- DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS -
No esperes nada especial de mí, y no te decepcionaré. Ése parece ser el secreto de la felicidad: en general, no equivocarte al elevar tus propias expectativas.

Al adentrarte en este blog, tan sólo advertirte que (suelo, prefiero y) me gusta pensar y opinar por mi mismo; lo que a veces no recuerdo muy bien es en qué orden se debe realizar ese proceso. Y claro, ...así me va. Aunque últimamente y con los años, procuro "controlar" cierto orden en todo esto, la verdad es que no siempre lo consigo. Unas veces pienso lo que digo y otras, digo lo que pienso. Discúlpame en estos últimos casos; ten presente que yo procuraré hacer lo mismo contigo.

Una cosa más: como supongo que sabréis por vuestra propia experiencia, inexorablemente llega una hora de la madrugada en la que, como en esos antros habitados por gente "impresentable", hay que irse del "chinguirito" o del pub .... Eso, o quedarse, pero siempre teniendo en cuenta las especiales circunstancias que empiezan a concurrir. Es cuando ya no distingues un gintónic de un Dyc con cocacola ni por la luz ni por el sabor. Es cuando quienes parecían, en principio, poco agraciad@s físicamente empiezan a tener visibles virtudes. Algo así como si los dioses te soltaran una indirecta: "venga chaval, que ya está bien ...".

Bueno, pues algunas veces tengo la sensación de que la creación de este peculiar blog es fruto de esos momentos de "chinguirito". Quizás por eso, la mayor parte de lo que encuentres en este peculiar lugar para la reflexión introspectiva es absolutamente arbitrario y accidental, con ese sano espíritu que unicamente suele emanar de los lujos de la Realísima Gana. Por lo tanto, se evidencia que aquí no hallarás razones para la ecuanimidad, para el estricto rigor o para la exactitud ni, me temo que mucho menos, demasiados motivos para el provecho personal.

Si ya decidiste quedarte en este garito un instante más, (que sepas que te lo agradezco pero) ten en cuenta todo lo anterior para no llamarte a engaños. Recuerda que: para lo edificante, ya están las constructoras; para las doctrinas, los salvadores de patrias; para el pensamiento único, las dictaduras; y para las risas, los monólogos de comediantes. Aquí sólo encontrarás ideas, equivocadas o no, mostradas con seriedad o con la "guasa" que me proporcionó mi cigüeña, derivadas de un mayor o menor grado de desnudez implícita; pero eso sí, salidas casi siempre del corazón, con pretensiones honestas y, las veces que se pueda,
bienintencionadas, respetuosas y nada dadas al puro adoctrinamiento.


no obstante, publico alguna otra cosa ¡¡¡ aunque sólo sea por puro equilibrio emocional !!!
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jueves, 4 de febrero de 2021

Yolanda González Martín

 

 
Estado en el que se encontró el cadáver
#UnDíaComoHoy pero hace 41 años, Luis Enrique Hellín (su verdadero nombre es Emilio pero lo cambió para pasar "inadvertido") acudió al domicilio de la joven estudiante Yolanda González Martín, de 19 años, en compañía de otro militante de la milicia ultra de Fuerza Nueva (Ignacio Abad Velázquez), cuando sabían que se hallaba sola en su piso de estudiantes de la calle Tembleque número 101, en el barrio de Aluche de Madrid. Accedieron al interior del piso engañando a Yolanda, mostrando identificaciones falsificadas de autoridades policiales, forcejeando con ella y, tras reducirla y registrar de forma rápida las habitaciones (temerosos de que los otros inquilinos de la vivienda regresaran de forma sorpresiva), la secuestraron y la llevaron en el automóvil de Hellín Moro, siendo maltratada e interrogada por el camino con el falso argumento de que pertenecía a ETA. En un descampado frío y solitario, Hellín obligó a la joven a descender de su coche y le descerrajó dos tiros en la cabeza (Abad le dio otro más en el pecho por notar que quedaba aún con vida). Después abandonaron su cadáver allí mismo, en la cuneta de un camino cercano al kilómetro 3 de la carretera que une Alcorcón con San Martín de Valdeiglesias (Madrid), en lo que fue uno de los crímenes más crueles de la cacareada Transición.
 
En los hechos participaron, ademas de los 2 antes mencionados, otros cuatro más. Uno de ellos, Juan Carlos Rodas Crespo, agente de la Policía Nacional (anteriormente Policía Armada), participó en la vigilancia del exterior de la vivienda junto a los otros cómplices, mientras Hellín y Abad subían para secuestrarla. Al día siguiente, al enterarse por la prensa de su muerte, sorprendido y arrepentido por el resultado final de lo que creía era un simple interrogatorio, denunció los hechos ante sus superiores policiales de Getafe lo que aceleró las investigaciones y la pronta resolución del caso. Empezaba a correr el mes de febrero de 1980.
 
Hellín, principal partícipe y autor intelectual de la operación, fue condenado en 1982 a 43 años de prisión. Durante el juicio en la Audiencia Nacional, señaló que nada más ser detenido se había confesado autor porque le habían pedido que cargara con toda la culpa y que le ayudarían. “La propia policía me dijo que no merecía la pena implicar a más per


sonas”. Entró en prisión y en 1987, aprovechando un permiso penitenciario de seis días, huyó con su familia a Paraguay (¿guay?), donde aún gobernaba el (¿también guay?) dictador Alfredo Stroessner. Este país sudamericano, en los años ochenta y noventa, sirvió de refugio para numerosos pistoleros ultras de todo pelaje y condición, caso de Carlos García Juliá por ejemplo, recientemente excarcelado por los crímenes del bufete de abogados de Atocha de 1977.
 
Hellín, que también modificó su apellido en algunos documentos y aparece como Helling, fue arrestado en 1990 por la Interpol y, posteriormente, extraditado a España para acabar de cumplir su condena. Salió en libertad en 1996.
 
Emilio Hellín Moro y Cristina Cifuentes en la actualidad
Por otro lado, desde hace años, Hellín tiene una empresa de peritaje criminal (su especialidad es el rastreo de telefonía móvil y la informática forense), y ahora ha sido contratada por el abogado de Cifuentes para realizar el análisis de la cita presencial concreta de la agenda electrónica personal en la que la expresidenta de la Comunidad de Madrid dice que defendió su Trabajo Fin de Máster (TFM), una defensa que mantiene que realizó a pesar de que en el juicio la entonces directora de su máster y también acusada ha reconocido que falseó el acta del tribunal por las presiones que recibió de Enrique Álvarez Conde y la exasesora de Educación acusada María Teresa Feito. 
 
