barberá y a Camps en un descapotable, no tiene precio
- el Parque Temático Terra Mítica, que costó 400 millones (la mitad con dinero publico) y generó unas perdidas de 45 millones vendiéndose el año pasado por 65 millones. Esto les pasa por no seguir el modelo del aeropuerto de Castellón; debieron construir un Parque de Atracciones sin atracciones; les hubiera salido mas barato
- la Copa América de Vela que costó 2100 millones (ahí es nada). Las instalaciones fabricadas para el evento ahora están inoperantes, los amarres vacíos y el edificio de oficinas se usa para la BBC (bodas, bautizos y comuniones)
Después de que haya ocurrido todo esto, escuchar ayer al presidente Fabra decir que "algunos creen que la Administración es un saco roto y no es así" resulta cuando menos de risa por no decir molesto de escuchar. Y el caso es que hasta puede tener razón; Valencia no es un saco roto, es un bolso de Louis Vuitton, por lo menos. Si además, tenemos en cuenta que la mayoría de estas infraestructuras tan necesarias para los valencianos fueron financiada por la Caja de Ahorros del Mediterráneo, caja que fue intervenida y a la que tuvimos que inyectarle todos los españoles 2800 millones a través del FROP, la cosa es para tirarse (o tirarles) de los pelos.
Pero pasemos a lo que considero mas grave de este despropósito, mas que el robo y el despilfarro (fititú), y es la manipulación sistemática de la información a la que se vieron "obligados" la gran mayoría de los que tenían alguna responsabilidad en los informa- tivos en Canal Nou. Porque, ¿qué es peor el robo o la mentira? Pues depende ..... ; a veces te roban con fuerza y no te puedes defender, pero la mentira siempre se puede combatir, y la verdad siempre se puede defender. Una exempleada, excorresponsal en Madrid de esta cadena llamada Iolanda Mármol (se debe escribir así en catalán, porque es catalana como tantos en Canal Nou y, además, .... pariente de los Picapiedra), ha llegado a escribir en estos días un relato de su experiencia televisiva en tierras valencianas titulándolo "Mis mentiras en Canal Nou".
Según su relato, los directivos de Canal 9 “exigían grabar a Eduardo Zaplana de su perfil bueno” y encargaron “una oda” hacia su persona, que se ejecutó precisamente, cuando dejó la presidencia de la Generalitat Valenciana para ser ministro. “También recuerdo la bronca y los gritos que me dedicaron cuando en ese vídeo de retrospectiva Zaplana aparecía en una imagen con la tránsfuga que le había permitido hacerse con la alcaldía de Benidorm. Recuerdo poco después, cuando de ser el Elegido, pasó a ser un innombrable. Cómo nos prohibieron que apareciera en los planos. Cómo buscaba perífrasis absurdas cuando no podía nombrarle en mis directos, a pesar de ser el portavoz del PP en el Congreso”. Un caso similar se produjo con Francisco Camps, expresidente de la Generalitat valenciana: “Nos dieron la orden de dejar de llamarle Francesc para que fuese llamado Francisco, coincidiendo con la época en que se postulaba como posible sucesor de Rajoy”.
Las órdenes, según denuncia ahora Mármol, tenían mucho que ver con
Iolanda Mármol |
El relato de Mármol es la historia de una manipulación (consentida): “Cuando trataron de prohibirme que contase que Zaplana dejaba su escaño en el Congreso. Cuando me prohibieron decir que Zapatero había anunciado el cheque-bebé, como si de este modo los valencianos no fuesen a conocer la noticia. Cuando nos desplegaron para loar las maravillas de Terra Mítica en su inauguración y no podíamos decir que allí no había ni una sombra. Cuando me reñían porque me salía el acento catalán 'y eso molesta a los paisanos'. También recuerdo cómo corría el cava en las plantas de dirección de Canal 9 en Burjassot las noches electorales de mayorías del PP, mientras que los redactores comíamos bocatas de salami. Cuando se pagaban directos millonarios para que Camps saliese hablando en directo en pleno Amazonas. Y los millones de veces en las que no me dejaron poner declaraciones de la oposición. O de cualquier ciudadano que criticase al PP, o a la Generalitat.” “Un día empiezas a sentir vergüenza de trabajar para ellos. Ahora se termina. Injustamente. Pero lo ganaron a pulso”, concluye.
La pregunta es, ¿qué valor y utilidad tiene este ataque de dignidad (que particularmente, agradezco) cuando ya todo lo tiene perdido? ¿No hubiera sido más valioso, útil y digno para todos que hubiese denunciado en tiempo y forma los desmanes, la mala gestión, la manipulación y la censura que allí se practicaba cuando todo esto ocurría? ¿Por qué esta chica (que me cae simpática, insisto) y otros, solo ahora, se muestran como superheroes delante de las cámaras? ¿Apoyaron a sus compañeros que sí lo hicieron antes y que hace tiempo están en Panteón de los Santos Despedidos?
Ya sé, ya sé, la hipoteca, el coche, el colegio, Eurodisney, el cortacesped ... ¡¡Si son muchas cosas!!. Ya sé, ya sé, alguno dirá: habría que verte a ti (por mi) en las circunstancias de estos trabajadores; hubieras hecho lo mismo: cobrar y tragar. ¿Quién sabe lo que haría un tipo como yo por un plato de arroz a banda? Eso nunca se sabe hasta que te ves en la tesitura. Sin embargo, lo que si sé es que los que aun recordamos que otros muchos sí se sacrificaron y no tragaron ni con imposiciones ni con trampas, lo tenemos mas fácil para el combate.
Los que leemos libros de Historia con el animo de no querer repetir sus peores episodios, los que sabemos que la critica se ha ejercido desde siempre y se sigue haciendo ahora mismo en muchos lugares del mundo, arriesgando, no sólo el trabajo y el patrimonio, sino también la vida, podemos encontrar baluartes a los que asirnos en la lucha por lo injusto. Eso se llama compromiso, pero ¡ay! No todo el mundo conoce ni su significado ni su valía. Y tiene un coste, .... en ocasiones muy alto.
Pero al fin y al cabo no nos engañemos. Vemos como el resto de las televisiones autonómicas (excepto Telemadrid, todo una señal) han hecho piña desde la FORTA, el organismo que las agrupa, para ratificar que el modelo de televisión autonómica está vigente y puede cubrir su papel en un momento como el actual, en el que las grandes cadenas privadas se han decantado por un modelo de televisión que deja mucho que desear. Las televisiones autonómicas pueden seguir siendo útiles, incluso rentables, y desempeñando un papel que el resto de televisiones no cubre. Pero desaparecerán si se pone al zorro al cuidado del gallinero. Los enemigos de lo público tienen un papel claro al frente de las empresas públicas: y es cerrarlas.
Llegado a este punto, es necesario volver sobre los pasos de lo mal hecho o mal construido si se quiere un canal público de verdad, pero desde luego mantener lo insostenible a precio de oro, es inaceptable. Lo que había no era de recibo, ni por su programación, generalista y muchas veces chabacana, ni por la falta de rigor de unos informativos que hace años ni los mas integristas de la derechona valenciana veían. Si se quiere un canal propio, que se haga, pero con arreglo a principios que respondan al interés peculiar de este tipo de medios de comunicación, independiente, plural, basado en lo cultural y lo autóctono, dando salida y conocimiento a lo que los canales nacionales omiten. Y para eso no es necesaria una plantilla sobredimensionada, ni más de cien millones de euros al año de ingresos públicos.
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