El propio Ministerio del Interior contrató en una quincena de ocasiones los servicios de la empresa de Hellín entre 2006 y 2011 para cursos de especialización a agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil, motivo por el cual y cuando se supo, el propio ministro Jorge Fernández Díaz pidió disculpas a la familia de Yolanda González. El nuevo Luis Enrique Hellín Moro, desde casi su salida de prisión, era uno de los principales asesores del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil, participaba en investigaciones judicializadas sobre terrorismo y delincuencia, impartía cursos de formación a agentes de este cuerpo, de la Policía Nacional, el Ministerio de Defensa, Ertzaintza y Mossos d’Esquadra (no le hacía ascos a nada), daba conferencias a miembros de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado en organismos oficiales y cobraba por sus servicios (¿cómo no?) del Ministerio del Interior. También asistía como perito a la Audiencia Nacional y a numerosos juzgados de distintas ciudades españolas. Su último trabajo conocido es el rastreo de llamadas en el caso José Bretón, en el que se investigaba los hechos relativos a los dos (pobrecillos) niños asesinados por su padre en Córdoba.
 
Portada de El País, cuando se supo todo el entramado, diez días después del asesinato
 
 
Hasta aquí los hechos. Fríos y claros. Los primeros -asesinato-, juzgados y absolutamente probados. Los segundos -caso máster-, ahora juzgados y por probar (pero tiempo al tiempo). Y los terceros -empleo público-, no juzgados (porque por lo visto no es ilegal financiar con fondos públicos a asesinos, aunque resulte reprobable ética y políticamente) y sin duda probados y reconocidos por el propio Ministerio del Interior.
 
Es de suponer que, si un asesino condenado está en la calle, (o se ha escapado o) no tendrá deudas con la Justicia. Pero, por más que uso los dedos y por más que intento encontrar la lógica de la relación entre todo esto, no me salen las cuentas y se me ocurren varias preguntas:
 
✷ Condenan a Hellín a 43 años, pero permaneció entre rejas algo más de (7+6) 13 años de los 30 de pena máxima que antes contemplaba el Código Penal, con el paréntesis de una espectacular fuga a Paraguay (y sin que por ello se le incrementase un ápice la pena). ¿Son suficientes? ¿Muchos? ¿Pocos? 
 
Hellín en 1980, cuando fue detenido
✷ Una pena es un mal necesario que se impone al individuo que ha cometido un hecho contrario al ordenamiento jurídico. Y el artículo 25 de la Constitución Española expresa que (textual): “las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social, y no podrán consistir en trabajos forzados”. La cuestión es, ¿realmente la pena de prisión ayuda al condenado a resocializar y le ofrece las herramientas necesarias para que pueda volver a reinsertarse en la sociedad en todos los casos? ¿Cuántos años serían necesarios? ¿13 años para quien asesina por odio ideológico, por ejemplo?
 
✷ Todos recordamos el tremendo asesinato cobarde de Miguel Ángel Blanco a manos de odiosos (y odiantes) depravados de otro signo, y así debe ser (que se recuerde, digo). Por supuesto, porque a Miguel Ángel le "debemos" mucha de la "culpa" del despertar de todo un pueblo, de manifestaciones absolutamente masivas por toda España (incluida y sobre todo una parte de ella, el País Vasco), de larguísimos días de expectantes corazones encogidos y de la (por ahora, presunta) "paz" que disfrutamos. Sus casos, aun con diferencias, parecen calcados (a algunos, al menos, nos lo parece). Pero, ¿de verdad que recordamos el macabro asesinato de esta chica (u otros), o es necesario un denostado esfuerzo de memoria colectivo cada cierto tiempo?. El hecho de tener que aprovechar determinados aniversarios aciagos para realizar un ejercicio honesto de análisis de de dónde venimos y hacia dónde vamos en esta incipiente democracia nuestra, en este caso concreto, ¿añade o no añade más tristeza (por ser suave) al episodio vivido hace ahora 41 años?
 
✷ Todos sabemos dónde y cómo se encuentran los cuerpos de Yolanda o Miguel Ángel. Y todos sabemos que su situación no va a cambiar. A mejor desde luego que no, para desgracia de sus seres queridos y de todos aquellos biennacidos con un mínimo de sensibilidad ante la atrocidad y crueldad "humanas". Pero, ¿no da la macabra impresión de que aún existen quienes se empeñan en distinguir víctimas de primera y de segunda; que distinguen "mis víctimas" de las "víctimas de otros"? ¿Existen o no quienes tienen los "santos" cojones de arrojar barbaries a la cara del que opina diferente, ni siquiera contrario? ¿Hemos aprendido del repetido pasado (bien) reciente, o todavía no?
 
✷ Al hilo de lo anterior, ¿sabemos dónde y cómo se encuentran los probados verdugos (juzgados y condenados o no) de todas las víctimas? ¿De verdad? ¿De todas? ¿Sabemos si su situación ha cambiado a lo largo de estos últimos años? ¿A mejor o a peor? ¿Sabemos si van a comprar el pan, si se sientan en el banco de un parque a escuchar el trino de los pájaros, si se cruzan todos los días con honrados ciudadanos (con alguno de nosotros, incluso), si le gustan los perros, si echan a la lotería ... etc, etc (todo ello tranquilamente)?. Como dijo aquel, ¿sabemos a que dedican el tiempo libre? El tiempo libre, valiente paradoja. ¡¡Qué barbaridad!!
 
✷ Cambiando de tercio, pero relacionado con esto (y que a mí, lo reconozco, me saca de mis casillas), ¿sabe la "Yo no me voy, me quedo" que ha contratado para su defensa una empresa "curiosa" liderada por un "curioso" sujeto (como poco - dejémoslo ahí)? Supongo que será legal, pero ¿es legitimo? ¿Y lícito? ¿Ético, tal vez? ¿Qué tipo de estomago hay que poseer para tales tragaderas? ¿Debería de cuidarse tanto el fondo como las formas, o según qué casos? ¿Vale todo o un mínimo de decencia es exigible en determinado "servidores" públicos? No voy a usar la famosa frasesita que empieza por "La mujer del César ..." por considerarla en estos tiempos machista (no debió serlo desde luego cuando la construyó Cayo Julio y la inmortalizó Plutarco), pero ¿es igual ser que parecer?. Cuando se ama, ¿basta con eso, con amar, o también hay que demostrarlo?
 
✷ No sé si es un sentimiento generalizado pero, ¿parece decente una sociedad, un país, un gobierno, un ministro ... que, sabiéndolo o no, por error u omisión, exime y blanquea a un depravado que no sabemos si se ha reinsertado, ofreciéndole incluso pingües beneficios con dinero público? ¿Hay controles para que no suceda? Más allá inclusive, y para guardar cierto orden en el razonamiento, ¿deberían haber controles para todo tipo de indecencias o ya nos hemos acostumbrado/resignado tanto a todo tipo de fechorias que solo distinguimos "mi indecente" de "tu indecente" sin entrar en el meollo de la cuestión?
 
✷ Realizando un extraordinario ejercicio de misericordia, es posible que se pueda admitir que cualquiera, una vez pagadas sus deudas con la Justicia y con la sociedad, pueda tener derecho a rehacer su vida (yo, como supongo que muchos, tengo mi propia opinión al respecto, opinión que no confieso por no embarrar y distraer la atención de lo verdaderamente importante), pero ¿de verdad que es necesario que esa presunta reinserción deba realizarse ocultando su identidad, mostrándose como un simple ciudadano y no como el ultra que a los 33 años, casado y con tres hijos, dio “un paseo a Yolanda González por una España grande, libre y única”, tal y como reivindicó el asesinato el Batallón Vasco Español, antecesor de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL)? ¿De verdad que, durante años, es necesario que las arcas públicas den tal empujón a la rehabilitación de quien no tiene el coraje ni el arrojo de presentarse como quien verdaderamente es?
 
✷ ¿Nadie en la Guardia Civil o en la policía supo nunca quién es este experto forense informático que colaboraba en investigaciones criminales y formaba a agentes de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado?. A pesar del dicho, ¿va a resultar que la policía es tonta?.
 
Estatua en recuerdo de Yolanda
en el Parque de Aluche
✷ ¿Es siquiera impensable que, (salvando las distancias) de existir
algún (puto) etarra asesorando al Gobierno vasco o a la Ertzainta, no hubiera caído quien tuviera que caer en el País Vasco, en Madrid o en Sebastopol? ¿No habría investigaciones e investigaciones hasta depurar todas las posibles responsabilidades, llegaran hasta nivel que llegaran? ¿Se puede afirmar ya que hubo una época, en plena democracia (y no se sabe muy bien hasta cuando), en la que existía una descarada permisividad, cuando no complicidad, de las instituciones, la Judicatura, el Ejercito y los Cuerpos de Seguridad (dejemos de lado al Clero para no pisar muchos callos) con las fuerzas de extrema derecha que, después de 1978, persistían en la abierta oposición y la desestabilización del régimen instaurado por la Constitución que ahora tanto jalean (todavía a regañadientes)? ¿Se puede, o hay que esperar un poco más? 
 
Hellín, hace siete años, caminando
por una calle del madrileño barrio de San Isidro
✷ Este individuo, Hellín (lo de señor le va a venir grande), no solo no ha pedido perdón a las victimas, ni entregó en su día las armas (se las descubrieron), ni hizo nada de lo que ahora y siempre se le ha venido exigiendo a otros representantes parlamentarios desde la creación de sus siglas, sino que encima recibe el descarado apoyo mediático y real desde ciertos sectores ideológicos, incluso gubernamentales. ¿Podría considerarse un clásico, castizo e hipócrita ejemplo de desarrollo de doble vara de medir, o es que también hay verdugos de primera y de segunda? ¿También nos va a dar por categorizar a los "malos"?
 
La placa que recuerda a Yolanda en el
barrio de Aluche (Madrid) sufrió hasta
cuatro ataques en los tres primeros
meses que llevaba en pie
✷ Suenan sables (no recuerdo ya si alguna vez han estado en silencio). Quienes hablan de resucitar muertos, de reabrir heridas, de financiar chiringuitos, de utilizar a los muertos, de las dos Españas, de dejar en paz, de (una) ETA (desactivada, en buena parte por la ciudadanía), de (un) comunismo (ya inexistente), de países (hermanos) transoceánicos, bla, bla, bla ... ¿no estarán contribuyendo, queriéndolo o no, a la misma crispación que un día nos llevó a una guerra (in)civil que no debiéramos olvidar (y mucho menos, repetir)?
 
Se me ocurren más preguntas (con mayor o menor capciosidad) pero veo que ya he escrito bastantes parrafadas, noto que me voy calentando, y debo suponer que se entiende la idea. Lo dejo aquí, por tanto, sabedor de que hay asuntos en los que es muy difícil ponerse de acuerdo (aunque se puede si hay voluntad, sensibilidad y sentido común) y sabedor de que solo yerra el que habla. El mundo se mueve por la existencia de valientes; nunca se ha escrito nada de los tibios, de los equidistantes, de los callados o de los cobardes. Tal vez por eso Yolanda, o Miguel Ángel, están en un cementerio, y Emilio (Luis Enrique, o como diablos se llame) campa a sus anchas tan ricamente.
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✷PD1/ por terminar de enmarcar todo este caso que ahora pretendo recordar ...
Yolanda, abajo, en una fiesta de militantes del PST
El asesinato de Yolanda González en 1980 conmocionó a todo el país. La joven nació en Deusto (Vizcaya) en el seno de una familia trabajadora. Era la mayor de tres hermanos y obtenía notas brillantes en el colegio público donde estudió el bachiller. A los 16 años se afilió a las juventudes socialistas. Comprometida con sus ideas repartía de madrugada propaganda revolucionaria a las puertas de fábricas como en las que trabajaba su padre, un emigrante burgalés y soldador metalúrgico en Nife.
A los 18 años, un año antes de su asesinato, se trasladó a Madrid para estudiar electrónica en el centro de Formación Profesional de Vallecas. Vivía en un modesto piso compartido con su novio y una amiga, y limpiaba casas particulares para no pedir ayuda a sus padres. “Era una persona lista, con una gran fuerza vital y entusiasta de las cosas y las personas. Siempre pensando en ayudar a los demás”, recuerda ahora Alejandro Arizcun, su novio de entonces y hoy profesor jubilado de Historia de la Economía.
Yolanda en una fotografía tomada un año antes,
durante un viaje al Valle del Baztán (Navarra)
La vida de Yolanda en Madrid giraba entre sus clases en Vallecas, su trabajo de limpiadora y la sede del PST, una escisión del PSOE (partido que, no sólo no formaba parte de la izquierda abertzale, sino que rechazaba explícitamente la violencia de ETA). Durante la segunda quincena de enero de 1980 participó en una huelga general de enseñanza, según reflejan fotografías en las que aparece a la cabeza de las manifestaciones estudiantiles.
 
Emilio Hellín Moro cambió su nombre
por el de Luis Enrique mediante un auto
dictado por el Registro Civil de Madrid
de fecha 22 de enero de 1996,
poco después de salir de la cárcel
✷PD2/ Emilio Hellín Moro cambió su nombre por el de Luis Enrique, según se puede comprobar en su acta de nacimiento, depositada en el Registro Civil de Torre de Miguel Sesmero, un pueblo de unos 1.200 habitantes en Badajoz. El cambio se oficializó el mismo año que salió de la cárcel, en virtud de un auto dictado por el Registro Civil de Madrid en el expediente 402/95. Desde entonces, este ha sido su secreto mejor guardado.
Con este cambio de nombre que permite la ley “si se demuestra una causa justa y no perjudica a terceras personas” el ultra Hellín Moro disfrazó su pasado criminal y construyó una nueva vida centrada precisamente en el mundo de la investigación criminal y judicial.
 
—¿Emilio Hellín Moro? (le inquirió un periodista en 2013 en la oficina de su empresa)
+Yo soy Luis Enrique Hellín (contesta el asesino sin rehuir la mirada y hablando con aparente calma y frialdad)
—Perdone, pero ¿no es usted Emilio Hellín, el autor del asesinato de Yolanda González, la joven de 19 años que murió en 1980?
+No… Emilio Hellín murió hace tres o cuatro años. Somos familia.
—No sabía que tuviera un hermano llamado Luis Enrique.
+Es una historia complicada porque somos hijos de la misma madre, pero de distinto padre. Luego juntamos los apellidos… ¿Sabe? Líos de familia que prefiero no comentar.
—¡Se parecen ustedes muchísimo! ¡Y los dos eran informáticos! Usted se ha cambiado el apellido y aparece su currículo en Linkedin [web de contactos profesionales] como Luis Enrique Helling. Se ha añadido una g al apellido.
+Es que nuestro abuelo era de origen inglés.
—¿Sabe de qué murió Emilio? ¿Dónde puedo localizar a su familia?
+No lo sé.
—¿De qué pueblo son ustedes? ¿Puede enseñarme su DNI para demostrar que no es usted Emilio Hellín?
+La conversación ha terminado…
 
Material incautado
✷PD3/ El asesinato fue reivindicado por Emilio Hellín mediante un télex enviado a la agencia EFE, firmado por el denominado «Grupo 41» del Batallón Vasco Español con estas palabras:
“El Batallón Vasco Español, grupo operativo-militar, reivindica el arresto, secuestro y ejecución de Yolanda González Martín, natural de Deusto, integrante del comando de ETA, rama estudiantil-IASI-, del que también forman parte otras dos personas con domicilio en Madrid y que utilizan como tapadera y acción de masas a grupos políticos de ideología trotskista y maoísta, donde se amparan sus actividades. Por una España grande, libre y única. ¡Arriba España!”.
 
Los abogados de Hellín (Audiencia Nacional 1982)
✷PD4/ En 1980, la Audiencia Nacional procesó a los acusados y en 1982 los sentenció y condenó a diversas penas según su implicación penal:
-Emilio Hellín Moro (algo más de 43 años de condena), asesinato, allanamiento de morada, detención ilegal, depósito de armas de guerra, armas de defensa, municiones, tenencia de explosivos, falsificación de DNI, uso público de nombre supuesto.
-Ignacio Abad Velázquez (algo más de 28 años de condena), asesinato, allanamiento de morada, detención ilegal, tenencia ilícita de armas.
-Félix Pérez Ajero (algo más de 6 años de condena), allanamiento de morada, detención ilegal, tenencia ilícita de armas.
-José Ricardo Prieto (algo más de 6 años de condena), allanamiento de morada, detención ilegal, tenencia de explosivos.
-David Martínez Loza (algo más de 6 años de condena), inducción de allanamiento de morada, detención ilegal. Era en el momento de la comisión del delito guardia civil en excedencia y jefe de seguridad de Fuerza Nueva. Fue la persona que ordenó el arresto, interrogatorio y ejecución de la joven y, por aquel entonces, era el brazo derecho del presidente de Fuerza Nueva, Blas Piñar ("Como mucho mi dedo meñique", llegó a decir este en una entrevista).
-Juan Carlos Rodas (3 meses de condena), allanamiento de morada, detención ilegal. La levedad de la condena se debe a su colaboración con la justicia.
 
✷PD5/ videos y artículos periodísticos relativos al caso:
 
Cartel plastificado con el que los vecinos, en diciembre de 2018,
sustituyeron la placa vandalizada que recordaba la figura de Yolanda
en el parque que lleva su nombre, y que sobrevivió apenas unas horas











 

jueves, 21 de abril de 2016

Sudán del Sur: el hambre y la violación como armas de destrucción masiva





Dicen que la primera víctima de la mayoría de las guerras es la verdad. En determinadas guerras, como en la de Sudán del Sur, es la indiferencia. Cuando leo determinadas noticias, tan terribles como desgarradoras, me doy cuenta de las necedades y nimiedades que rodean a los que habitamos en el 1er mundo, aunque deambulemos en el furgón de cola de toda esa maquinaria globalizadora. Si para algo sirve la información independiente y veraz es, precisamente, para abrir los ojos a los que no pueden o no quieren ver más allá de sus propias narices, preocupados por el supuesto atasco tras la clase diaria de pilates, por la desagradable sensación de beber agua tras masticar un chicle de menta, por si el cable del cargador del móvil llega hasta la cabecera de la cama, etc ....

jueves, 28 de enero de 2016

39 años de la Matanza de Atocha







Hechos y contexto socio-político

El PCE promovió a partir de 1966, una serie de despachos de abogados laboralistas con la finalidad de asesorar y asistir jurídicamente a los trabajadores que lo necesitaran. Desempeñaban una función imprescindible de apoyo legal a la acción reivindicativa de los trabajadores. En principio actuaron así, y terminaron dando asistencia al movimiento ciudadano que acababa de nacer, por lo que los abogados se convirtieron además, en abogados de barrio que atendían de forma mayoritaria a asociaciones de vecinos.

El trabajo que realizaban era colectivo. Todos los componentes del despacho, desde los abogados a los administrativos cobraban lo mismo y tomaban las decisiones de forma conjunta. Los únicos ingresos que percibían como fruto de su trabajo era el porcentaje sobre el resultado económico del juicio, si este era favorable al trabajador.

Portal del 55 de la calle Atocha, entonces

jueves, 19 de noviembre de 2015

Atentados de París. Consideraciones "en frio"


El viernes por la noche, pese a que el sábado tenia que madrugar, no me despegué del Canal 24 horas hasta altas horas de la madrugada (rarito que es uno) procurando seguir en directo la brutal tragedia que nuestros vecinos franceses estaban sufriendo en las calles de la hermosa París. En un alarde de interés por la noticia, en vista de que susodicho canal estatal empezaba a repetirse y de que la programación de los canales generalistas "españistanies" seguían a lo suyo (Sálvame de Luxe, Tu cara me suena, Gym Tony, ...), hice zapping entre varios canales de noticias extranjeros confiando en que mi frágil dominio idiomático me sacara de apuros, y también en que una imagen proporcionara mas información que mil palabras. 

Digo esto como idea inicial, para luego autoproporcionarme la autoridad moral (que creo y que considero) suficiente para detenerme en otras cuestiones. Porque a ganas de beber en fuentes diversas, a sensibilidad, a compromiso, a empatía, a voluntad de huir del rebaño, a preferencia por la visualización del bosque en lugar de la del árbol, a pensamiento crítico, a alergia al frentismo, etc, etc ... (creo que) pocos me ganan. Pero paso a las consideraciones que, consciente y voluntariamente, quise realizarlas todo lo "en frio" de lo que soy capaz:

1.-- No he puesto el filtro de Face con la dichosa banderita francesa ni he hecho, en estos días, mención especial ni expresa a este suceso (hasta ahora) en las redes. ¿Por qué? ¿Porque no siento la misma rabia e indignación por estos absurdos y despiadados asesinatos que por cualesquiera otros? Noooo, ..... No lo he hecho porque:

A) la misma idea de lo de la banderita me chirría en lo mas hondo. No soy de banderas, ni de himnos, ni de escudos, ni de fronteras, ni de cualquier otra etiqueta o artilugio que separe y enfrente en lugar de ayudar a entender lo diferente y distinto. De la misma manera que Face no ha propuesto a sus seguidores lo de un filtrito con la bandera siria, o palestina, o nigeriana, o libanesa, o irakí, o turca, o tunecina, o egipcia, o indonesia, o afgana, o pakistani, o yemení, o ... (no sé si seguir), entre otras cosas porque tendría que proponerlo a diario, no "me apetece" entrar en la dinámica de si existen muertos de primera o segunda clase. Cierto, el dolor por la muerte de tu propio padre es lógico que sea mayor que el que puedas experimentar por el del padre del vecino del quinto de tu prima de Azuqueca de Henares, por ejemplo. Y, en ese caso, no seria honesto hablar de la presunta hipocresía de occidente. Pero en este caso, sí. Y yo hipócrita, lo que se dice hipócrita ....

B) tampoco "me apetece" sentirme manipulado y motivado a que, consciente o inconscientemente, me instale en un proceso mental o emocional que me haga justificar los ataques, las guerras, las ventas de armamento, el debate entre seguridad y libertad, la
defensa de sátrapas útiles, el control de los recursos naturales, etc ..., ¡los negocios del Primer Mundo! en suma, como ya vienen haciendo en EEUU y otros países desarrollados con sus propios conciudadanos. Me resisto a balar. Siempre me resultó difícil hacerlo. Tengo claro, que estos terroristas extremistas son malos malísimos y que, claro que sí, son fruto de la violencia. Pero básicamente, de la violencia que nuestros países generan por el control geopolítico de los países pobres. ¿Que ha sido siempre así? Claaaaro, pero eso no me consuela, ni siquiera aunque me encuentre situado por azares de mi bendita cigüeña en el lado vencedor o todopoderoso.

C) y mucho menos "me apetece" formar parte de una sociedad que es solidaria sólo a ratos con quienes visten, presuntamente, nuestra propia camiseta y que actúa, demasiado de las veces, en caliente y a "golpes de Telediario". Personalmente, no creo en la idea de reivindicar y hacer público nuestro deseo de acabar con la desatada violencia y las injusticias sociales, sólo cuando nos pilla más cerca o sólo cuando nos cagamos de miedo al ver que la mierda ya se encuentra en la casa del vecino (recuérdese el caso del ébola).


2.-- Os cuento un secreto, porque eso parece que es. Hace muy poco, poquísimo, el Estado Islámico ha ejecutado en Siria a 200 niños. Siiii. ¿No os habéis enterado?. Pues eran sirios, o de por allí al lado, claro. Y eran niños. Presos y cansados de ser obligados a decapitar, intentaron escapar.

  Abdul Alí era uno de ellos. Hasta antes de ingresar a las filas del Estado Islámico, no sabía que para honrar a Alá tenía que decapitar a los herejes. A sus ocho años trataba de ser consecuente con el nombre que le puso su padre y que significaba "Sirviente del más alto". Creía, ingenuo él, que con leer el Corán y con hincarse al sol cada atardecer cumplía con los preceptos de su religión. Pero todo eso cambió cuando el Estado Islámico irrumpió, a principios del 2014, en su ciudad natal Raqa. Empezó a ver cómo aplastaban con tanques de guerra a los pocos cristianos que aún quedaban en el lugar y como un compañero suyo del colegio masacraba a tiros a un hombre acusado de ser espía de Estados Unidos.

Hastiado de tanta crueldad, Abdul Alí planeó la huida del campo de entrenamiento en donde vivía desde hacía seis meses, junto con otros doscientos niños. Aprovechando la noche empezaron a irse en grupos de diez. Pero el guardia, desde su garita, alertó de la fuga del primer grupo. Y la venganza no se hizo esperar. Tendieron bocabajo a los niños en una larga fila. Abdul Alí rezaba e intentaba ganarle la partida a los nervios. No quería que lo vieran llorar. No estaba acostumbrado a hacerlo y, ademas, no queria darle esa satisfaccion a sus verdugos. El cuadro ya lo había visto infinidad de veces y sabía que nadie lo iba a salvar. Sin embargo, la ejecución se tardaba. El motivo de la demora era la instalación del equipo de televisión que filmaría la barbarie para luego servir de aleccionamiento/escarmiento a otros. 

Con los ojos cerrados, Abdul Alí intentaba pedirle a Alá que parara el tiempo para que él y sus doscientos compañeros y amigos, ninguno de ellos ¡¡¡¡ojo!!!! mayor de diez años, pudieran escapar de la muerte. Después de dos horas, cuando escuchó los primeros disparos, Abdul Alí entendió que Alá no lo había oído. En el vídeo, difundido por las redes sociales, se ve a varios hombres encapuchados disparar indiscriminadamente sobre las cabezas de los inocentes niños. El ruido de la bala entrando en el cráneo de un niño, parecido al de las papayas maduras cuando caen de los árboles, retumbará durante semanas en los oídos de todo aquel que se atreva a mirarlo (yo no he querido - me parece el mejor homenaje que puedo hacerle, a Abdul y a sus compañeros). 




Abdul Alí estaba antepenúltimo en la larga fila. Para él fue más larga y dura la muerte, si cabe. Abdul, como su compatriota Aylan Kurdi, el niño de la playa, se han convertido en los símbolos de una de las guerras más crueles desde que las invasiones de los Hunos devastaran el este de Europa. Una guerra que en occidente no parece importarle a nadie. El castigo fue un tiro en la cabeza. No he visto que las televisiones, los periódicos o cualquier medio de comunicación occidental haya hecho la mas mínima cobertura de estos asesinatos. En este caso de 200, y todos niños.


3.-- Me consta (porque es de suponer), que cada uno de los que han mostrado su repulsa por estos tristísimos hechos de París y ofrecido su apoyo a las victimas, lo hacen por un humano cóctel que les impulsa hacia la solidaridad, la tristeza, la indignación, la rabia, la desesperanza ... Es lógico: la información más relevante es aquella que nos es más próxima, tanto en el espacio como en el tiempo. Pero mi reflexión personal es que no somos (o no deberíamos ser) marionetas sin criterio propio y crítico que nos haga desviar la mirada de lo verdaderamente importante en todo esto. Deberíamos demostrar nuestra integridad humana en todos los casos, la cuál va mucho más allá de la que nuestros gobernantes muestran con sus actos y decisiones, preocupándonos por todas las desgraciadas e injustas muertes que se suceden cada hora, cada minuto, cada segundo en el mundo; y digo TODAS, y no sólo las que los medios nos cuentan en un especial del Canal 24horas. Que quede claro que, lo dicho en los dos puntos anteriores y en éste, no es una critica a los bienintencionados y sensibles conciudadanos, sino al Face concretísimamente. Insisto, y por dejarlo más claro: no se trata de no darle de comer a tus propios hijos hasta no haber conseguido erradicar el hambre en el mundo. No se trata de igualar por abajo. Que no es eso, porque tal actitud no es que fuera hipócrita o no hipócrita, seria de auténticos gilipollas. Se trata de hacer hincapié en la importancia de tratar todas las injusticias como iguales, vengan de quien venga, se produzcan donde se produzcan.

4.-- Por procurar tener una visión mas general de estos asuntos y otros relacionados con éste, por puro contrapunto, y por tratar de entender el porqué de los intereses tan oscuros como inhumanos que coinciden en la política mundial (ya adelanto que, como siempre, el dinero es lo que hay detrás de todo) convendría visionar el siguiente vídeo cortito que ya publiqué en otra ocasión y que se titulaba "La crisis de Siria contada en 10 minutos y 15 mapas".



5.-- Por poner algún dato más con el que ilustrar lo que pretendo exponer:

- Un total de 5.042 personas han muerto en los 664 ataques y atentados perpetrados por yihadistas en catorce países durante el mes de noviembre del pasado año, por ejemplo, según las estimaciones de un estudio realizado por la cadena de radiotelevisión pública británica BBC. 


- Estas cifras suponen una media de 168 muertos al día y de 7 fallecidos cada hora


- En torno al 80% se han registrado en sólo cuatro países: Irak, Nigeria, Siria y Afganistán. Países, todos ellos, musulmanes. Las sociedades que más sufren la violencia yihadista son, por lo tanto, las de Oriente Medio y otros países donde el Islam es la religión mayoritaria.


- La inmensa mayoría de los muertos registrados, 8 de cada 10, fueron civiles. Y mas de la mitad, mujeres y niños.


6.-- El resultado de la omnipresencia política de Occidente en Oriente Medio hace que no haya una unidad en la lucha contra el terrorismo yihadista. Hasta la propia Francia, que incuestionablemente sigue las órdenes de EE.UU., alimenta a la bestia. Apoya plenamente la política de los sauditas en la zona (todo el mundo sabe que la saudita es una de las mejores democracias del mundo - entiéndaseme la ironía). Francia tiene buenas relaciones económicas con Arabia Saudí, que se manifiesta en el comercio activo de armas, entre otros múltiples aspectos. Los sauditas alimentan a los radicales en Siria. Los radicales atacan París. Y el círculo se cierra.

En los dos últimos años la situación en Siria se ha complicado hasta convertirse en un verdadero laberinto: Chiíes contra suníes, sí, pero al mismo tiempo estrategias contrapuestas de Arabia Saudí y de Irán, papel ambiguo de Turquía, alianzas contra natura. Ankara, alineada con Occidente, combate a los kurdos sirios aliados de Estados Unidos. Rusia, defensora del dictador de Damasco, ataca a sus enemigos armados por Occidente. El conflicto que incendia Irak y Siria abarca ya la península Arábiga. Ryad, mientras destroza el patrimonio histórico de Yemen para combatir a los hutíes, favorece de hecho a la organización de la filial regional de Al Qaeda. Es la guerra de todos contra todos. Así no hay manera de aclararse de quien es el enemigo y quien no.

Además, cada día, una flota de camiones, camionetas, autobuses y automóviles atraviesa los pasos fronterizos entre Siria y Turquía controlados por el ISIS, que cobra una tasa por cada refugiado, por cada obra de arte, por cada barril de petróleo, etc que sale de Siria, y otra por cada cargamento de contrabando que entra. Se calcula que el negocio proporciona al Estado Islámico entre 300.000 y 500.000 euros semanales, según el número de personas y el valor de las mercancías. 

7.-- Y por ultimo, el califato de ISIS ha perfeccionado el método. Ya no necesita utilizar el modelo piramidal de Al Qaeda, con un cerebro central que decidía y financiaba en su totalidad las operaciones. Al contrario, el ISIS utiliza un modelo horizontal y orgánico: deja a los terroristas dispersos por el mundo la libertad de decidir los atentados, cómo realizarlos y cómo financiarlos. Todo ello es posible gracias a la tecnología, las redes sociales, la propaganda, la amplia oferta de armas a precios muy asequibles y la popularidad del yihadismo en Europa y el resto del mundo. Un balance muy negativo tras 15 meses de bombardeos con las consiguientes muertes inocentes allí y aquí.
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Ante todo lo expuesto cabe hacerse una pregunta: ¿qué se puede hacer, entonces? ¡Ay, si yo lo supiera!... Pero yo, como cualquiera de nosotros, sólo soy un particular, un europeo que hizo la Mili fuera de Europa (precisamente, en uno de los dos lugares donde se hacía verdaderamente la Mili en España por aquellas fechas) y, por suerte, olvidó lo que de carácter militar aprendió en ella al día siguiente de terminarla. Un grano de arena en el desierto que mira a su alrededor cada vez más convencido de que el mundo no tiene remedio, y de que todo depende de hacia donde y cuanto sople el viento. Mucho me temo que, dado que no existen soluciones simples a problemas complejos, tendremos que acostumbrarnos a la situación actual. Al menos de momento.

Existe una guerra velada entre dos civilizaciones. O, si se prefiere, entre la civilización y el fanatismo. Guerra que, por la evolución del mundo, se está librando de manera distinta a la convencional puesto que los contendientes ya no están frente a frente como venia siendo hasta ahora, en trincheras perfectamente delimitadas, sino mezclados y confundidos entre ellos. Lo que ha cambiado no es la guerra, que siempre es injusta y fatal produciendo las mismas barbaries, sino los métodos de combate y la estrategia bélica de los contendientes. Lo que en la guerra de Troya fue un engaño ingenioso con el que traspasar los muros infranqueables de la ciudad, ahora se ha convertido ya, por obra y gracia de las migraciones y la globalización, en el elemento que caracteriza este nuevo tipo de contienda: el bando atacante no necesita un caballo de Troya para entrar en el territorio enemigo, ya que muchos de sus soldados viven dentro de ese territorio.

Tanto es así que los gobernantes de Europa no saben cómo encarar el problema ni cómo defender a sus poblaciones por más que hagan solemnes declaraciones para tranquilizarlas. Y es que todos son/somos conscientes de que es muy difícil luchar contra un enemigo que vive o puede venir a vivir a tu lado, que carece de un uniforme militar y que está dispuesto a inmolar su vida. Contra eso no hay defensa posible, lo quieran o no reconocer nuestros gobernantes.

jueves, 3 de septiembre de 2015

El capitalismo, asesina


 
Ya lo sabíamos, claro. Algunos, desde luego, si. Pero ayer (supongo que mañana, y por algún tiempo más ...) lo ha vuelto a poner de manifiesto abiertamente, como suele hacerlo, sin tapujos.


Y es que el fracaso de un capitalismo salvaje puede plasmarse en la imagen del cuerpo de un niño sirio ahogado en una playa turca. La muerte de un niño siempre es un acto antinatura, una afrenta contra la humanidad en si misma, una zancadilla a la razón y al desarrollo humanos. Pero si ese acto se produce en una playa, lugar idílico donde se besa la tierra con el mar y que suele evocarnos felicidad, se produce tras la búsqueda de refugio y escapando del cruel sonido de las armas, de la destrucción y del hambre, se convierte en fiel reflejo de un mundo egoísta y miserable cuya conciencia (si es que la tiene) debería hacerle rectificar en algo importante: su condición humana.
 
Un niño, sea de donde fuera, lo que debe hacer en la arena (y nosotros, los mayores del mundo mundial, posibilitarlo) es dibujar con el dedo, hacer castillos, correr, enterrarse, jugar a tirársela a otros, .... pero nunca morir (¿o debería decir, ser asesinado?).

Aylan Kurdi (que así se llamaba la criatura que me lleva a escribir de todo esto) no ha sido el único niño que ha fallecido esta fatídica noche pasada. Su hermano de 5 años también falleció en el intento, junto con su madre. Unicamente (o ni más ni menos) es el niño del que se tiene constancia videográfica expresa. Otra embarcación naufragó ayer mientras seguían la misma ruta que el bote donde "viajaba" este niño. Ocho personas murieron, entre ellas una bebé de 9 meses, dos gemelos de año y medio y dos hermanos de 9 y 11 años. 








Pero, ¿y quien es el culpable?. Pues ni éste ni aquel en concreto. Ni este país ni este otro. El responsable de esta terrible expresión del tiempo que nos está tocando vivir es el mundo entero. Todos y ninguno. Porque, como decía Luther King (un mindundi, como todos sabemos), "no me preocupa la maldad de los malos, sino la pasividad e indiferencia de los buenos".
 


Y ahora, vendrán prácticamente todos los medios de comunicación mundiales llevando hoy en su portada la foto del pequeño Aylan Kurdi con grandes titulares en los que se acusará a la comunidad internacional de permanecer impasible al drama migratorio que se vive en el Egeo. ¿Y qué hace la ONU? ¿Qué hacen las religiones (parte del problema, por lo menos en Irak, Siria o Palestina)? ¿Qué hacen los PROVIDA? ¿Qué hacen los responsables de los derechos humanos? ¿Qué hace Europa, la OCDE, el primer mundo? Pues lo que suelen hacer en estos casos; se reúnen. Y se reúnen, entre otras cosas, para poder justificar esos sueldazos y esas dietas tan escandalosamente vergonzantes (y vergonzosas) que perciben los mandamases del planeta mientras viven de espaldas a la cruda realidad.




Debería ser la foto del cambio de actitud; el punto de inflexión de una tragedia que ha generado ya incontables imágenes demoledoras. Como lo fue para Vietnam la escena de la niña de 9 años que huía desnuda de un ataque de napalm. O como lo fue para la ex-Yugoslavia la escena de los refugiados de Kosovo detrás de una valla con alambre de púas en Albania. O, la que para mi fue más impactante por el desenlace final, la de aquel hombre con bolsas en las manos enfrentándose sólo al avance de una fila de tanques en la plaza de Tiananmen (las "malas lenguas" dicen, y no es extraño, que probablemente fuera fusilado poco después por las autoridades chinas, pero siempre fuera del objetivo de la prensa internacional).


Recordar en este punto que la UE, la Troika más exactamente (esa misma a la que nadie que yo conozca ha votado jamas), la cual ha venido celebrando machaconamente cumbre tras cumbre hasta tratar de "rescatar a Grecia" de la bancarrota (léase, sus dineros), es en cambio incapaz de ponerse de acuerdo sobre el drama de unos refugiados que no son refugiados , sino políticos, bélicos o humanitarios. Falta ver ahora el impacto que pueda tener en los gobernantes europeos, en particular entre los más reticentes a acoger refugiados, o entre los que ponen condiciones, o entre los que directamente se niegan, la imagen de esta nueva desgracia. 


Que me llamen pesimista, pero me temo lo peor. El primer mundo está demasiado preocupado por lo que pasa en su casa, o en su portal, o en su manzana, ....como para preocuparse por lo que ocurre a miles de kilómetros. No reaccionará, y si lo hace lo hará como nos tiene acostumbrados, tarde y mal, cuando la tragedia toque a sus puertas. Porque, de la misma manera que no se le pueden poner puertas al campo, tampoco se pueden levantar muros y esperar que eso, y sólo eso, sea la solución.

Y ahora, claro, también vendrán el Marhuenda (lo siento, no puedo con él - véase mi devoción por él en (I) Soy fanperoquemuyfan de ...) junto con otros palmeros patrios a preguntarnos por las televisiones quien pagará todo esto de la inmigración. ¿Quiiiiién? ¿Que quién pagaraaaaá? Esta claro que .... por lo pronto ha pagado este niño (y otros muchos), y lo ha hecho con todo lo que tenia a su alcance, con su propia vida.

Es prácticamente imposible asistir a un debate o escuchar una conversación, aunque sea de bar, sobre el drama de los refugiados sin que salte el listo de turno con el siguiente razonadísimo reproche: “¿Y tú, estás dispuesto a acogerlos en tu casa? Es decir, algunos siguen sin entender nada después de tantas guerras, diásporas y catástrofes. Quien hace ese tipo de preguntas a diestro y siniestro después (y antes) de ver la imagen de Aylan muerto en esa playa turca, sin imaginar en ese mismo cuerpo el de cualquier niño de tres años, no ha podido (por incapaz) o no ha querido (por cuestiones mucho peores) entender el significado profundo de conceptos tales como ciudadano, derecho a la vida, dignidad, derechos humanos, democracia, progreso o Europa. 

Quienes preguntan sobre quienes estarían dispuestos a acoger a los refugiados o a pagar más impuestos para evitar muertes como la de Aylan quizás no sepan (por insensibles) o no quieran saber (por cuestiones mucho peores) que miles de familias humildes españolas vienen acogiendo a niños saharauis en sus casas, quizás avergonzadas al comprobar que nuestros gobiernos incumplían sus compromisos; que pese a la dureza de la crisis, miles de ciudadanos siguen colaborando con ACNUR, con Médicos sin Fronteras, con UNICEF, con la Cruz Roja o con otras organizaciones que trabajan en los lugares de la tragedia, sabedores de que necesitan ayuda y apoyo permanentes. Quizás sean más de los que ellos piensan aquellos ciudadanos que, a la hora de votar, tienen en cuenta quién dedica más esfuerzo a la Cooperación y el Desarrollo y quién prefiere reducir la carga fiscal a los más privilegiados. Es un proceso imparable porque, como se dice en El Principito, "solo se puede ver bien con el corazón, lo esencial resulta invisible a los ojos".

PD/ He estado tentado a poner la foto del niño yaciendo muerto en la arena. Con su carita inocente y su perfil tierno y endeble. Con su diminuta camiseta roja y su pantalón azul, tendido sin vida en la turística playa turca de Ali Hoca Burnu, al que le lamen la cara las mismas olas del mar que lo arrojaron de este mundo. Aunque sólo fuera para mover conciencias, vergüenzas y voluntades. Pero ¿sabéis que? ..... que no se lo merece. Una imagen vale más que mil palabras, sí ... pero también es cierto que el fin nunca justifica los medios. NUNCA HE EXHIBIDO FOTOS DE MENORES en las redes, y LA DE ESTA CRIATURA, por más y mayores razones, MENOS.

Y además, no exhibo la foto del infortunado niño porque en ella no aparecería sólo la foto de un niño en especiales y caóticas circunstancias. Aparecen nuestras leyes de extranjería, nuestras leyes migratorias. En fin, .... algunas de las leyes que nos hemos dado para organizarnos. Y aparecen, entre otros lugares, la UE y todos nuestros Gobiernos. Aparecen quienes hacen las leyes, quienes las aprueban y aparecemos también nosotros, los que las sancionamos con nuestros votos. Aparecen en la fotografía los centros de internamiento, las devoluciones en caliente, los campos de refugiados y el cacareado "efecto llamada". Aparece la incapacidad de los organismos oficiales. Aparece también y con nitidez nuestra desmemoria, la de un pueblo, el europeo, que encontró no hace muchos años en la generosidad de otros países el salvavidas que ahora se niega a lanzar a los que se ahogan ante nuestros ojos. Aparecen en esa foto todos los que han muerto antes y todos los que están por morir. 

Las pateras se hunden, sí, pero no por el peso de los sueños de los que las ocupan, sino por la falta de conciencia de un mundo egoísta. Y cuando esto ocurre, acuden unos pocos que se lanzan al mar en su ayuda, con unos brazaletes y unas siglas a la espalda. Cuatro barcos con toda la generosidad y valentía que a muchos enchaquetados les falta. Europa es un barco feroz, un mercante sin bandera y sin entrañas, un crucero de lujo que no detiene sus maquinas para recoger de las aguas que le rodea a unos náufragos de todas las guerras.

La fotografía de ese niño es, en realidad, un autorretrato, el de nuestro fracaso como sociedad. EN ESA FOTOGRAFÍA APARECEMOS TODOS. Es por eso que en toda esta postdata no he querido poner ni una sola foto, por vergüenza y como homenaje a este crio, SIN DUDA, INOCENTE.
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